El Museo de Azpeitia, sin vapor después de 14 años de circulaciones con locomotoras históricas


Crónica de una muerte anunciada. El Museo Vasco del Ferrocarril boquea. Por primera vez en los últimos catorce años, no habrá circulaciones de vapor durante las vacaciones de Semana Santa y, muy probablemente, el problema se mantendrá durante toda la temporada. Los responsables de la instalación museística no logran sustituir a un grupo de entusiastas colaboradores, que hacían de Azpeitia un museo vivo, por alguien que sea capaz de poner en la vía a las joyas ferroviarias de vía métrica que dan sentido a esta institución. La destitución de Juanjo Olaizola (y su despido de EuskoTren) supone un considerable lastre sobre el futuro del museo.

Los entusiastas Amigos del Museo del Ferrocarril de Azpeitia contribuían, sin remuneración a cambio, a poner en el mapa ferroviario este pequeño rincón de la geografía guipuzcoana. Durante las vacaciones de Semana Santa y verano era cita obligada para cientos de personas (muchos de ellos extranjeros) fundamentalmente atraídos por las circulaciones de vapor, algo casi inédito en los centros españoles. Por eso el Museo de Azpeitia aparecía en un lugar distinguido no solo ante los amantes del ferrocarril ibérico, sino para dispares puntos de la geografía europea. Sólo en los últimos cinco años, la media de visitantes que recibía el museo en estos cinco días superaba los 2.000 (sin contar los menores de cinco años que entraban gratis…). La Semana Santa concentraba cerca del 20% de la demanda de todo el año.

Los responsables de EuskoTren han querido obviar algo que en el mundo ferroviario era de dominio público. Juanjo Olaizola era una parte intrínseca del museo que ha dirigido durante casi veinte años. Y que sin él, y los voluntarios que trabajan a su lado, era difícil mantener el centro en las mismas condiciones que tenía hasta su expulsión. Azpeitia ocupaba un lugar privilegiado en el mapa ferroviario, porque Juanjo Olaizola había sabido realizar un trabajo especial. Apasionado del vapor, ha logrado que el tren vasco sea un referente en el extranjero, a través de su gestión en el museo, al que ha dedicado casi dos décadas de intenso trabajo. Con su dirección, apuesta decidida por el vapor vivo y la restauración del patrimonio ferroviario, las instalaciones de Azpeitia eran un ejemplo museístico que otros centros han intentado copiar. Y había conseguido que la localidad guipuzcoana fuera paso obligado para todos los amantes del tren tanto de España como del extranjero.

Ahora Azpeitia ha perdido su magia. Le falta el vapor, su principal valor y punto de referencia mundial para atraer a visitantes que, de otro modo, dejarán de acudir a las instalaciones del Museo Vasco del Ferrocarril. Al parecer, tras la destitución y despido de Juanjo Olaizola, las autoridades vascas no han conseguido contratar a ningún maquinista. Según fuentes conocedoras del proceso, se han dirigido a la Federación Francesa de Ferrocarriles Turísticos (UNECTO) que ha declinado la invitación, pese a que se ha llegado a ofrecer 600 euros por una jornada (en la comparecencia parlamentaria del pasado 23 de marzo, Javier Cruz Expósito, consejero-felegado de EuskoTren únicamente reconoció 300 euros). Y nadie responde a la llamada.

Sin la presencia de la ‘Aurrera’, ‘Zugastieta’, ‘Euzkadi’ o ‘Portugal’ sobre las vías, los visitantes dejarán de acudir porque solo verán un almacén de máquinas y unidades; quietas, inmóviles y con sus hogares marchitos, a falta de fuego y mantenimiento. Juanjo Olaiozola y su equipo de entusiastas colaboradores (que por cierto no cobraban un solo euro por las largas jornadas de mantenimiento de las máquinas y las de circulación en vía) hacían de Azpeitia lo que el Museo representaba hasta hace bien poco. Y ni con todo el dinero del mundo se puede suplir su entrega y abnegado trabajo, que de un plumazo se ha querido borrar. Sin ninguna consideración, se les ha echado sin tener en cuenta que son necesarios para que el Museo siga estando vivo. Porque las máquinas no se mantienen solas.

