Nuevo incidente en el ferrocarril extremeño. El Talgo Badajoz-Madrid Chamartín ha arrollado a un rebaño de ovejas entre Navalmoral de la Mata (Cáceres) y Oropesa (Toledo), lo que ha obligado al tren a detenerse y luego al cambio de locomotora, según informa Renfe. El tren ha ido a poca velocidad hasta Oropesa, donde los operarios inspeccionaron el convoy para determinar si era necesario cambiar de locomotora, ya que ha sufrido algunos daños en su parte baja.
Finalmente, se ha decidido el cambio de locomotora y sobre las 13.30 horas, con un demora de unos 65 minutos, el tren ha reanudado la marcha hacia Madrid. El incidente ha afectado también al tren de media distancia Madrid Atocha-Huelva, que ha quedado detenido en Oropesa, debido a que es vía única. En el Talgo a Madrid viajaban unas 50 personas.
Este nuevo incidente se suma a una larga lista de problemas, que provocan el hartazgo en la comunidad. De hecho la Asamblea de Extremadura ha admitido a trámite la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por Milana Bonita para que el Ejecutivo regional asuma las competencias en materia de ferrocarriles y contar con un tren digno. La plataforma calcula que serán necesarias unas 45.000 firmas y que el plazo para conseguirlas es de seis meses.
Su intención es que ningún extremeño que quiera se quede sin firmar en defensa de un tren digno para la región y que se cubran los cuatro puntos cardinales, «desde El Gordo hasta Ladrillar y desde Baños de Montemayor a Monesterio». Principalmente, se trata de apoyar «un ley hecha por el pueblo, para el pueblo y en defensa del pueblo», ha indicado el portavoz de este colectivo, Juan Carlos López Duque, que ha pedido la colaboración de las entidades locales. Milana Bonita se ha mostrado convencida de conseguir las firmas debido al «hartazgo» del pueblo extremeño por los continuos retrasos, averías, viajes en autobús «con billete de tren», lavabos atascados y coches inundados.
Milana Bonita es una plataforma ciudadana extremeña que reclama mejores estructuras y comunicaciones ferroviarias con Extremadura. El nombre hace referencia al cariñoso y cándido requiebro con el que Azarías, un ‘inocente’ personaje de la novela ‘Los santos inocentes’ (1981), de Miguel Delibes, llama a su pájaro, una grajilla que levanta el vuelo o vuelve a posarse sobre su hombro a la voz y voluntad del dueño.