La Asociación Amigos del Ferrocarril Comarca de Baza y la Plataforma Guadix por el Tren consideran que la llegada al fin del AVE a la ciudad de Granada va a tener repercusiones positivas para las comarcas del sureste peninsular, pero también afirman que no todo puede estar centrado en la alta velocidad si no que la zona necesita un ferrocarril convencional público, social y sostenible que la vertebre.
Más concretamente, estos colectivos ferroviarios denuncian como injusto, dañino e insoportable el aislamiento ferroviario de más de 34 años que sufre un área de once comarcas distribuidas en tres provincias y dos Comunidades Autónomas, tras el cierre de la línea férrea Guadix Baza Almanzora Lorca.
El tren de Alta Velocidad llega este martes a Granada con la puesta en servicio de una nueva línea de 122 kilómetros de longitud entre Antequera (Málaga) y la capital de la Alhambra que, de esta forma, supera varios años de problemas en sus conexiones por ferrocarril. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, presidirá el viaje inaugural del nuevo trayecto, que Renfe pone en servicio comercial para los viajeros el miércoles día 26.
Aprovechando la presencia del presidente del Gobierno, del ministro de Fomento y de distintos cargos políticos en el viaje inaugural del AVE a Granada, Amigos del Ferrocarril Comarca de Baza y Comarca de Guadix por el Tren reclaman a Pedro Sánchez que baje consigo el Estudio Informativo de reapertura del mencionado ramal ferroviario, esto es, la licitación y la adjudicación de su realización en base a la partida ya existente en los Presupuestos Generales del Estado para 2018. En la vuelta del tren se han depositado las esperanzas para frenar la despoblación, la desertización y la pérdida de actividad económica, dar vida en definitiva a estas necesitadas comarcas, por lo que valoran como discriminatorio que el Gobierno de España ni siquiera se haya dignado a algo tan fácil como iniciar la ejecución de la partida presupuestaria.
Los colectivos ferroviarios aseguran que el cierre de esta línea férrea hace más de 34 años condenó a la precariedad a estas comarcas del sureste peninsular, provocando principalmente problemas de despoblación y pérdida de actividad socioeconómica. Desde entonces, esta zona de la “España vaciada” sufre una cruel y doble marginación: se encuentra demasiado lejos del Gobierno de España y está demasiado olvidada por parte de la Junta de Andalucía.
No solo reclaman al Parlamento andaluz que apoye explícitamente la vuelta del tren, sino que exija al Gobierno estatal que inicie de inmediato la ejecución del estudio informativo, así como que aumente su partida hasta las 1,6 millones con el fin de que tal estudio tenga garantías plenas.