Archivo diario: enero 13, 2017

Fomento y Renfe buscan puntos de encuentro con las autoridades saudís sobre el ‘AVE del desierto’

obras-infraestructura-ave-del-desierto

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el presidente del consorcio del AVE a la Meca, Jorge Segrelles, se reúnen este fin de semana con el ministro de Transportes de Arabia Saudí, Sulaiman bin Abdullah Al-Hamdan, para tratar de concretar algunos de los términos del acuerdo que ambas partes alcanzaron recientemente para concluir el proyecto en marzo de 2018. Se trata del primer encuentro tanto del titular de Fomento como para del nuevo presidente del consorcio con las autoridades árabes, y tendrá lugar en el marco de la visita oficial que el Rey Felipe VI realiza desde este sábado al país.

De la Serna y Segrelles trasladarán al Gobierno árabe «el compromiso de las empresas que forman el consorcio con la ejecución de la obra y el cumplimiento del acuerdo alcanzado el pasado mes de noviembre», según detalla el ministro tras participar en un acto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). No obstante, el titular de Fomento indica que también se abordará «el desarrollo que algunas de las cuestiones del acuerdo alcanzado requieren para su concreción».

Entre estas cuestiones figura el importe que Arabia está dispuesto a pagar al consorcio español para compensar por los sobrecostes que ha acumulado la construcción del denominado ‘AVE del Desierto’, inicialmente fijado en unos 150 millones de euros, y con el que algunas de las empresas del grupo no estarían de acuerdo, según indican en fuentes conocedoras del proceso.

Otro de los aspectos pendientes para cerrar el acuerdo lo constituye el derecho que, según el contrato original, las empresas españolas tienen a no ser penalizadas en el caso de que la obra se demore más allá de setenta meses (cinco años) desde su comienzo por causas ajenas a ellas. Este derecho se suprimiría en función de los términos del reciente acuerdo. Este acuerdo es el que logró a mediados del pasado mes de noviembre el anterior presidente del consorcio del AVE a la Meca, Pablo Vázquez, logró con Arabia.

En virtud del pacto, el país concedió al grupo español catorce meses más de plazo para concluir los trabajos sin penalizaciones, con lo que se fijó marzo de 2018 como nueva fecha para concluir el proyecto, inicialmente previsto para principios de este año. En este caso, todas las empresas del consorcio están cómodas con el periodo adicional.

El grupo de empresas que a finales de 2011 se hizo con el ‘macrocontrato’ del AVE La Meca-Media son las públicas Renfe, Adif e Ineco, y las privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa y Talgo, esta última como encargada de suministrar los trenes. Se trata de uno de los mayores proyectos logrados por España en el exterior, estimado en unos 6.700 millones de euros, que abarca la colocación de las vías en los 450 kilómetros de longitud de la línea de Alta Velocidad, así como de la superestructura (la electrificación, y los sistemas de seguridad y comunicación), y su posterior explotación.

El consorcio mantiene que la demora del proyecto deriva del retraso con que las empresas encargadas de la fase de obra anterior han entregado la infraestructura. A pesar de ello, sus trabajos en el ‘AVE del Desierto’ presentan actualmente un grado de ejecución de alrededor del 70%.

¿Gamberrada o reivindicación deportiva?

grupo-ciclistas-paseo-gracia

¿Se puede utilizar una bici en los pasillos del metro? ¿Se puede sentir alguien ofendido por esa apráctica? ¿Hay que sancionar a quien se atreve a realizarl un ejercicio de este tipo? ¿Pero alguien se atreve a hacerlo? Son preguntas que uno se plantea al hilo de los acontecimientos. Aunque lo cierto es que hay quien circula en bicicleta por el metro, aun a riesgo de ser sancionado.

Los miembros de Rock&Ride se reúnen todos los domingos a las seis de la tarde para dar una vuelta por la capital catalana. La última salida -llevan ya unas 25- incluye un polémico tramo por el suburbano de Barcelona. «Fue espontáneo e improvisado, no había ninguna maldad en la idea», cuenta Bernardo, uno de los organizadores de esta práctica. Si Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) le acaba multando, dice que la sanción la pagarán entre todos. Muy a regañadientes porque, dice, no gritaron ni empujaron ni violentaron a nadie. «Me sorprende tanto rechazo hacia la bici en Barcelona. Solo intentamos vivir el ciclismo a nuestra manera, sin afán de molestar a nadie, no vamos como cafres. Pero puede que el domingo fuéramos un poco egoístas, es verdad…».

Los lunes y los miércoles por la noche los miembros de Rock&Ride suelen reunirse en la Ciutadella o en la denominada plaza de la Aspirina (el cruce de Diagonal con Marina) para jugar a ‘bike polo’, un deporte que requiere de una gran habilidad, no solo para lograr perforar la portería contraria, sino para evitar dolorosas caídas con la bici. En el grupo, explica su fundador, hay gente «de todo tipo y de todos los barrios». También un padre que acude con su hija de 10 años.

La acción del domingo, sin embargo, ha creado polémica en la Ciudad Condal. Bernardo no tiene muy claro cómo acabará la cosa. Cree que también les puede beneficiar, que más gente quiera unirse a ellos. Pero le sabe mal que tantos ciclistas también les hayan puesto a parir en internet. Es normal, puesto que la bici arrastra en esta ciudad un estigma del que es muy difícil desprenderse. A pesar de que solo están implicadas en el 3,9% de los accidentes registrados en el 2015 en Barcelona (por un 39% de motos o un 46% de turismos), siguen siendo las grandes discutidas de la vía pública. En parte, porque todavía se les permite circular por las aceras, algo que debería prohibirse en año y medio porque así lo dicta la ordenanza. ¿Y ahora cómo se va a ver esta práctica?