Pendientes, desniveles, ríos, barrancos, montañas, desfiladeros…las obras de la Alta Velocidad deben salvar todo tipo de obstáculos para construir líneas lo más rectas posibles. De ahí la gran cantidad de túneles, viaductos y puentes que se construyen a lo largo de un trazado de estas características; es más exigente que una línea convencional. Los ingenieros están preparados para solventar cualquier dificultad. Pero hay ocasiones, en que surge lo inesperado y obliga a pensar en soluciones menos convencionales y que no aparecen en el manual. ¿Cómo se debe actuar en una zona poblada por animales? ¿Y qué hacer con ellos si además están protegidos por ley?
Laa empresa encargada de los trabajos para la construcción del tramo Pulpí-Cuevas del Almanzora, en la línea entre Almería y Murcia, debe realizar labores de recogida y puesta a salvo de las poblaciones de tortuga mora (testudo graeca) que se ubican en el área por el que discurrirá el ramal ferroviario. Sacyr solicitó el 22 de febrero ante la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio la preceptiva autorización para el manejo de las tortugas en virtud de la declaración de impacto ambiental favorable emitida por el anterior Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en septiembre de 2010. La Juan de Andalucía precisa que el rescate de las tortugas «debe realizarlo el promotor de las obras (Adif) bajo la supervisión de la consejería» después de que el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, pidiera este jueves que se «aceleren los trabajos de retirada» de los ejemplares para iniciar las obras, lo que se prevé para junio.
La Administración andaluza especifica que los trabajos de traslado de los ejemplares de tortuga que se localicen en la traza de las obras del tren de alta velocidad son «sencillos», puesto que se basan en llevar a los especímenes a puntos cercanos a salvo de la obras y balizar el área de obras para que los animales no vuelvan a entrar. También recuerda que la actividad de estos animales se recupera entre finales de marzo y abril con la mejora de las condiciones meteorológicas, de forma que es en este periodo cuando es más fácil detectarlos. A finales de octubre del año pasado se mantuvo una reunión con Adif para clarificar las actuaciones de manejo de los animales
Según publica el BOE, el promotor de la obra propuso como medidas de protección de la tortuga mora limitar los movimientos de tierra en las áreas en que coincida su biotopo con la cuadrícula de distribución de la especie durante las épocas de celo, apareamiento y nacimiento de crías, esto es, entre marzo y abril y entre septiembre y octubre. Antes del inicio de las obras, preferiblemente en primavera y por las mañanas, se realizarán batidas de prospección y retirada de ejemplares de tortuga mora en las áreas de su zona de distribución que vayan a ser afectadas por las obras (después del replanteo), contando con el permiso para la manipulación de especies protegidas y el asesoramiento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
La única población autóctona de la especie se encuentra diseminada en la zona litoral de las provincias de Murcia y Almería, desde Mazarrón hasta Carboneras, adentrándose hasta Lorca y Sorbas, según indican los estudios de López Jurado y cols. publicados en 1979. Desde entonces los escasos trabajos realizados ponen de manifiesto la fragmentación y reducción de las poblaciones y áreas de distribución. En Almería, los núcleos más importantes de población se encuentran en las sierras litorales más orientales como Cabrera, Bédar o las sierras de los Pinos y del Aguilón.
Los individuos encontrados se trasladarán a lugares cercanos, fuera del área de obras. Las zonas de procedencia deberán ser valladas para impedir que las tortugas puedan volver al punto de origen, cumpliendo las dimensiones de luz y características de malla que aparecen en el estudio de impacto ambiental.
El promotor propone, además, la firma de un convenio entre Adif y la Junta de Andalucía para la realización de determinados estudios sobre la tortuga mora, como la concienciación ambiental de la población, realización de estudios de patologías de la especie en cautividad y seguimiento de los ejemplares traslocados. También se plantean una serie de medidas de protección de aves esteparias, como el establecimiento de un cronograma de obras que evite el inicio de los trabajos durante los meses de nidificación y cría de las especies de aves presentes en los tramos definidos. Esta medida está dirigida especialmente a la preservación de las poblaciones de alondra ricotí y camachuelo trompetero, especies que comparten un biotopo común. Esta restricción se deberá concretar en los tramos de mayor probabilidad de presencia de estas especies, entre la Rambla del Cambronal y la Rambla de las Higueruelas. Se estima como periodo crítico los meses de febrero y marzo, con lo que se debe evitar el inicio de las obras en este periodo, en los tramos indicados.
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