Cierre de temporada y balance positivo. El Tren de la Fresa finalizó el pasado fin de semana la campaña 2017, trigésimo tercera en su historia, con un balance de 8.202 viajeros transportados y una ocupación media del 76% en las 29 circulaciones realizadas. Estas cifras, que suponen un incremento de 1.202 viajeros en relación al año 2016, mantienen la línea de crecimiento positivo con respecto a campañas anteriores.
La campaña 2017 se inició el 29 de abril, con una primera fase que se extendió hasta el 25 de junio, y una segunda, que tuvo lugar entre el 23 de septiembre y el 29 de octubre; 29 viajes sumando ambas. Estas circulaciones se realizaron, como ya es tradicional, los sábados y domingos, ofreciéndose este año la posibilidad de elegir diferentes opciones en el paquete turístico vinculado a la circulación del tren.
Además de la tradicional ruta con visita guiada al Palacio Real y una visita libre al Museo de Falúas, este año se podía optar por un paseo por el Tajo a bordo del Barco Turístico de Aranjuez y las visitas guiadas a los Jardines del Príncipe y de la Isla. También se podría realizar un viaje a bordo del Chiquitrén por parte del casco histórico y el Jardín del Príncipe, junto con una visita guiada al Jardín de la Isla; o la posibilidad de realizar el viaje de ida y vuelta disfrutando de una jornada libre por Aranjuez.
Más de 170.000 pasajeros han viajado a bordo de sus históricos coches de madera desde que en 1984 se promoviera la idea de rememorar el recorrido del que fue el primer ferrocarril de Madrid y el segundo de la Península. Hoy el recorrido se ha transformado en un atractivo viaje en tren al que se suman la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio de Aranjuez, una ciudad que conserva todo el sabor y esplendor de su regia historia.
En la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa estuvo presente en el stand del Consejo Internacional de Museos, donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de un museo a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.
El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas 50 kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.
La línea Madrid-Aranjuez fue considerada inicialmente como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo. Desde que comenzó a funcionar el servicio de esta segunda línea peninsular, contó con gran aceptación entre la población, fundamentalmente por el envío de los productos de la huerta ribereña a Madrid, destacando la emblemática fresa, producto por excelencia del Real Sitio que da nombre al tren.