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El Museo de Azpeitia cierra las circulaciones con vapor hasta la próxima temporada en primavera

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Este domingo se cierren las circulaciones de la temporada 2013 en el Museo vasco del Ferrocarril. El presente ejercicio culmina con una importante recuperación de la demanda del servicio de trenes de vapor prestado entre el propio Azpeiitia y Lasao. Con un incremento (en noviembre) del 96,3% respecto a la demanda registrada en 2012. El servicio de trenes de vapor ha sido utilizado por 9.212 personas, a falta de las circulaciones especiales que se han puesto en marcha durante las festividades de la Constitución e Inmaculada. En 2012, dicho servicio fue utilizado por 4.691 personas.

Este domingo las salidas serán a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas. Las circulaciones supondrán la última oportunidad de disfrutar de este servicio de trenes históricos durante el presente ejercicio. El museo ha programado una jornada especial de cierre de la temporada 2013 de trenes históricos, con tres circulaciones a las que se sumarán la puesta en marcha de la Grúa de Vapor Grafton de 1920 y el Tranvía eléctrico de Bilbao U-52, de 1932.

La primera circulación hoy estará asegurada por un automotor diesel-eléctrico construido en 1953 por la firma holandesa Allan con destino a los Ferrocarriles Portugueses. La segunda circulación servirá como homenaje a la locomotora de vapor ‘Portugal’ que precisamente este año cumple su primer centenario, construida por la firma alemana Henschel en el año 1913, con destino a los Ferrocarriles de Vía Estrecha de Portugal.

La última circulación de 2013 también tendrá un carácter conmemorativo, ya que estará encabezada por la máquina ‘Zugastieta’, que ha cumplido 125 años en el presente ejercicio. Esta locomotora fue construida en Glasgow por la firma Sharp Stewart, con destino al Ferrocarril de Amorebieta a Gernika, línea inaugurada en el verano de 1888.

El parque del Museo Vasco del Ferrocarril dispone de una de las mejores colecciones ferroviarias de Europa, integrada por más de 75 vehículos de todo tipo: desde locomotoras de vapor, tranvías, trolebuses, automotores y vagones de todas las clases hasta un camión de bomberos. El centro incluye una exposición sobre la máquina herramienta, a través del antiguo taller mecánico del Ferrocarril del Urola, que se conserva tal como fue instalado en 1925. Un antiguo motor eléctrico hacer funcionar sus 16 máquinas a través de un complejo sistema de poleas, correas y embarrados.

De todo el material móvil del museo, destaca la locomotora de vapor ‘Espinal’, construida en 1887 en Newcastle (Reino Unido) por la compañía de Robert Stephenson, hijo de George Stephenson, que ganó el concurso de 1829 que pondría en marcha los servicios de la línea de transporte de pasajeros de Liverpool a Manchester. Esta máquina es, en la actualidad, la más antigua en funcionamiento de las construidas por los Stephenson, así como la locomotora de vapor más antigua en servicio de España. A la ‘Espinal’ se unen ‘Aurrera’ (130-T construida en Reinmo Unido en 1898 por Nasmith Wilson para el Ferrocarril de Elgoibar a San Sebastián); ‘Euzkadi’ (uno de los modelos más representativos de la vía del norte peninsular, construidas para los Ferrocarriles Vascongados por la firma alemana Krauss de Munich entre 1914 y 1921 y que acabaron en el Ponferrada-Villablino, que las retiró en 1989); ‘Portugal’ (CP E205, 1230-T, fabricada por Henschel para los Caminhos de Ferro de Portugal); y ‘Zugaztieta’ (030-T de 1888 de Sharp Steward de Gran Bretaña, para el Ferrocarril de Amorebieta a Gernika). Todas ellas, auténticas joyas del vapor.

Una de las ‘rarezas’ más llamativas, y casi desconocida en otras instalaciones similares, es la grúa de vapor Grafton. Apropiada para vías de ancho ibérico, fue construida en 1920 por la compañía británica Bedford para la empresa Babcock Wilcox, sita en Sestao. Es la única en su género que funciona en España. También posee la unidad eléctrica más antigua en estado de marcha, la locomotora SEFT 101, fabricada en 1925 por AEG de Berlín para el Ferrocarril de San Sebastián a la Frontera Francesa (el popular ‘Topo’).

Además de los vehículos, se pueden encontrar otras colecciones de excepcional interés, entre las que destaca la serie de relojería ferroviaria ‘Jesús Mínguez’, considerada la mejor en su género de Europa. El muestrario se completa con conjuntos de uniformes, faroles, señales, placas de fabricación, etcétera. También merece la pena conocer el antiguo taller de mantenimiento del ferrocarril del Urola, el cual constituye un verdadero museo de máquina-herramienta en funcionamiento. La antigua central eléctrica de transformación nos traslada a un escenario cuya estética recuerda a la película ‘Metrópolis’ de Fritz Lang.

