Archivo diario: agosto 21, 2020

Treneando supera los 6 millones de visitas

¡Por fin! Abandono el cinco, que ya se me hacía largo, y entro en el seis. Treneando supera ya los 6.000.000 hits o impactos y quiero haceros partícipes de este logro, porque la ocasión así lo requiere. Dejadme, por tanto, que hoy presuma de ello y celebre este acontecimiento con este sencillo, pero obligado post, con el que quiero daros las gracias por seguir ahí después de tantos años.

Como sabéis, Treneando abre todos los días del año para satisfacer la curiosidad, el entretenimiento o la información, objetivo final de esta humilde bitácora que creo que se ha hecho un pequeño hueco en el quehacer diario de muchos de vosotros. Como se dice en su presentación, Treneando está para contar ¡todo! lo que acontece en torno al mundo del tren. Y en ese todo caben tantas cosas que, al final, se hace más fácil de lo que parece la cita diaria. Porque, seamos sinceros, uno escribe con un solo fin: que le lean. Y cuanto más se pueda contribuir a difundir el mundo del tren, popularizarlo y hacerlo accesible a todos, mejor para mí y mejor para los lectores de esta bitácora.

Superar los 6.000.000 de visitas colma las aspiraciones de cualquiera. Como he repetido ya varias veces, este blog nació casi por casualidad, tratando de demostrar si la herramienta era válida para construir unas bitácoras interesantes, aunque en una plataforma diferente. Y el primero que quedó atrapado en esa tupida red fui yo, que ya no puedo escapar a esta cita diaria con quienes estáis ahí, al final de la cadena, para leerme. El reto es sencillo; acudir a la cita puntual (algunos creen que soy demasiado persistente y constante) con mi testimonio del día (hubo un tiempo en que escribía hasta tres posts diarios, pero es evidente que ese ritmo resulta desmesurado). Me consta que hay lectores habituales que esperan, poco antes de la medianoche, el encuentro con Treneando. Y eso ya es suficiente aliciente. Reconozco que he intentado desengancharme y dejar respirar un poco a los más adictos, pero me da cierto vértigo. Algún día tendrá que ser.

Treneando nunca ha pretendido ser una plataforma para especialistas (las hay muy buenas e interesantes). Más bien el objetivo es hacer visible y palpable ese universo que se mueve entre las dos vías; sin espantar a los primeros y conquistar a los demás o, al menos, tentarles. Y con el tiempo, he ido alcanzado pretensiones más altas, por qué no, de forma que esta bitácora sea cuando menos objeto de curiosidad para mucha gente. Y con ese ánimo me enfrento todos los días a una batalla que confío en ganar para alcanzar el verdadero premio: lectores que necesiten leer y que se sientan satisfechos con lo que leen. Tan sólo eso.

Gracias a este blog he ido consolidando mis conocimientos, que siguen siendo muy pequeños. Y creo haber conseguido abrir un pequeño agujero en ese mundo tan pétreo de los ferroviarios que miran con recelo a los que somos ajenos al sector. Me consta que no lo hacen a mala fe; pero desconfían (no sin razón) de quienes pretenden dar lecciones y señalar caminos. Poco a poco, con un trabajo constante, he ganado algunas confianzas, pero reconozco que aún parezco sospechoso (…). Cada día me esfuerzo más para desterrar miedos y prejuicios.

Treneando me da ocasión de profundizar en algunos de los temas y completar un conjunto de series que quizá vean la luz algún día en formato libro. De hecho, llevo un tiempo preparando textos para dos publicaciones con cierto empaque y muy visuales. Una, sobre las estaciones más singulares de la geografía española; la otra, sobre el parque de locomotoras de vapor y sus curiosas denominaciones. Como digo, confío en que pronto puedan interesar a algún editor y apueste por su publicación.

Perdonad este ejercicio de ombliguismo. A algunos os parecerá superfluo; otros pensaréis que tampoco es para tanto. Quizá haya incluso algunos que festejéis conmigo esta ocasión. A todos, sin excepción, os doy las gracias. Gracias por permitirme seguir escribiendo sobre el mundo del tren. ¡Seis millones de gracias!

