El secretario de Estado español de Infraestructuras, Transporte y Viviendas, Rafael Catalá, ha destacado el «desafío» que supone para España el desarrollo del corredor Mediterráneo y del corredor Atlántico a partir del próximo año, en el que comenzarán a financiarse los «proyectos prioritarios». «Abrimos una nueva etapa» en la puesta en marcha de la Red Transeuropea de Transportes, explica Catalá, dado que en enero comienza el periodo de financiación a medio plazo (2014-2020) de las infraestructuras consideradas como prioritarias para la Unión Europea.
«El desarrollo de nuestros dos corredores es nuestro principal desafío«, dijo el secretario de Estado español, quien destacó también la importancia de las autopistas del mar y el respaldo a los puertos españoles. Catalá recalcó el «trabajo fundamental» que se está llevando a cabo en el corredor Mediterráneo en su recorrido por España, al que se han presupuestado «más de mil millones de euros», un enfoque prioritario que también se aplica al corredor Atlántico. Catalá ha firmado con los representantes de Francia y Portugal una declaración de apoyo al desarrollo de sus corredores de transporte, durante las jornadas dedicadas a la TEN-T que se celebran en la capital de Estonia, un acto en el que también estuvo presente el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) responsable de Transportes, Siim Kallas.
Preguntado por la decisión de Francia de retrasar la instalación de la alta velocidad en los tramos ferroviarios que enlazan con la frontera española, Catalá afirmó que el Gobierno español «permanentemente plantea» a París la «importancia» de los corredores. “Es fundamental que Francia esté comprometida; es muy importante que haya reciprocidad en los proyectos transfronterizos, no tiene mucho sentido que cuando haya tramos transfronterizos no haya una velocidad homogénea, lo que tiene que ver con Francia y también con Portugal», explicó.
Catalá aseguró que Francia ha expresado al Gobierno español «su compromiso de mantener las conexiones de los corredores«, aunque indicó que el hecho de que la velocidad de los tramos franceses «sea alta o convencional son estándares de calidad de servicio que son responsabilidad y competencia francesa». «Nosotros llegamos con alta velocidad, pero no podemos decir nada sobre la velocidad en los tramos franceses», aseguró Catalá, quien subrayó la «magnífica relación» que mantienen España y Francia.
Durante las jornadas TEN-T, los responsables nacionales y europeos han podido «hacer balance de todo el trabajo» que se ha hecho en los últimos años para desarrollar las conexiones entre los países europeos. Catalá afirmó que España se encuentra «satisfecha con el balance final» ya que, aunque no ha logrado el reconocimiento de todas las infraestructuras como elegibles para ser cofinanciación europea, sí ha habido un «apoyo unánime a la mayor parte de las peticiones». El secretario de Estado recordó que al haber obtenido el reconocimiento de varias infraestructuras como proyectos prioritarios, España podrá beneficiarse de cofinanciación comunitaria a través del instrumento ‘Conectando Europa’, que está dotado con unos 26.000 millones de euros para el periodo 2014-2020. Catalá recalcó la importancia del proyecto Rail Báltica, dado que supone una oportunidad para las empresas españolas de participar en su desarrollo y «trasladar la experiencia de España en la alta velocidad».
También el Gobierno portugués aplaude el compromiso de los tres países y la Comisión Europea para la creación de un corredor atlántico que enlace el sistema ferroviario de mercancías de Portugal con el resto de Europa. El secretario de Estado de Transportes luso, Sérgio Monteiro, afirmó que la iniciativa permitirá la unión comercial del país con el sistema ferroviario europeo y con ello el aumento de la competitividad a los bienes y servicios de Portugal.
Según fuentes de la Secretaría de Transportes lusa, el proyecto ligará las ciudades portuguesas de Sines, Setúbal, Lisboa, Évora, Santarém, Leiria, Coimbra, Aveiro, Oporto, Viseu y Guarda, con París, y tendrá una extensión hasta Manheim (Alemania). En Portugal la red servirá, además, para conectar el puerto comercial de Sines (Portugal), una de las puertas principales de la UE para el comercio marítimo con América Latina, con Madrid, Irún y el resto del continente.
El proyecto del corredor atlántico fue aprobado en 2011 por la Comisión Europea como parte de una futura red transeuropea de transportes. La fase de inversión para estas infraestructuras empieza el próximo año en el marco del sistema de financiación comunitario previsto para 2014-2020.