El visitante alcanza realmente el cénit cuando recorre los 5 kilómetros que separan Azpeitia de Lasao a bordo de uno de los coches de época construidos en la cercana Beasain, que, normalmente, están encabezados por la ‘Aurrera’ y donde un revisor ‘pica’ el correspondiente billete. La operación del ‘cambio de agujas’, cuando la locomotora se desengancha para dar la vuelta y volver a encabezar el convoy, es seguida con una atención inusitada, como si fuera un transbordador de la NASA acoplándose a la Estación Espacial Internacional.

Penachos de humo negro y blanco, olor a combustión y carbonilla penetran por las ventanas en este viaje a otra época. Y, en ese momento, recuerdas las frases leídas tantas veces siendo un simple escolar. Largas horas dedicadas al análisis sintáctico de Azorín (Castilla) y su delicada prosa sobre el tren y aquella maravillosa y erudita descripción, que el tiempo ha adormecido, aunque rememoras unas cuantas frases: “Sí; tienen una profunda poesía los caminos de hierro (…) los silbatos agudos de las locomotoras que repercuten bajo las vastas bóvedas de cristales; el barbotar clamoroso del vapor en las calderas; el tráfago de la muchedumbre; el alejarse de un tren hacia las campiñas lejanas y calladas, hacia los mares azules (…)”. Y, casi al alcance de la mano, el Urola sigue impasible camino de ese mar.

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Fotos inéditas de Vicente Crespo y cinco máquinas de vapor en Azpeitia el próximo sábado

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El Museo Vasco del Ferrocarril ofrecerá desde el sábado 5 de octubre una atractiva exposición de fotografías históricas e inéditas de la localidad de Azpeitia de principios del pasado siglo tomadas por el que fuera juez destinado en ese partido judicial Vicente Crespo, leonés y gran aficionado a la fotografía. Ese día, el activo museo gestionado por Iñigo Palomino, director de Euskotren, ofrecerá una jornada especial con motivo de su XIX aniversario. Para ello, se pondrán en marcha cinco vehículos de tracción vapor con los que se que ha efectuado cuatro circulaciones de viajeros en la línea de Azpeitia a Lasao, así como otros movimientos por la playa de vías del Museo.

Los horarios de salida de los trenes históricos en servicio de viajeros se efectuarán desde el museo a las 11.30 (automotor diesel 301 de los ferrocarriles portugueses, de 1953), 12.30 (locomotora de vapor ‘Portugal’, también de los ferrocarriles portugueses, de 1913), 17.00 (locomotora de vapor ‘Aurrera’, del ferrocarril de Elgoibar a San Sebastián, de 1898) y 18.00 horas, (locomotora de vapor ‘Zugastieta’, del ferrocarril de Amorebieta a Bermeo, de 1888). Asimismo, durante toda la jornada efectuará maniobras en la playa de vías la locomotora de vapor ‘Espinal’, construida por Robert Stephenson en 1887 y la grúa de vapor ‘Grafton’ de 1920.

La exposición de fotografías consiste en 32 imágenes históricas e inéditas de la Azpeitia de principios del pasado siglo tomadas por el juez Vicente Crespo Franco. Aficionado a la fotografía, Vicente pudo dedicar el tiempo que le quedaba libre entre pleito y pleito al desarrollo de su afición, lo que le permitió captar diversas imágenes en Azpeitia y su entorno más inmediato. Esta exposición muestra parte de su llamativo trabajo en una época en la que la fotografía era más un arte que una afición.

El parque del Museo Vasco del Ferrocarril dispone de una de las mejores colecciones ferroviarias de Europa, integrada por más de 75 vehículos de todo tipo: desde locomotoras de vapor, tranvías, trolebuses, automotores y vagones de todas las clases hasta un camión de bomberos. El centro incluye una exposición sobre la máquina herramienta, a través del antiguo taller mecánico del Ferrocarril del Urola, que se conserva tal como fue instalado en 1925. Un antiguo motor eléctrico hacer funcionar sus 16 máquinas a través de un complejo sistema de poleas, correas y embarrados.

La primera parte del museo se abrió en 1992; dos años más tarde se empezaron a recibir los trenes, y en 1998 se inauguró el de vapor que se desplaza desde la estación de Azpeitia hasta Lasao. Los fines de semana los visitantes tienen la ocasión de montar en los coches de madera del antiguo tren del Urola, donde, remolcados por locomotoras de vapor, necesitan 20 minutos para recorrer una distancia aproximada de 5 kilómetros.

