Proyecto Hyperloop, la esperanza en una nueva tecnología del transporte


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¿Es posible poner en marcha la tecnología de Hyperloop antes de 2020? Energía renovable, alta velocidad, bajo coste de construcción son los ingredientes de Hyperloop, un proyecto impulsado en 2013 por el empresario Elon Musk (PayPal, Tesla y Space X) que, por el momento, sólo existe sobre el papel, pero que espera empezar a transportar viajeros en 2018 o 2019, según su consejero delegado Dirk Ahlborn.

Ahlborn explicao que Hyperloop combina tecnologías que ya existían y que ya se ha desarrollado un diseño operativo que se probará en un trayecto de 8 kilómetros en Quay Valley (California). El nuevo ingenio es una cápsula en la que los pasajeros levitan dentro de un tubo, en el que hay una presión muy baja, y que puede desplazarse a una velocidad muy rápida con poca energía y alcanzar los 1.200 kilómetros.

La NASA, Boeing, Tesla, SpaceX, Cisco, Google, Yahoo, Airbus, Harvard, Stanford, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y XSpain son algunas de las organizaciones de las que proceden los 420 profesionales de distintos países, compañías y universidades que dedican más de 10 horas semanales a trabajar en este proyecto a cambio de una participación en la empresa.

«A finales de 2014 terminamos el estudio de viabilidad. Ya tenemos la tecnología. (…) Estamos trabajando en las licencias, el año que viene empieza la construcción y en 2018 o en 2019 abriremos para el público«, asegura Ahlborn. «Es un prototipo que funciona y con el que vamos a mover 10 millones de personas al año. (…) A los ocho años, la inversión será rentable», añade.

El diseño sigue recibiendo cambios a diario y el equipo de Hyperloop aún ha de solucionar determinados aspectos, como el diseño óptimo de embarque en aparatos que parten cada 30 segundos. Por el momento, el proyecto es privado y carece de financiación pública.

Según Ahlborn, una veintena de ciudades ya se han interesado por esta tecnología de transporte, que, según subraya, tendrá más éxito en África, Asia y Oriente Medio debido a que plantean menos trabas burocráticas y gubernamentales para construir infraestructuras. «Más difícil que la tecnología y que conseguir el dinero necesario es tener la aprobación pública, la aprobación de los gobiernos, porque es un proyecto de infraestructura muy largo», subraya este directivo.

Ahlborn defiende que el coste de construcción de Hyperloop es muy inferior al de la red ferroviaria de alta velocidad y dice que la línea entre San Francisco y Los Ángeles -que haría el trayecto en media hora- costaría unos 16.000 millones de dólares, frente a los 68.000 millones del tren.

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