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Europa apuesta por las mercancías por ferrocarril

La Comisión Europea ha dado a conocer su Estrategia para una Movilidad Sostenible con unos objetivos de movilidad cero emisiones, en todos los modos de transporte, con un horizonte en 2050, cuando se habrán reducido en un 90% las emisiones. Propone objetivos y medidas para alcanzar este horizonte, pero pocos actores del sector consideran que sean unos objetivos alcanzables. El transporte de mercancías o pasajeros por carretera, el transporte particular, ferroviario, marítimo y aéreo, todos los modos de transporte deberían estar en un umbral de cero emisiones en 2050, según plantea la Estrategia para una Movilidad Sostenible de la Comisión Europea en donde incluye 82 iniciativas que deben ponerse en marcha en los próximos cuatro años para conseguir una disminución de un 90% de las emisiones actuales, gracias a un “sistema de transporte inteligente, competitivo, seguro, accesible y asequible”.

En cuanto al transporte de mercancías, una parte sustancial del 75% de la carga interior que se transporta hoy en día por carretera debería pasar al ferrocarril y a las vías navegables interiores. Esto será posible gracias al aumento de la capacidad, el fortalecimiento de la coordinación y la cooperación transfronterizas entre los administradores de la infraestructura ferroviaria, una mejor gestión general de la red ferroviaria y el despliegue de nuevas tecnologías, como el acoplamiento digital y la automatización.

Las cifras que se manejan en la Comisión Europea para el ferrocarril de mercancías son cualquier cosa menos modestas, de tal manera que el tráfico de mercancías por ferrocarril aumentará un 50% para 2030 y se duplicará para 2050, aseguran, para afirmar sin medias tintas que ya en 2030, «el transporte intermodal por ferrocarril y por vía navegable podrá competir en igualdad de condiciones con el transporte por carretera en la UE». Esta estrategia de movilidad a escala euorpea sienta las bases para que el sistema de transporte de la UE pueda conseguir su transformación ecológica y digital y sea más resiliente ante futuras crisis, aseguran sus promotores. Como se indica en el Pacto Verde Europeo, el resultado será, si se cumplen los planes fijados, una reducción del 90 % de las emisiones de aquí a 2050.

Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, tiene claro que «para alcanzar nuestros objetivos climáticos, las emisiones procedentes del sector del transporte deben seguir presentando una clara tendencia a la baja. La estrategia de hoy transformará la forma en que las personas y las mercancías se desplazan a través de Europa, y facilitará que se combinen distintos modos de transporte en un mismo viaje. Hemos fijado unos objetivos ambiciosos para todo el sistema de transporte a fin de que la recuperación de la crisis provocada por la Covid-19 sea sostenible, inteligente y resiliente».

Para 2050 todos los modos de transporte tienen que ser sostenibles y disponer de alternativas ecológicas que, junto con unos incentivos adecuados, deben dar como resultado esta transformación de la movilidad. Para ello, el planteamiento es que las emisiones de los medios de transporte deben ser cero, pero no plantea si el combustible utilizado para producir la electricidad o el hidrógeno que impulsará esos modos de transporte también va a ser cero emisiones o no. Es decir, penaliza a los vehículos, pero no a la producción del combustible alternativo.

Este planteamiento para algunos supone una distorsión que impedirá alcanzar los objetivos perseguidos, además de penalizar a algunos modos de transporte, como es el caso del transporte por carretera de viajeros o mercancías, ya que se ve una clara predisposición a trasvasar flujos de transporte, tanto de pasajeros como de mercancías, al ferrocarril (dice el texto que se habrá duplicado en 2050 el volumen de mercancías que se transportan en ferrocarril). Un modo de transporte que, a día de hoy, contamina más que la mayoría de los autobuses que circulan por la Unión Europea.

