Archivo de la etiqueta: Arganda

Vía libre para el Tren de Arganda

Este domingo comienza la temporada de primavera del Tren de Arganda, un vetusto convoy que circula por el antiguo Ferrocarril del Tajuña entre la estación de La Poveda en Arganda del Rey y el apeadero de la Laguna del Campillo en Rivas Vaciamadrid. Este viaje al pasado por el este de la Comunidad de Madrid tiene como objeto rememorar cómo se viajaba en este medio de transporte en el siglo XIX, y cómo se trabajaba en oficios ya desaparecidos, como fogonero o guardagujas.

Después de que los voluntarios del Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (Cifvm) hayan estado reparando la vía tras las pasadas inundaciones de Arganda del Rey, el 1 de marzo comienza la temporada de primavera del Tren de Arganda. Este tren forma parte de un ferrocarril histórico, gestionado por esta asociación sin ánimo de lucro. Tiene su salida desde la primera estación todos los domingos de las temporadas de primavera y otoño a las 10.00, 11.00, 12.00 y 13.00 horas. El coste del billete es de solo cinco euros por viajero, salvo los niños menores de tres años que viajan gratis al no ocupar asiento.

El tren está formado por locomotoras de vapor o diésel; coches de madera, algunos ya centenarios, como el AC-201, fabricado por Carde y Escoriaza en 1916, y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda a partir de chasis de antiguos vehículos ferroviarios. Adicionalmente, se acostumbra a incorporar un coche de ‘Jefe de Tren’, reconvertido en coche de pasajeros y procedente del antiguo ferrocarril Ponferrada-Villablino.

Durante el trayecto de ida y vuelta a la Laguna del Campillo, de unos 45 minutos, el tren cruza el río Jarama por el mayor puente metálico de ferrocarril en la Comunidad de Madrid, y discurre paralelo a los riscos de El Piúl hasta llegar a la laguna Campillo. Ya en el apeadero, la locomotora efectúa la maniobra de cambio del sentido de la marcha y puede ser contemplada en vivo por los viajeros. En estas fechas cercanas a la primavera, los visitantes también podrán disfrutar de la observación en la cercana laguna de cientos de aves, como zampullines, garzas reales o somormujos, que anidan o realizan paradas migratorias en pleno Parque Regional del Sureste.

Este centenario tren de vapor no es el único protagonista de esta vuelta al pasado, ya que toda la línea ferroviaria y sus instalaciones, como la estación y el apeadero de La Poveda, la cabina de “enclavamientos y señales”, o los talleres en los que se restauran los vehículos, constituyen el Museo del Tren de Arganda, un auténtico museo vivo del ferrocarril. Además, en una nave anexa a los talleres de Cifvm, situados en el apeadero de La Poveda, los miembros de la Asociación Cultural Ferroviaria de Madrid (Asocufe) permiten disfrutar de una gran maqueta de tren a escala HO. Para hacer más cómoda la visita a esta maqueta, el Cifvm pone en circulación un pequeño tren lanzadera desde la estación de La Poveda al apeadero del mismo nombre al término de cada viaje del Tren de Arganda, excepto el que tiene salida a las 13.00 horas. El precio de la visita a la maqueta, que incluye el traslado en el tren lanzadera es de dos euros.

Los miércoles lectivos, también se realizan visitas de grupos escolares, que incluyen el viaje en el Tren de Arganda, con tracción diésel, y también la visita al museo de la estación de La Poveda, donde se ven sus instalaciones ferroviarias, como el depósito de agua y su aguada, el accionamiento de un aparato de vía, las barreras del paso a nivel, la carbonera o la caseta de enclavamientos y señales. También se podrá visitar la maqueta de ASOCUFE.

Además de las labores de reconstrucción de la infraestructura que han tenido que hacer por las inundaciones del pasado otoño, los voluntarios del Cifvm continúan todo el año reparando y restaurando locomotoras, coches, vagones y demás elementos ferroviarios para que el tren pueda circular en estas fechas, y para conservar este patrimonio que pertenece a nuestra historia. Esta asociación se formó en 1987 de la mano un grupo de aficionados al tren para dar rienda suelta a sus hobbies ferroviarios, que en esos primeros años era el del modelismo tripulado de 5 pulgadas. Tres años más tarde, decidieron comprar su primer vehículo de ‘tamaño real’, una máquina de vapor de ancho de vía métrico que iba a ser desguazada y que, una vez restaurada, recibiría el nombre de la localidad de adopción: ‘Arganda’.

