Archivo diario: enero 3, 2009

Una noche mágica

La verdad que la noche del 5 de enero era muy muy especial. Supongo que ahora también lo será, aunque los chavales de hoy en día tienen de todo y parece que nada les hace ilusión durante mucho tiempo. Los niños de entonces (tampoco son demasiados años, no os vayáis a creer) teníamos bastantes menos cosas. Por eso, soñar con un tren eléctrico era un sueño mágico.

Mis hijos se ríen cuando les cuento que en mi niñez no había playstation, ni psp, ni gameboy, ni ds, ni ordenador…. ni casi televisión (la primera que compraron mis padres era una schneider alemana en blanco y negro cuando yo tenía unos siete años). Por eso la noche de Reyes era algo más especial y el tren eléctrico era de ensueño.

Por supuesto que lo máximo que podías conseguir era un óvalo con una locomotora y cuatro vagones (casi siempre de mercancías) en escala 0. Vueltas y más vueltas en un pequeño circuito que, al poco tiempo, volvía a la caja donde había sido embalado. Más que nada porque acababas aburrido de hacer descarrilar el convoy dándole la máxima velocidad que permitía el mando del transformador.

Nada que ver con las maquetas de tren de hoy en día. Los dioramas han dejado el simple óvalo de iniciación. Desde el primer momento, puedes montar un escenario completo donde se mueven a la vez dos o más locomotoras y, además, a velocidades distintas y por la misma vía. La digitalización de las máquinas ha permitido representar a escala el mundo del tren en cualquier escenario del planeta.

Si os queréis meter en ese mundillo pasaros por cualquier comercio especializado y contemplad cómo aquel sueño mágico de vuestra niñez se puede hacer realidad y ocupar vuestras horas de ocio. ¡Cuidado porque es adictivo!