
El tren de Sóller ya es miembro de pleno derecho de la Federación Europea de Ferrocarriles Históricos y Turísticos (Fedecrail), una asociación que aglutina a 650 ferrocarriles y museos ferroviarios de 27 países europeos. El pasado sábado, 19 de junio, se celebró de forma telemática la asamblea (que debía haberse celebrado en 2020 de forma presencial en Bilbao) y la ejecutiva de Fedecrail, donde se aceptó la candidatura del Ferrocarril de Sóller. La presentación, que recoge la historia del ferrocarril desde sus inicios hasta la actualidad, fue votada de forma abrumadoramente mayoritaria.
Con este importante reconocimiento como uno de los mejores trenes históricos en activo en Europa, queda respaldada toda la historia y la trayectoria del centenario Ferrocarril de Sóller. Así, pasa a formar parte de una federación europea que defiende, en todos los países de la Unión, las especiales características de los Ferrocarriles Históricos como ejemplo de la historia viva, el presente y el futuro del Ferrocarril en Europa.
Este tren es uno de los más antiguos y activos del mundo. Sus piezas y sus coches “son originales, lo cual requiere muchísimo trabajo de mantenimiento”. El Tren de Soller solicitó su adhesión a la Fedecrail en octubre de 2019 coincidiendo con la visita a Mallorca de los vicepresidentes de la federación, Jacques Daffis y Heimo Echensperger. Una solicitud que se planteó “ante la necesidad de encontrar vías de interlocución con el Legislador Europeo, con el objetivo de que a la hora de tomar decisiones se tengan en cuenta las peculiaridades de los trenes histórico turísticos, no sólo como entidades que mantienen la historia viva de ferrocarril europeo, sino también como operadores ferroviarios activos”.
El tren de Sóller es una línea que enlaza Palma de Mallorca y Sóller, pasando por Son Sardina y Buñola. Se inauguró el 6 de abril de 1912 y es actualmente una de las pocas líneas ferroviarias privadas de España, ya que la gestiona la empresa Ferrocarril de Sóller S.A. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.
El 16 de abril de 1912 quedó inaugurada la línea ferroviaria que unía Sóller con la capital. El hombre clave en la creación del Ferrocarril de Sóller es, sin duda, Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de la Compañía de Navegación Sollerense, parlamentario y sagaz hombre de negocios. Su visión de futuro le hizo apostar a principios de este siglo por el ferrocarril como medio de transporte entre Sóller y Palma de Mallorca, trayecto que hasta entonces sólo era posible por mar, y por la electricidad como fuente de energía del nuevo tren.