¿Quién vigila nuestros trenes?


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Estación de Abando en Bilbao. Son las 19.35 de la tarde del martes. Fuego en uno de los trenes apartados en las vías traseras de la terminal bilbaína. La alarma llega a los bomberos que en pocos minutos se presentan en el lugar y apagan el fuego. El humo que provoca la combustión hace temer lo peor. Al final, los coches allí estacionados no sufren desperfectos serios. ¿Quién ha provocado el incendio?

La pregunta asalta a los aficionados al ferrocarril que no hace mucho conocían con incredulidad el asalto a dos trenes históricos, la rama 1B19 del Talgo III y el TER 9736 que fueron desvalijados de equipos básicos y diversos elementos. La vigilancia en la zona es escasa y los trenes están a merced de cualquiera. La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao dispone allí de la unidad eléctrica 439-006 y teme por la integridad del convoy (intenta trasladarla algún lugar donde de verdad pueda preservarse). Hay preocupación. ¿También los responsables de Adif y Renfe sufren esa desazón?

La seguridad en Abando deja mucho que desear. No sé qué pasa en otras estaciones. Seguramente será parecido. Los aficionados saben, porque lo han sufrido, que los vigilantes les pondrán mil y una pegas en cuanto les vean por la zona sacando imágenes con sus cámaras fotográficas. Lo más probable es que les echen, si carecen del permiso, aunque en su reglamento Adif diga que ya no es necesario obtener el consentimiento para fotografiar los trenes. Pero cuando se trata de impedir la vandalización de las unidades más apartadas, eso es otra cosa. Los vecinos se quejan de un grupo de yonkies que suele campar a sus anchas por los terrenos de la estación y que atemorizan a cuantos ferroviarios deambulan por la zona. Les responsabilizan del robo y destrozoz del material ferroviario.

El incendio del martes pudo traer consecuencias graves. En uno de los apartaderos de Abando permanecen unos quince coches 8.000 (algunos de ellos antiguos coche cama Gran Clase tipo 160) y el fuego que se produjo en un almacén cercano estuvo a punto de prender en uno de los vehículos. De hacbrlo hecho, se habría llevado por delante todos los coches que Renfe mantiene desde hace años en esa zona de las vías muertas. ¿Cuál va a ser su destino? Con toda probabilidad el desguace.

La cuestión es que sin contol ni vigilancia es fácil que, cualquier día, los vehículos acaben por sucumbir a la acción de los desaprensivos. No hay forma de que se mantenga el patrimonio ferroviario que a merced de los rigores del tiempo acaba pudrirss o ser pasto de los vándalos. La crisis no contribye tampoco a hacer factible la custodia de los vehículos. Pero los desaprensivos no entienden que haya diferencias entre vehículos históricos o vulgares coches. Ellos solo lo ven como pura mercancia, chatarra que se puede vender para obtener unos cuantos euros. ¡Pobres trenes! ¡Qué poco futuro tienen!

(Imagen Luis Calabor)

5 Respuestas a “¿Quién vigila nuestros trenes?

  1. Por lo que tengo entendido estos vagones estan para ir al desguace. Ojalá me equivoque…

  2. Desde qué se recrudeció la crisis económica los servicios de seguridad se han reducido drásticamente y los vigilantes de seguridad trabajan con frecuencia en patrullas de una sola persona para controlar espacios de miles de metros cuadrados y enfrentarse a bandas de grafiteros o delincuentes perfectamente organizadas. Sus condiciones de trabajo, pasando noches a la intemperie y teniendo incluso que hacer sus necesidades en la calle por carecer de aseos, no las aceptaría ningún trabajador bajo convenio. Hay que demandar seguridad pero no a costa de trabajadores que ganando poco más que el salario mínimo arriesgan su integridad por encima de lo que sería exigible para proteger un patrimonio y un medio de transporte del que se sienten tan partícipes y responsables como cualquier ferroviario. Exijamos seguridad pero no matemos al mensajero.

  3. Carmen. no he pretendido cargar la responsabilidad sobre los vigilantes. Efectivamente el número de dispositivos ha disminudio drásticamente. Y eso se nota. Pero el celo con el que se aplican con los aficionados, no es el mismo con otros tipo de gente. Y soy testigo de ello porque me ha pasado a mí, concretamente en Abando. Lo que no es excusa para tratar de controlar el acceso a las estaciones y mucho menos a los trenes históricos que hay en elagunas de ellas. Gracias por tu comentario

  4. Los coches del tipo WL26x-7100 sí proceden de la reforma de coches BB-8500, pero el resto no tienen nada que ver con la serie 8000: me parece que hay algún A9t-9100, B10t-9300, A10x-10000, BR4x-10800, y gran cantidad de Bc10x-9600. Lo que me sorprende es la presencia de un B10t-2200 (Arco) en la ristra de coches…

  5. La vigilancia en la zona es escasa

    ¿Escasa? Más bien ninguna. Hace años era fácil ver vigilantes por la playa de vías. Actualmente no se ve ninguno.

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