Esta locomotora fue alojada en una nave industrial de Arganda muy próxima al trazado del antiguo Ferrocarril del Tajuña, la cual les fue cedida por el Ayuntamiento de esta localidad madrileña. Inicialmente, los miembros del Cifvm, a la vez que empezaron la restauración de la locomotora, siguieron trabajando con sus trenes de 5 pulgadas pero, a medida que iban consiguiendo más vehículos de ‘tamaño real’, como dos cisternas del Ferrocarril del Tajuña o cuatro vagones dedicados al transporte de mercancías procedentes de los Ferrocarriles de la Generalitat Catalana, decidieron dedicarse en exclusiva a esta nueva tarea.

En noviembre de 1997 dejó de circular el último tren comercial del Ferrocarril del Tajuña en único tramo activo que quedaba (Alto de Morata-Vicálvaro) consiguiendo la asociación, en conversaciones con la cementera Portland-Valderrivas, propietaria del ferrocarril, como con la Comunidad Autónoma de Madrid, que no se desmantelase el pequeño tramo de casi cuatro kilómetros, por el que ahora circula el tren. Después de varios años de reconstrucción de la línea y del material ferroviario, el 4 de mayo de 2005 se inaugura el Museo del Tren de Arganda y se pone en marcha la circulación ‘regular’ del conocido tren.

A partir de entonces, el Cifvm se ha dedicado a la compra y restauración de material móvil, al mantenimiento del antiguo y también de la línea por donde circula o a la promoción de los viajes en el Tren de Arganda, volviendo a poner en uso el viejo soniquete de “… que pita más que anda”, dada la reducida velocidad a la que se realiza el viaje, lo que permite un completo disfrute del paisaje.

Vía libre para los trenes históricos

Todo listo para la temporada de primavera. El Tren Minero de Utrillas, el Tren de Arganda y los convoyes del Museo Vasco del Ferrocarril tienen a punto sus instalaciones después de una corta pausa para preparar y reparar sus locomotoras, coches y vías, para que lucir ante sus visitantes sus joyas más preciadas. Son modelos de recuperación de material móvil y trazados que atraen cada años a miles de personas a bordo de los trenes, viajeros que abonan sus billetes (ingresos que financian los proyectos) y viajeros que hacen un gasto en el territorio en hostelería (alojamiento y restauración) y otros proyectos de ocio.

El primero en circular es el tren de Utrillas. Este sábado recorrerá las líneas auxiliares de la antigua empresa Minas y Ferrocarril de Utrillas (M.F.U.) en esta localidad turolense. Los días que estará en marcha serán el 15, 22, y 29 de febrero; 7, 14, 21 y 28 de marzo; 4, 9, 11, 18, 25 de abril, y 2, 9, 16, 23 y 30 de mayo. Los horarios serán de 11.00 a 15.00 horas en febrero y marzo, y de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas en abril y mayo, con las salidas alternas cada media hora de las estaciones término.

El convoy estará normalmente arrastrado por la pequeña máquina diésel Deutz, salvo el 18 de abril, y el 9 y 23 de mayo que lo hará la locomotora de vapor número 1 Hulla. Ésta es una máquina 020 fabricada en 1903 por la alemana Orestein & Koppel para M.F.U. En Utrillas, se han cambiado los filtros de la Deutz, además de repararse algunas averías, como la bomba manual de combustible, manómetro de presión de la caja de cambios o sellado de unas pequeñas fugas de agua. En la vía de esta localidad turolense, se ha repasado el apriete de las bridas de unión entre carriles de todo el trazado, y se ha limpiado toda la línea que fue parcialmente dañada por las inundaciones de este otoño.

Otro de los ferrocarriles históricos, el Tren de Arganda, inicia temporada de primavera el domingo 1 de marzo. Las salidas tienen lugar todos los domingos a las 10.00, 11.00, 12.00 y 13.0 horas. Realiza sus viajes por un tramo de casi 4 kilómetros en la antigua línea del Tajuña entre la estación de La Poveda (Arganda del Rey) y La Laguna del Campillo (Rivas Vaciamadrid).

Los voluntarios del Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM), que gestionan el Tren de Arganda, han estado reparando la vía después de que sufriesen, durante este otoño, dos fuertes inundaciones, que cubrió de barro y piedras esta infraestructura.

También, el Museo Vasco del Ferrocarril pondrá en marcha, a partir de Semana Santa, sus trenes entre su sede en la estación de Azpeitia y el recién remodelado apeadero de Lasao; en el horario de 12.30 y 18.00 horas los sábados, y de 12.30 horas los domingos y festivos.

Los ciclorrailes y los pequeños vehículos llamados ‘Trenpat’ del Ecorail, entidad perteneciente a la Mancomunitat Intermunicipal del Cardener, siguen realizando el recorrido de unos 7 kilómetros entre Callús y Sant Fruitós de Bages, todos los sábados, domingos y festivos. Este es un pequeño tramo de la línea de mercancías Súria-Manresa de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), la cual no tiene actividad comercial los fines de semana.