Tras el nombramiento de una nueva directora, la Fundación del Museo Vasco del Ferrocarril ha abierto un proceso de selección para cubrir cuatro nuevas vacantes que «ayuden en la gestión, mantenimiento, conservación y promoción» del centro. Pretende cubrir así los puestos de secretaria de dirección; atención al cliente; responsable de área de cultura y didáctica; y documentalista conservador. Puestos que Juanjo Olaizola osaba reunir en su persona y que nunca llegó a plantear su incorporación. Además se ocupaba del mantenimiento de las locomotoras de vapor, dirigía la recuperación del material ferroviario que llegaba a Azpeitia, documentaba los distintos elementos de la colección del museo, elaboraba documentos para publicaciones relacionadas con el mundo del tren, escribía libros sobre el ferrocarril vasco y, además, conducía las joyas del museo, amén de formar a otros maquinistas en las artes de las locomotoras de vapor. No hay duda de que Olaizola salía demasiado caro a la institución.

Lo decía el pasado diciembre. Sólo deseo que el Museo Vasco del Ferrocarril sea una institución viva, como sus locomotoras, y que el silbido de esas máquinas que la han hecho famoso sigan atronando las mañanas de la temporada de vapor. Y, si puede ser, con Juanjo Olaizola; ese futuro estaría garantizado. Me consta; nos consta a todos los que amamos el tren. Sin embargo, el museo está herido de gravedad y una sombra negra se cierne sobre el centro. Nadie habla de su cierre; en absoluto. Pero sin las circulaciones de vapor, que a buen seguro no se van a volver a producir, ya que Olaizola es uno de los pocos maquinistas que tienen licencia para operar con esas joyas del vapor, Azpeitia no será lo mismo. Durante estas vacaciones de Semana Santa, se echará de menos los penachos de humo negro que no hace mucho tiempo se veían junto a las vías del Urola y el silbato de cuatro auténticas joyas del ferrocarril. ¡Juanjo te echamos de menos!

9 Respuestas a “El Museo de Azpeitia, sin vapor después de 14 años de circulaciones con locomotoras históricas

  1. Así es. Quitan al que sabe y luego pasa lo que pasa.

  2. JOAN DALMAU

    Lamento profundamente el cese del Sr JOANJO OLAIZOLA,, gracias a este Sr. pude realizar el sueño de mi vida llevar una maquina de vapor igual que muchos mas. No encuentro motivo para su cese(SERA POLITICO ). .Un fuerte abrazo JUANJO y esperemos que las cosas cambien y la eficiencia y la dedicación sea valorado ante otros intereses

  3. El museo ya no es el mismo. Le falta alma.

  4. La magia del vapor…

    Me haces pensar en el Hogwarts Express de Harry Potter y J. K. Rowling… Albus Dumbledore contra Dolores Umbridge… y Cornelius Fudge.

    Dumbledore ganará, por supuesto.

  5. Pues yo pensaba ir, pero va ha ser que no, si no hay tren de vapor, no hay museo.

  6. Es cada día que pasa más vergonzoso lo que han hecho ciertos políticos vascos con Juanjo Olaizola. Y lo malo es que es no se arrepienten ni reconocen sus errores. Todo lo que tocan con sus sucias manos lo estropean, y en vez de premiar la excelencia lo que hacen es manchar de porquería lo que agarran con las sucias manos de sus intereses ocultos y corruptos. ¡Esto no puede seguir así! Juanjo, los que te conocemos sabemos porqué te han echado, y estamos contigo y contra la injusticia de estos señores, indignos de ocupar los puestos que ocupan.

  7. Anglovasconavarro

    Lo que hace la incapacidad… Pero ¿qué más cosas se estarán cargando?… ¡Qué pena!…. Un emocionado abrazo a Juan José Olaizola…. ¿Cuanto tardaremos en ver cómo, otra institución con alguien al frente con un mínimo de cerebro, quiere fichar a Juanjo para poner en marcha un centro como el que están deshaciendo en Azpeitia?. Eso sí: aqui directora, secretaria, documentalista, trapecista ¡y lo que haga falta «compañeros»!.

  8. Solo toca esperar a las elecciones.

  9. He visitado en dos csnoioaes este museo quedando gratamente impresionado por sus cualidades te9cnicas y el trato personal recibido.Quiero que mis nietos puedan seguir disfrutando de este ambiente generador de vocaciones ingenieriles.Dada la calidad del mismo, bfcue1l es el motivo del relevo -por parte del desprestigiado Gobierno vasco del PSE, hoy en el poder- de su eficiente actual Director del museo?Salvo explicacif3n sensu contrario’ esto me recuerda el caso de El administrador infiel bedblico: premiar a los deudores (o futuros deudores) de su soberano, antes de ser destitueddo del puesto, para granjearse favores posteriores.Urge una justificacif3n convincente.

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