Dos años ya. El tranvía de Vélez-Málaga hacía su último trayecto el 4 de junio del 2012 hasta Torre del Mar. Un servicio de autobuses lo sustituye desde entonces, pero el consistorio tiene que seguir pagando los costes de su adquisición. Las tres unidades fueron compradas por 40 millones. Los vehículos refuerzan hoy en día el parque de la ciudad australiana de Sidney.
El tranvía veleño, el primero de Andalucía, nació «herido de muerte». La aventura duró cinco años y ocho meses. El alcalde Francisco Delgado Bonilla (PP) repite machaconamente para justificar la supresión del tranvía que llegó a la ciudad malagueña sin estudios y análisis previos que acreditaran la demanda del servicio y que demostraran su necesidad.
El Ayuntamiento no ha dejado de insistir en que su reanudación solo es posible si se implica la Junta en su financiación. El consistorio cree necesario la ayuda para paliar el déficit, además de apostar por una nueva maquinaria, con convoyes más cortos, baratos y adaptados a la realidad del municipio, lo que posibilitaría una bajada de la tarifa técnica.
Hace unos días la propia consejera, Elena Cortés, insitía en que «había que darle uso a las inversiones realizadas con dinero público». Pero las negociaciones entre ambas instituciones parecen estancadas. El alcalde culpa a la Junta de «marear la perdiz» y que como excusa esgrime ahora la petición de un estudio de movilidad. Delgado Bonilla defiende la actuación municipal y la supresión del tranvía ante el estado de las arcas municipales y el plan de ajuste emprendidio. «Se hizo lo que había que hacer» para contener el déficit y garantizar la prestación del resto de servicios sin poner en peligro las nóminas de los empleados públicos, explica el alcalde.
Para conseguir equilibrar las cuentas, el equipo de gobierno municipal autorizó en abril del 2013 el alquiler por dos años de los convoyes a Sydney, con un canon anual de arrendamiento de 200.000 euros más IVA. Tres meses después la maquinaria fue transportada hasta Australia. Pero el tranvía continúa acarreando costes, ya que el Ayuntamiento tiene que seguir pagando el gasto de la adquisición de sus tres unidades móviles.
El tranvía, en el que se invirtió 40 millones de eruos, conectaba desde octubre del 2006 el casco urbano principal de Vélez-Málaga con el núcleo costero de Torre del Mar, en un trazado de 4,7 kilómetros, que debería haberse ampliado en una segunda fase de 1,2 kilómetros, que nunca llegó a entrar en servicio.