Cubos y fregonas para la estación de León

Las goteras vuelven a causar problemas en la estación de León, cuyas instalaciones tienen carácter provisional hasta la llegada del AVE, por lo que no han sido remozadas durante las obras de ampliación. El problema reside, al parecer, en el el diseño de la construcción. En la ‘vieja’ estación, el techo es plano; no lo han renovado y levantado con inclinación a dos aguas, como han hecho con la parte ampliada. Por eso, cada vez que caen unas gotas, aparecen los problemas. Así que resulta habitual ver a los operarios buscar el lugar de la fuga que traspasa el agua hasta el vestidor. Con esta imagen de una estación prácticamente, llaman la atención los cubos con los que recoger el agua de las goteras y las fregonas que lo eliminan del pavimento.

Las goteras en el centro son una constante, pues desde 2011, año en el que fue inaugurada con la etiqueta de provisional, no ha recibido ninguna remodelación, pese a las numerosas demandas y necesidades que presenta tras casi diez años de uso. Las lluvias de los últimos días se han hecho notar, impidiendo que los usuarios puedan hacer uso de los servicios con normalidad, ya que sufre las consecuencias del agua casi con la misma intensidad que en el exterior. El edificio debe aguantar aún este año, ya que según las previsiones establecidas, las obras de la nueva estación de tren se ven alteradas por la crisis del coronavirus, lo que trastoca los planes del Gobierno, que considera que la estación temporal tendrá que seguir en funcionamiento casi una década después de haber sido inaugurada como provisional.

La nueva estación de tren de León debía estar operativa este mismo año, según confesaba el propio Ejecutivo en respuesta a una pregunta formulada por Foro Asturias sobre el futuro de la esta infraestructura, que afecta a la previsible llegada del AVE al Principado. El Gobierno no especifica el mes o la época del año en la que se llevará a cabo y asume que conllevará un sobrecoste de casi 2,5 millones de euros (2.474.754,17 euros). De esta cantidad, casi 1,8 millones ya han sido aprobados y el montante restante, que pertenece a una segunda modificación presupuestaria, está pendiente de su visto bueno. Esto se debe a la aparición de «servicios afectados no previstos» y a la ampliación del alcance de la actuación a causa de «unidades de obra nuevas y la modificación de los sistemas constructivos».

Foro Asturias recordaba hace unos meses el retraso en un año de la puesta en servicio de esta nueva estación ferroviaria de la capital leonesa, con el fondo de saco y la continuidad de la modificación del trazado vigente de 2011. Tras la pandemcia, se cree que no estará operativa antes de que se inicie el nuevo año.

Según asegura el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, las obras del soterramiento de la estación pasante de León alcanzan ya el 95% de ejecución y se trabaja en la renovación de vía para implantar el ancho mixto y suprimir los pasos a nivel en el tramo León-La Robla, en el corredor hacia el Principado de Asturias. En una respuesta parlamentaria en el Congreso de los Diputados, el ministro José Luis Ábalos afirma que están haciendo un esfuerzo «sin precedentes» para modernizar la infraestructura y los servicios ferroviarios en Asturias. Ábalos sostiene que “Asturias contará con servicios de Alta Velocidad equiparables en prestaciones, en tiempo y en todo, al de las grandes ciudades españolas y europeas”, y en eso “se avanza como nunca”. El responsable del Departamento informa que el desarrollo de los trabajos en la Variante de Pajares permitirá el inicio de pruebas en 2021.

Respecto al último tramo, la conexión entre Pola de Lena con el resto de principales ciudades asturianas, el ministro indica que “será la estrategia indicativa para el desarrollo, renovación y mantenimiento de la red ferroviaria de interés general durante los próximos años, que estamos elaborando, la que va a establecer los criterios sobre los que planificar y diseñar la finalización de los grandes corredores de alta velocidad en España”.