El proyecto de pasillo por donde pasarán las futuras líneas ferroviarias de Alta Velocidad ( TGV ) de Burdeos (suroeste) hacia España y hacia Toulouse (sur), ha sido presentado para ser sometido a la aprobación del primer ministro francés, François Fillon. Según informó el coordinador del proyecto, Dominique Schmitt, prefecto de Aquitania (gobernador civil), la primera etapa está ahora terminada y la segunda, la de los estudios y la concertación, va a poder comenzar.
Schmitt calculó que este proceso previo deberá terminar antes del verano próximo, tras haber «afinado el trazado de una banda de 500 metros» y resuelto el balance socioeconómico.
Tanto en el País vasco francés como en la zona de viñedos de Graves, al sur de Burdeos, como en el alto Garona y los Pirineos centrales, diferentes núcleos de población mantienen una firme oposición al trazado, lo que llevó a hacer ciertos «ajustes», subrayó el prefecto. En declaraciones a la emisora France Info algunos de los opositores expresaron su malestar y criticaron severamente el proyecto.
En su intento de tranquilizar a los viticultores del sur de Burdeos, el coordinador subrayó que las futuras líneas de alta velocidad francés ( TGV ) sólo afectan plenamente a una propiedad y rozará otras dos. Quedan por resolver, sin embargo, entre otros aspectos problemáticos la integración de las futuras vías en el paisaje del Tarn-et-Garonne y el Alto Garona.
Mientras, la simulación de un túnel en el País Vasco para evitar ciertos daños locales reveló ser ineficaz pues provocaría perturbaciones en más de medio centenar de construcciones, explicaron.
El prefecto de la región de Midi-Pyrinies, Dominique Bur, y los presidentes regionales Martin Malvy y Alain Rousset, participaron igualmente en la presentación.
(Imagen David Monniauxen Wikimedia Commons)







