Joyas de Delicias: La Pucheta


Pucheta es el nombre de una estación del ferrocarril de Triano; se encuentra en el punto kilométrico 10,5 de la línea férrea de ancho ibérico que une Barakaldo con Muskiz. Parte este arte trazado dio sus primeros pasos en 1865 de la mano de la Diputación de Bizkaia y se proyectó con clara vocación industrial. Curiosamente utiliza una trocha de ancho ibérico y no métrica, como es normal en este tipo de líneas. Durante su primer cuarto de siglo, sus carriles sirvieron de soporte exclusivo para los trenes de mineral de hierro que bajaban del monte Triano, con destino a los cargaderos sobre el río Nervión donde se embarcaba hacia los principales centros industriales europeos. Algo que cambió en 1889 cuando la línea se enlazó en Barakaldo con el trazado Portugalete-Bilbao empezando desde ese momento a transportar viajeros.​ Hoy el B.P.T. está integrado en la línea C-2 de cercanías de Renfe.

Esta línea contribuye a la revolución industrial y al desarrollo de la siderurgia moderna. Se abre al servicio público el 16 de abril de 1865, prácticamente en monopolio hasta 1876, en vísperas de la tercera Guerra Carlista. Terminado el conflito bélico se inaugura el ferrocarril de Galdames y se ponen en explotación otras dos líneas importantes: la de la Orconera y la de la Franco-Belga. Con la conclusión del ferrocarril de El Regato y la ampliación del ferrocarril de Triano (alcanza los 12,876 kilómetros) se completa la red ferroviaria principal de la zona minera de las Encartaciones.

El ferrocarril de Triano no era una línea menor; sino todo lo contrario. Se llegaban a formar trenes que, con un promedio de doce vagones y a unos 20 kilómetros por hora, transportaban anualmente 205.000 toneladas de mineral. Entre 1865 y 1940 se calcula que llegó a transportar 52.923.833 toneladas, lo que le supuso a la Diputación de Bizkaia un beneficio neto de 44 millones de pesetas.

Una de las locomotoras del parque móvil del ferrocarril de Triano, se bautiza con el nombre de Pucheta. Es la única de la línea que opera con rodaje 1-3-0-ST (saddle tank, tanque en albarda). «Nunca hubo en la vía española de ancho ibérico una locomotora tanque con este rodaje», asegura Ángel Rivera (autor del magnífico blog Trenes y Tiempos). La fabrica Sharp, Stewart & Co. Ltd., de Mnchester, en 1887. Llega a la localidad vizcaína con el número de fábrica 3405 y allí recibe el 13 de la compañía minera (numeración que aún puede verse en la parte posterior de su cabina). Con 37,5 toneladas de peso, tiene una potencia de 486 caballos y un esfuerzo de tracción de 6.527 kilogramos, que es bastante superior a los 5.360 de las 030 mayoritarias en la compañía. Es la máquina más potente del Triano hasta 1910, cuando se adquieren dos máquinas del rodaje 0-4-0.

Su característica principal es su depósito de agua, que cubre la caldera a modo de caparazón, recibiendo también la denominación de “tanque de albarda”. El agua era ligeramente precalentada por la caldera, lo que reducía la pérdida de presión que se producía cuando se inyectaba agua fría. Sin embargo, en ocasiones, si el agua se calentaba demasiado los inyectores perdían eficiencia y podían fallar. Además, si bien este tipo de tanque proporcionaba un mayor suministro de agua a la máquina (3,5m3 de capacidad), limitaba el tamaño de la caldera. Por otro lado, el centro de gravedad de la locomotora es más alto y la visión del maquinista más limitada, por lo que se debía reducir la velocidad para una conducción segura. Tenía una carbonera en la parte posterior de la cabina con capacidad para 1.700 kilogramos.

Cuando en 1941 el Ferrocarril de Triano pasó a Renfe recibió el número 130-0201. La locomotora quedó destinada al depósito de Miranda de Ebro (Burgos), para hacerlo después al de Olabeaga (Bilbao). Durante bastantes años se la vio realizando maniobras en la estación de Bilbao-Abando, hasta que en 1966 fue dada de baja definitivamente. La máquina del Triano fue apartada a la reserva de Ollargan. La recuperan en 1972 con motivo del XIX Congreso de la Unión Europea de Modelistas Ferroviarios y Amigos del Ferrocarril (MOROP). Las antiguas instalaciones abandonadas del depósito de Villanueva sirvieron de escenario para realizar una amplia exposición de locomotoras de vapor, pues el recinto disponía de una fabulosa rotonda con 12 vías cubiertas, un puente giratorio y una serie de depósitos de agua. Años después (1990) estas antiguas dependencias ferroviarias albergan el Museo del Ferrocarril de Catalunya.

Allí lucía sobre el capitel de su chimenea una cubierta de escape de humo, colocada para evitar problemas en la circulación de líneas electrificadas. Finalizada la muestra, se trasladó a Logroño y posteriormente, en 1977, a los extintos depósitos de Príncipe Pío (Madrid). Desde allí, llega en 1981 al Museo del Ferrocarril de Madrid para formar parte de la colección permanente, siendo incluida en la incoación de expediente de declaración de bien de interés cultural en 1996.

Las singulares características de la red ferroviaria se reflejaron también en su parque de locomotoras de vapor. Ningún otro país de Europa tuvo tal cantidad de modelos de distintos fabricantes y las mantuvo en servicio durante tanto tiempo. En los años 50 y 60 del pasado siglo, junto a las modernas máquinas adquiridas por la propia Renfe, que se encontraban entre las más potentes de Europa, prestaban servicio otras centenarias, cuya heterogeneidad convertía el parque de tracción de Renfe en un auténtico museo del ferrocarril en activo, para delicias de los aficionados de todo el mundo, pero con la consiguiente repercusión negativa en las cuentas de explotación.

El parque de locomotoras de vapor alcanzó su mayor auge en el año 1954 en el que prestaban servicio 3.449 locomotoras. A partir de dicho año el número de locomotoras de vapor empezó a disminuir. El plan de modernización, iniciado en 1964, puso el acento especialmente en la dieselización y electrificación, lo que redujo de forma masiva el sistema de tracción vapor. A partir de 1968 queda suprimida la tracción vapor con carbón. Quedaban en servicio 684 locomotoras fuelizadas de las que sólo se mantenían activas 308 y había 11 de vapor-carbón que solo utilizaban para el rodaje de películas. En los siguientes siete años continuó la reducción del parque de locomotoras de vapor. Los cuatro últimos depósitos que prestaron servicio fueron los de Soria, Castejón, Salamanca y Ciudad Real.

(Fuente FFE, Vía Libre, Angel Rivera y Oscar Ramos)

Una respuesta a “Joyas de Delicias: La Pucheta

  1. Me gusta el artículo, muchas gracias por tu trabajo en el blog.

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