Metro de Madrid ha decidido suprimir el sistema de tornos abiertos que llevaba ensayando desde hace seis meses, y que se extendía a un total de 35 vestíbulos al no lograr los resultados esperados, como es el agilizar el sistema de entrada al suburbano. La compañía ha optado por concluir esta experiencia piloto y volver de forma homogénea en todas las estaciones al sistema de tornos cerrados.
El resultado de este ensayo ha deparado resultados dispares. En algunas estaciones el sistema ha tenido efectos positivos, sobre todo cuando coincidían con eventos «de gran tamaño» o en paradas con gran afluencia de viajeros. En estaciones «más pequeñas» y con un volumen de viajeros más reducidos, el modelo de tornos abiertos no ha obtenido «los efectos esperados», como es mejorar el tránsito a las instalaciones.
Esta medida se había desplegado, por ejemplo, en las estaciones de Avenida de Guadalajara, La Almudena, Las Rosas, Delicias, Palos de la Frontera, Alameda de Osuna, Almendrales, Canillejas, San Fermín – Orcasur, El Capricho, Villaverde Bajo – Cruce, Manoteras, Ciudad de los Angeles, Hortaleza, Valdeacederas, Arganzuela – Planetario, Carpetana, Valdecarros, La Gavia, La Elipa, San Cristóbal, Las Suertes, Bambú, Pinar del Rey, La Peseta, Aviación Española, Carabanchel Alto, San Francisco y Mirasierra.
El sistema de tornos abiertos en Metro de Madrid comenzó a ensayarse en febrero de 2018 en la estación de Alsacia y desde marzo en Pacífico, Lavapiés y Feria de Madrid. Después se extendió al resto de las estaciones. «Tras varios meses de pruebas y un resultado positivo, se ha decidido ampliar la experiencia a otras 29 estaciones del suburbano, donde se irá instalando este sistema desde finales de 2018 al primer trimestre de 2019», se anunciaba a finales del pasado año.
Metro informaba a través de cartelería en cada una de estas estaciones sobre este nuevo sistema de acceso a los viajeros que igualmente tenían que validar su título de transporte porque si no lo hacían las puertas se cerraban impidiendo la entrada. El consejero delegado de Metro, Borja Carabante, explicaba a los medios de comunicación que este sistema comporta «beneficios» a los usuarios porque mejora la «calidad del servicio y la experiencia del cliente».
La experiencia desarrolada durante este tiempo buscaba comprobar si el sistema mejoraba la «fluidez» de los viajeros en el acceso a las estaciones y se ensayaba también como elemento positivo para el ahorro en mantenimiento. Este sistema sí funciona en otros suburbanos de grandes ciudades europeas. Desde Metro apuntan que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) trasladó a la compañía que simultanear dos sistemas de acceso (puertas cerradas y abiertas) generaba «dificultades» en personas con discapacidad.
Tras el período de prueba, la conclusión de este proyecto piloto es que los tornos abiertos no han llegado a las expectativas iniciales y se vuelve, en consecuencia, al sistema de puertas cerradas que se activan para permitir el acceso cuando se aporta el billete o título de transporte.
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