Archivo mensual: noviembre 2010

Aquel tranvía de Madrid… sobre plano

El Consorcio de Transportes ha editado un plano histórico con todas las líneas de tranvía que circularon por Madrid entre 1871 y 1972, como complemento a la exposición ‘Del tranvía al Metro Ligero. 150 años de histori'», que puede visitarse hasta finales de noviembre en el Museo del Ferrocarril .

Los curiosos que quieren conocer un poco mejor cómo eran y por dónde circulaban estos primeros tranvías podrán ver sobre un plano del Madrid actual las líneas que llevaban al hipódromo que había donde hoy están los Nuevos Ministerios, al estadio Metropolitano del Atlético de Madrid o a la Ciudad Universitaria. También los tranvías que llegaban a los entonces pueblos de Carabanchel Alto y Bajo, de Fuencarral, Vallecas, El Pardo o Chamartín de la Rosa.

Cuarenta años después de que Nueva York estrenara el tranvía, el 31 de mayo de 1871 se inauguró la primera línea de este medio de transporte en Madrid.

Aquellos primeros vehículos circulaban tirados por caballos o mulas y todavía hubo que esperar unos años más para sustituir la tracción animal por la tracción eléctrica, pasando por la tracción de vapor que comenzó a implantarse en 1879, y que durante mucho tiempo convivió con los tranvías tirados por animales para las grandes distancias.

La primera línea sirvió para comunicar Serrano con el entonces conocido como barrio de Pozas, lo que hoy es Moncloa. Luego fueron extendiéndose por los grandes ejes urbanos como el paseo de la Castellana, Recoletos o el paseo del Prado; el tranvía del Norte llegó a Cuatro Caminos, el del Este hasta Ventas por la calle Alcalá, o algunas incluso llegaron a los que entonces eran los límites de la ciudad o todavía seguían siendo municipios independientes.

El plano muestra también una selección de los modelos de tranvías que circularon por Madrid en sus 101 años de vida, hasta 1972 y que formaron parte del paisaje cotidiano de la ciudad durante todo ese siglo y fueron bautizados por los madrileños con sobrenombres como «los cangrejos» o «los canarios», según su color y apariencia.

Como curiosidad, el plano muestra los indicativos, las «tablillas», que identificaban a las líneas de tranvías de Madrid, cada una de las cuales tenía un diseño y un color diferente para que todos los usuarios pudieran localizar su línea sin problemas aunque no fueran capaces de identificar el número de la línea ni leer la información de las cabeceras.

Este plano está accesible en Internet en la web http://plink.es/1961.

Feve prueba un tranvía propulsado con pilas de hidrógeno

Nuevos tiempos, nuevas energías. El transporte ferroviario no está solo en manos de Renfe. Feve siempre ha permanecido a la sombra de la operadora estatal, pero comienzan a dar signos evidentes de que dispone de proyectos ambiciosos. Uno de estos pasa por explorar las posibilidades del hidrógeno en el sistema ferroviario. La compañía Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha y el Centro de Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía (Cidaut) encabezan un proyecto de estas características, según recoge el último número de la publicación que edita el Ministerio de Fomento.

La iniciativa de ambos organismos pretende desarrollar un tipo de tranvía capaz de moverse gracias a un motor eléctrico que se alimente de la energía procedente de una pila de combustible. Se trata de un dispositivo formado por unas baterías cargadas con hidrógeno, cuyas reacciones químicas generan electricidad y tienen la gran ventaja de no generar ningún residuo contaminante, sólo agua.

Este vehículo laboratorio ha sido creado a partir de uno de los tres coches de un tren de cercanías de la serie 3400, conocido como ‘Fabiolo’, que ya no era utilizado, y que próximamente será sometido a diferentes pruebas en Asturias para evaluar la posible aplicación en un futuro de la pila de combustibles en trenes y otros vehículos ferroviarios. Contará con dos pilas de combustible de 12 kW con capacidad para más de diez kilos de hidrógeno cada una (15 botellas); una batería de 110 kW de potencia y 36,67 kWh de energía; unos condensadores de 75 kW y cuatro motores eléctricos de 25 kW cada uno.

El hidrógeno que se utilice en las pilas de combustible de este prototipo será almacenado en unos tanques de alta presión (200-300 bar) ubicados en el techo del tranvía. Para el repostaje se evaluarán diferentes alternativas, desde el cambio de unas botellas por otras hasta la instalación, en una estación, de un sistema de compresión para poder recargar el hidrógeno necesario.

La energía necesaria para que el tranvía funcione será aportada en su totalidad por las dos pilas de combustible, aunque éstas serán ayudadas por los condensadores de energía en los casos de mayor demanda, como cuando se lleven a cabo fuertes aceleraciones.

Dichos condensadores tienen la capacidad de absorber la energía producida en las fases de frenado, gracias a un sistema que transforma parte de la energía cinética en energía eléctrica. Una vez adaptado, el tranvía pesará unas 23 toneladas y será capaz de alcanzar una velocidad máxima de unos 25 kilómetros hora.

El tranvía de Feve y Cidaut permitirá investigar sobre diferentes alternativas de generación de hidrógeno renovable. Principalmente, se estudiará la generación de hidrógeno a partir de biogás, además de otros procesos para la producción de gases ricos en hidrógeno con el biogás como fuente energética.

El objetivo final es lograr un tranvía con capacidad para desplazarse por la ciudad sin contaminar y con la ventaja de poder eliminar las catenarias, con lo que también se mejora la imagen del entorno.