Una de las ‘rarezas’ más llamativas, y casi desconocida en otras instalaciones similares, es la grúa de vapor ‘Grafton’. Apropiada para vías de ancho ibérico, fue construida en 1920 por la compañía británica Bedford para la empresa Babcock Wilcox, sita en Sestao. Es la única en su género que funciona en España. También posee la unidad eléctrica más antigua en estado de marcha, la locomotora SEFT 101, fabricada en 1925 por AEG de Berlín para el Ferrocarril de San Sebastián a la Frontera Francesa (el popular ‘Topo’).

Además de los vehículos, se pueden encontrar otras colecciones de excepcional interés, entre las que destaca la serie de relojería ferroviaria ‘Jesús Mínguez’, considerada la mejor en su género de Europa. El muestrario se completa con conjuntos de uniformes, faroles, señales, placas de fabricación, etcétera. También merece la pena conocer el antiguo taller de mantenimiento del ferrocarril del Urola, el cual constituye un verdadero museo de máquina-herramienta en funcionamiento.

(Imagen VicenteCrespo. Cortesía Museo Vasco del Ferrocarril)

El tren del Urola vuelve a la palestra tras un estudio de viabilidad encargado por el Gobierno vasco

Vuelve a la actualidad el tren del Urola. El Gobierno vasco ha encargado un estudio para rescatar el que fue en su día el primer ferrocarril eléctrico español que unía las localidades de Zumárraga y Zumaya por tierras que regaba el río guipuzcoano. El tren realizó su último viaje hace 25 años, aunque hoy en día se mantiene con vida en un pequeño tramo entre Azpeitia y Lasao, que utiliza el Museo Vasco del Ferrocarril como atractivo turístico.

La adjudicación de este trabajo, que ha sido publicada en el boletín oficial con fecha 28 de octubre de 2011, recae en la UTE Consultrans/Ines ABEE que en unos seis meses deberá tener redactado el proyecto, que costará cerca de los 100.000 euros.

El tren del Urola tenía un trazado de de 34,4 km de longitud para el que se habían construido 29 túneles y 20 puentes. La duración del viaje era de unos 70 minutos. Contaba con 15 estaciones y apeaderos, cuyos edificios eran diferentes en cada localidad y fueron diseñados por el arquitecto Ramón Cortázar en el estilo del país.

A través del ferrocarril del Urola se unía la localidad de Zumárraga, que era un nudo ferroviario importante al coincidir allí, en un mismo punto, en la llamada Plaza de las estaciones tres líneas ferroviarias: la del ferrocarril del Norte, línea de gran importancia por ser la que unía, por Irún, Madrid con París, a la postre una de las principales líneas de Renfe; la línea de vía estrecha de los Ferrocarriles Vascongados que enlazaba con Vergara y de allí con Vitoria y Éibar y allí con la línea de los Vascongados Bilbao-San Sebastián, y la línea del Ferrocarril del Urola que enlazaba con Zumaya, su puerto, y la línea de vía estrecha de los Vascongados que une Bilbao con San Sebastián.

El ferrocarril se inauguró el 22 de febrero de 1926 por Alfonso XIII, con una plantilla de 130 trabajadores, y su explotación cesó en el otoño de 1986 para cerrar definitivamente el 2 de febrero de 1988, siendo entonces desmanteladas las vías y catenaria. Éstas se volvieron a instalar en un tramo de 10 km para dar servicio al tren de vapor del Museo Vasco del Ferrocarril. Sus cocheras y talleres pasaron a ser la sede de dicho museo, que rehizo 5 kilómetros del trazado, entre Azpeitia y Lasao, sin electrificar, para dar paseos con el material rodante del museo.

El parque de material rodante con el que contaba el Urola se mantuvo sin variaciones relevantes desde su inauguración en 1926 hasta su cierre definitivo en 1988. El que fue el primer ferrocarril eléctrico de España contó con vehículos de caja de madera y metálicas, algunos de construcción nacional, realizados por la empresa guipuzcoana CAF y que fueron los primeros que se construyeron en España con caja enteramente metálica.

El Urola realizó su último viaje hace 25 años y desde entonces, los ciudadanos de la comarca han solicitado en multitud de ocasiones la reposición del servicio. Hace dos años surgió el tema ya que un proyecto preveía la creación de un tren de mercancías. El Ayuntamiento alegó con la petición que el ferrocarril pudiera ser utilizado también por viajeros.