Recuperada una joya del patrimonio ferroviario. En breve finalizará la restauración operativa de la locomotora-ténder de vapor ex–Renfe 120-0202, cuyas operaciones se han desarrolado por la colaboración entre el Museo del Ferrocarril de Madrid y las entidades privadas del ámbito de la preservación de nuestro patrimonio ferroviario. La locomotora es de un característico modelo británico de un eje libre anterior y dos ejes acoplados. Su mecanismo y cilindros son interiores.
La construcción de esta elegante máquina tuvo lugar en el año 1877 por los afamados talleres de Sharp Stewart & Co., de Manchester (Gran Bretaña). El encargo fue realizado por la Compañía de los Ferrocarriles de Tarragona a Barcelona y Francia, que numeraría la serie como 23-28. La máquina de la que hablamos sería matriculada con el número 25. Estaba destinada a remolcar los largos y rápidos trenes de viajeros que unían Barcelona con la frontera francesa en Portbou (Girona) ya que el gran diámetro de sus ruedas motrices las hacía muy aptas para servicios de velocidad. Inicialmente, las locomotoras de esta serie estuvieron dotadas de ténder remolcado.
Una vez que la empresa pasó a manos de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA), ésta numeró la serie como 176-181 y, en 1901, acometió su transformación, suprimiéndoles el ténder y convirtiéndolas en locomotoras-ténder. A la antigua locomotora número 25 le correspondió el 178 como número de serie.
Una vez transformadas, y dada la versatilidad que les otorgaba su nueva característica de máquinas-ténder, fueron profusamente utilizadas en los servicios de cercanías prestados por MZA entre Barcelona y las localidades costeras del litoral catalán. Durante décadas fue muy normal verlas al frente de composiciones de cuatro o más coches de cuatro ejes.
Un nueva numeración recayó en esta serie tras la Guerra Civil y la constitución de Renfe. Nada más formalizarse la nueva compañía fueron numeradas como 120-0201 a 120-0204, correspondiéndole a la número 178 de MZA la nueva matrícula 120-0202.
Con los años, estas máquinas fueron desperdigadas por varios puntos de la geografía española. Algunas de ellas acabaron sus días efectuando maniobras en Madrid-Atocha y Sevilla. La 120-0202 en particular lo hizo a finales de la década de 1960 en los Talleres Generales de Atocha. Tras el fin de su servicio activo, esta elegante y potente locomotora fue cedida a la Universidad Autónoma de Madrid, que la colocó con carácter expositivo en un pedestal del campus de Cantoblanco. Desgraciadamente, el paso de los años hizo mella en esta pieza tan singular, llegando a un grado de deterioro muy acusado.
En esta situación, se interesó por ella el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, eligiéndola por su valor patrimonial y sus prestaciones técnicas. Se iniciaron entonces una ronda de contactos entre esta institución, la citada Universidad Autónoma de Madrid y el Museo del Ferrocarril de Madrid. Fruto de tales negociaciones, el 2 de septiembre de 2008 la Fundación de los Ferrocarriles Españoles cedía la locomotora al Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español para su restauración operativa y su utilización en trenes históricos y/o turísticos. El citado centro suscribió con los talleres de ARMF sitos en Pla de Vilanoveta (Lleida) un oportuno contrato en virtud del cual se iniciaron las labores de restauración, de cara a su puesta en servicio.
Tras ello, el día 12 de mayo de 2011 llegaba a Lleida, donde empezó a ser objeto de las primeras actuaciones. Éstas comprendieron el desmontaje completo de la locomotora y el saneamiento o reconstitución de todos sus elementos. Bastidor, caldera, bielas, ejes, ruedas, ballestas de suspensión, cabina, etc. Sin embargo, hubo que fabricar un nuevo bloque de cilindros, dado que el profundo deterioro que presentaban estos elementos los hacía irrecuperables. Tuvo que ser repuesta gran parte de la valvulería que había sido sustraída, así como el silbato y otras numerosas piezas.
Tras varios análisis, la caldera fue probada y certificada con éxito, por loque pudo realizarse nuevamente el montaje general de la locomotora. El pasado 9 de marzo de 2012 se procedió a la primera prueba en marcha, que arrojó un resultado positivo. La máquina evolucionó satisfactoriamente durante varios viajes por las vías adyacentes al taller. En la actualidad se están realizando los últimos ajustes para dejar la máquina en perfecto estado de operatividad. Tras ello serán realizadas las pruebas en línea.
Esta recuperación es una de las más destacadas de cuantas se han llevado a efecto en los últimos años. La locomotora recién restaurada es ya la más antigua en funcionamiento en España por lo que respecta a las vías de ancho ibérico. Gracias a la actuación desarrollada en conjunto entre el Museo del Ferrocarril de Madrid y el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español se ha conseguido volver a poner en marcha una importantísima pieza de nuestro patrimonio histórico ferroviario.
(Imagen ARMF)
Las máquinas tenders de la Compia de Madrid a Zaragoza y Alicante en su numeración antigua eran 600, nosotros niños entonces la bautizamos como cara-culos por uso ambivalente. Esta compañia las utilizaba entones par los trenes omnibus compuestos por coches de balconcillos con caracter regional.
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