Archivo diario: agosto 1, 2009

Papá, ven en tren



El lema ‘Papá, ven en tren’ es uno de los más antiguos de los primeros reclamos publicitarios que recuerdo. Quizá sea de principios de los setenta, aunque no acierto a saber el año exacto. De cualquier forma, este y el otro de «Con Iberia ya hubiera llegado» competían ofreciendo servicios de transporte para restar tráfico a las carreteras españolas, pero con poca fortuna visto lo visto.

Los trenes de la época tardaban en llegar una eternidad. Salvo honrosas excepciones, tampoco ofrecían comodidad. Ni velocces, ni cómodos y con una imagen de la compañía operadora poco gratificante. Los trenes de nuestra niñez,cons estaciones y apeaderos donde el servicio de cantina permanecían abiertos casi las veinticuatro horas del día. Aquellos trenes sin calefacción ni aire acondicionado, que permitían a los viajeros apearse casi en marcha para llegar antes de que se abarrotara hsta la barra del bar, pedir y pagar de prisa, antes de que el jefe de estaciones diera la salida correspondiente.

Ahora, con el trasiego vacacional, el traslado de un lugar a otro de los veraneantes que terminan o empiezan su descanso estival, la nostalgia me invade y el anuncio me asalta la memoria.