Ada Colau vuelve a la carga. En el próximo pleno, el equipo de gobierno de Barcelona volverá a someter a votación la conexión del tranvía por la avenida Diagonal, un plan que ya volvió al cajón en mayo del año pasado después de que toda la oposición salvo el PSC votara en contra del mismo. Muy probablemente, la corporación volverá a tumbar el plan de la Alcaldía.
La oposición acusa a la alcaldesa de intentar tapar «el fracaso de su gestión» y «el rechazo ciudadano» con el anuncio de que Barcelona en Comú (BComú) llevará su propuesta de conexión del tranvía por la avenida Diagonal al pleno de enero. La teniente de alcaldía, Janet Sanz, ha alegado que el 62,9% de los ciudadanos quiere esta infraesctructura. Lo dice el barómetro municipal presentado este jueves por el Ayuntamiento, el mismo que arroja que la principal preocupación de los barceloneses es la inseguridad y que ha empeorado la percepción ciudadana sobre el gobierno municipal.
El presidente del PDeCAT, Xavier Trias, denuncia que Ada Colau intenta «tapar desesperadamente el fracaso de su gestión» y recuerda que «no hay consenso técnico» y que el único acuerdo político que existe se concreta en «poner en marcha en la Diagonal la línea D30 de la nueva red de buses». Por su parte, el alcaldable de ERC, Ernest Maragall, destaca que están a favor de «tirar adelante la conexión del tranvía» pero no «a golpe de rueda de prensa» ni con «precipitación y frivolidad», después que Janet Sanz haya apelado directamente a su partido en esta cuestión.
Ernest Maragall también rechaza un pronunciamiento político en el pleno a favor del tranvía ya que, según él, «no hace falta volver a votar cada dos días a favor de un problema que no se está resolviendo bien» y que necesita «responsabilidad institucional». Por su parte, la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos, Carina Mejías, destaca que «Colau pretende tapar el fracaso de su gestión recuperando proyectos fallidos» y lo tilda de «clara estrategia electoralista». Manuel Valls no ve el tranvía como una prioridad.
El PSC ha pedido en un comunicado a BComú que «no utilice el tranvía como arma electoral por segunda vez» y reclama que solo lo lleve al pleno si tiene «una mayoría que le de apoyo». Los socialistas también califican la iniciativa de «cortina de humo para tapar los desastrosos resultados de la gestión de Colau«.
«Estoy a favor de la unión del tranvía Llobregat-Besós, pero cuestiono que sea por la Diagonal y que sea la prioridad, ya que la L9 no se ha acabado y no ha entrado en servicio la línea D30 de bus. Además, Colau quiere pagar los 150 millones de euros de la infraestructura cuando es competencia de la Generalitat», escribe en un tuit, el presidente del grupo del PP, Alberto Fernández Díaz. También con un tuit el concejal no adscrito Gerard Ardanuy muestra su apoyo a la propuesta y proclama su «voto a favor de unir el tranvía por la Diagonal».
El equipo de Colau lanzó durante los primeros meses de 2018 una ofensiva en defensa de la unión del tranvía por la Diagonal. El Ajuntament encargó un estudio al Institut Cerdà sobre el impacto del tranvía por la Diagonal sobre los comercios y, según los datos, en algunos tramos podrían registrarse aumentos en la facturación entre un 2% (tramo Francesc Macià-paseo de Gràcia) y un 22% (tramo Sardenya-Badajoz) gracias al aumento previsto de clientes potenciales. En enero, entidades vecinales y sindicales se unieron para crear la plataforma ‘Unamos los tranvías’ para reclamar la conexión del TramBaix y el TramBesòs por la Diagonal. La plataforma defiende que el tranvía «es el transporte público más accesible y mejor valorado por la ciudadanía y los usuarios del transporte público».
Otro estudio, esta vez encargado por BComú -el partido de Colau-, asegura que unir el tranvía por la Diagonal podría evitar 6 muertes anuales en Barcelona por contaminación, mejorará la calidad de vida y la seguridad de los ciudadanos. Las universidades de Barcelona, la UPF, la UPC y la UOC han defendido que la unión de los tranvías permitiría el desplazamiento entre los diversos campus universitarios sin cambiar de medio de transporte. Afirman ademá que la conexión generaría una visión de una Barcelona verde, sostenible y pensada paras las personas y la mejora de la calidad de vida.