Los fabricantes de automóviles, furgonetas, autobuses y camiones dudan también de lograr estos objetivos en 2050 si solo se pone el foco en los vehículos y no en las inversiones, que, obligatoriamente, deben realizar los Gobiernos en infraestructuras de carga y repostaje de estos combustibles alternativos, para que resulte factible que los ciudadanos se planteen invertir y renovar sus flotas. Y para renovar las flotas, en un momento económico crítico como el actual, especialmente para las empresas de transporte de viajeros por carretera, deberían prevenirse incentivos o ayudas directamente, porque, si no, la tendencia será a prolongar la vida útil de la flota actual, que cuenta con una edad media ya elevada.

Entre otros objetivos que plantea la Comisión Europea en su Estrategia de Movilidad Sostenible encontramos: En 2030, 30 millones de automóviles de los que circulan en la Unión Europea serán de cero emisiones. Cien ciudades europeas serán neutras con el clima. El tráfico en ferrocarril de alta velocidad se habrá duplicado. Los viajes colectivos de pasajeros en trayectos superiores a 500 kilómetros deben ser neutros en emisiones de carbono. Se habrá hecho ya un despliegue a gran escala de la movilidad automatizada. Habrá disponibles buques cero emisiones para su comercialización a gran escala. En 2035 habrá aeronaves de gran tamaño cero emisiones para su comercialización.

En 2050 todos los vehículos serán cero emisiones (incluye furgonetas, autobuses y vehículos industriales). Se habrá duplicado el trafico ferroviario de mercancías. Habrá una Red Transeuropea de Transporte totalmente multimodal operativa que proporcionará conectividad a alta velocidad para un transporte inteligente y sostenible. Para alcanzar estos objetivos, la Comisión propone, entre otras medidas, la creación de tres millones de puestos de recarga públicos en 2030; hacer más ecológico el transporte de mercancías duplicando el tráfico ferroviario en 2050 y tarificar las emisiones de carbono de manera justa en todos los modos de transporte.

El tren de Noé estaciona en Príncipe Pío

El Tren de Noé, que ha llegado a España transportado por Renfe Mercancías, se ha presentado en la madrileña estación de Príncipe Pío donde, entre los días 5 y 10 de septiembre, se celebrarán jornadas de puertas abiertas durante las que se podrá visitar el convoy que, con sus 200 metros de longitud, está considerado como la obra de arte más larga del mundo. Se trata de una campaña que ha sido impulsada por la alianza Rail Freight Forward (RFF), de la que Renfe Mercancías forma parte, y tiene como objetivo llamar la atención sobre la necesidad de lograr un incremento de la cuota modal del tren en el transporte de mercancías del 18% actual al 30% en 2030. Transfesa Logistics y Captrain España están colaborando con Renfe Mercancías en la iniciativa.

Desde Madrid, Renfe Mercancías transportará el tren hasta la estación barcelonesa de Francia en la que permanecerá expuesto al público entre el 13 y el 15 de septiembre.
El Tren de Noé está formado por contenedores pintados con imágenes de animales, una campaña visual que ha puesto en marcha Rail Freight

Forward, RFF, la alianza integrada por 16 empresas europeas de transporte de mercancías, además de CER y la UIC. Los contenedores que forman el tren han sido pintados por artistas urbanos de todos los países involucrados en la iniciativa. En España, Renfe Mercancías incorporará al tren dos contenedores que han pintado Sabek y MisterPiro, artistas españoles de reconocido prestigio.

La campaña pretende llamar la atención sobre la necesidad de incrementar en Europa la cuota del tren en el transporte de mercancías desde el 18% hasta el 30 % en la próxima década como una importante aportación medioambiental. En este contexto, la política de Responsabilidad Social Corporativa de Renfe se encuentra alineada con la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible auspiciados por la ONU, en especial con los que se enuncian con los números 7 y 13: Energía asequible y no contaminante y Acción por el Clima respectivamente.

El transporte de mercancías por ferrocarril es un elemento clave para conseguir limitar el incremento global de la temperatura a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, tal como se estableció en el Acuerdo de París. En la actualidad, la cuota del tren en el transporte de mercancías se sitúa en el 18% en Europa mientras que en España apenas supera el 4%.

Según recoge el Libro Blanco del Transporte en Europa, elaborado por RFF, en la próxima década los hábitos de consumo indican que el transporte general de mercancías se va a incrementar un 30%. El transporte por ferrocarril, tanto en relación con el transporte de mercancías como de viajeros, lleva aparejados ahorros por costes externos, por “externalidades”. Este concepto se refiere a la monetización de las consecuencias que el transporte genera: emisión de gases contaminantes a la atmósfera, consumo energético, siniestralidad, contaminación acústica y menor congestión de tráfico.

Las externalidades positivas que hasta 2030 generaría el transporte ferroviario de mercancías en Europa si contara con una cuota del 30% del total, alcanzarían en la década los 100.000 millones de euros y la emisión de 290 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera menos, se consumiría 6 veces menos de energía y se reducirán las muertes por accidentes de tráfico ya que el ferrocarril ocasiona 85 veces menos accidentes que la carretera.

En términos absolutos, el ferrocarril genera un coste por factores externos de 8 euros cada 1.000 kilómetros por cada tonelada transportada mientras que el de la navegación fluvial es de 11 euros, el del camión pesado es de 34 euros y de 145 el de los camiones ligeros.
En el mundo, el transporte de mercancías por ferrocarril, que cuenta con una cuota de mercado del 7%, emite menos del 2% del total de gases de efecto invernadero del total del transporte. Por lo que respecta al tipo de energía, el ferrocarril electrificado representa más de un 70% en el mundo y cuenta con la ventaja de poder implementar energías renovables sin necesidad de cambiar de tecnología.

En 2018, Renfe Mercancías transportó 18,4 millones de toneladas de carga lo que supuso un ahorro de costes externos de 258 millones de euros. La mayor parte de estos ahorros, 204 millones (el 75,9%) corresponden a la tracción eléctrica. También la tracción diésel genera ahorros en concepto de externalidades: 53,8 millones, un 24% del total.

En cuanto la emisión de gases de efecto invernadero, la actividad de Renfe Mercancías evitó la circulación de 4.800 camiones diarios y la consiguiente emisión a la atmósfera de 404.924 toneladas de CO2. En términos de ahorro energético, la aportación de Renfe Mercancías fue de 1.631 GWh, una cifra similar al consumo eléctrico de todos los hogares de una población de 1,4 millones de habitantes (similar a la de la Región de Murcia)

El tren de Noé con sus más de 200 metros de longitud se ha convertido en la obra de arte más larga del mundo. Este transporte único hizo su primer viaje desde la ciudad de Katowice cargado con los contenedores aportados por los países miembros de la organización. Después de Polonia el tren ha seguido viajando por Europa: Viena, Berlín, París, Bruselas, Roma, Munich y Luxemburgo han sido algunas de las ciudades en las que ha recalado. El tren concluirá su recorrido el próximo otoño, cuando RFF envíe un contenedor a Chile, donde se celebrará la próxima Conferencia de la ONU sobre el clima, COP25. El propósito de la organización es entregarlos a una empresa ferroviaria chilena para difundir el mensaje de RFF: el planeta necesita urgentemente un cambio modal en el transporte de mercancías.

Rail Freight Forward es una alianza de compañías europeas de transporte ferroviario que se comprometen a reducir drásticamente el impacto negativo del transporte de carga en el planeta y la movilidad a través de la innovación y una combinación de transporte más inteligente. La alianza tiene la ambición de aumentar la participación modal de la carga ferroviaria al 30% para 2030 como la mejor solución macroeconómica para el crecimiento europeo. Se esfuerza por involucrar a las empresas ferroviarias, los administradores de infraestructura y los responsables políticos en toda Europa para que actúen para realizar este cambio modal. Rail Freight Forward es una coalición amplia y en continua expansión compuesta por operadores de carga ferroviaria y respaldada por las asociaciones sectoriales CER, UIC, ERFA y VDV. Los miembros actuales de la coalición Rail Freight Forward son BLS Cargo, CD Cargo, CFL Cargo, DB Cargo, GreenCargo, Lineas, LTE Group, Mercitalia, Ost-West Logistik, PKP Cargo, Rail Cargo Group, SBB Cargo, SNCF Logistics, ZSSK Cargo y Renfe Mercancías.