Puertas abiertas al tren de Arganda

El Ayuntamiento de Arganda del Rey ha convocado para el 26 de octubre una jornada de puertas abiertas en el histórico Tren de Arganda, que invita a los usuarios a viajar en este ferrocarril de manera gratuita y trata de fomentar el turismo en el sureste de la Comunidad de Madrid. Este convoy inició el pasado 6 de octubre una nueva temporada de viajes en la que recorrerá el único tramo preservado del Antiguo Ferrocarril del Tajuña, a cargo de la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (Cifvm).

En la jornada de puertas abiertas, organizada a través de la concejalía de Turismo de Arganda, se incluirá, además del propio viaje, una visita al museo del tren y la entrada al ‘paseo del arte’ ubicado en la estación del Puente de Arganda, donde hay reproducciones de cuadros históricos, según indica en una nota el Consistorio. Las salidas se realizarán desde la plaza de la Constitución en diferentes horarios a partir de las 9:30 horas, aunque es necesario reservar previamente. En las jornadas de puertas abiertas suelen participar más de 800 personas, que recorren cada trayecto en unos 35 minutos, a una velocidad media de 12 kilómetros por hora. En concreto, el vehículo realiza un recorrido de 3,3 kilómetros entre la antigua estación de La Poveda y el apeadero de El Campillo.

El Tren de Arganda está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM). El tren está formado por coches de madera, algunos ya centenarios: El AC-201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda, a partir de antiguos chasis de vehículos ferroviarios. Adicionalmente se acostumbra a incorporar un vagón de ‘Jefe de Tren’ reconvertido en coche de pasajeros y procedente del ferrocarril Ponferrada-Villablino (PV). Este venerable tren circula entre la estación de Poveda (Arganda del Rey) y el apeadero de la Laguna del Campillo (Rivas Vaciamadrid) todos los domingos de las temporadas de primavera y otoño, con salidas a las 11.00, 12.00 y 13:00 horas.

En 1987, un grupo de aficionados al tren creó el Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor (CIFVM) para dar rienda suelta a sus hobbies ferroviarios, sobre todo, el modelismo tripulado de 5 pulgadas. Tres años más tarde, decidieron comprar la primera pieza de tamaño real, una máquina de vapor de ancho de vía métrica que iba a ser desguazada y que, una vez restaurada, recibiría el nombre de la localidad de adopción: ‘Arganda’.

Esta locomotora fue alojada en una nave industrial de Arganda del Rey muy próxima al trazado del antiguo Ferrocarril del Tajuña, la cual les fue cedida por el ayuntamiento de esta localidad madrileña. Inicialmente, los miembros del CIFVM, a la vez que empezaron la restauración de la locomotora, siguieron trabajando con sus trenes de 5 pulgadas pero, a medida que iban consiguiendo más vehículos de ‘escala real’, como dos cisternas del Ferrocarril del Tajuña o cuatro vagones dedicados al transporte de mercancías procedentes de los Ferrocarriles de la Generalitat Catalana, decidieron dedicarse en exclusiva a esta nueva tarea.

En noviembre de 1997 dejó de circular el último tren comercial del Ferrocarril del Tajuña en el tramo activo que quedaba (Alto de Morata-Vicálvaro) consiguiendo la asociación, en conversaciones con la cementera Portland-Valderrivas, propietaria del ferrocarril, como con la Comunidad Autónoma de Madrid, que no se desmantelase el pequeño tramo de 3,5 kilómetros por el que ahora circula el tren.

Después de varios años de reconstrucción de la línea y del material ferroviario, el 4 de mayo de 2005 se inaugura el Museo del Tren de Arganda y se pone en marcha la circulación ‘regular’ del conocido tren. A partir de entonces, el CIFVM se ha dedicado a la compra y restauración de material móvil, al mantenimiento del antiguo y también de la línea por donde circula o a la promoción de los viajes en el Tren de Arganda, volviendo a poner en uso el viejo soniquete de “… que pita más que anda”, dada la reducida velocidad a la que se realiza el viaje, lo que permite un completo disfrute del paisaje.

Vuelve el Tren de Arganda

Este domingo 3 de marzo comienza la temporada de primavera del Tren de Arganda, un veterano convoy histórico que realiza un recorrido de 3,5 kilómetros por el único tramo preservado del antiguo Ferrocarril del Tajuña. Su objetivo es rememorar cómo se viajaba en estos trenes y cómo se trabajaba hace más de 100 años en el desempeño de oficios ya desaparecidos, como fogoneros o guardagujas.

El Tren de Arganda está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM). El tren está formado por coches de madera, algunos ya centenarios: El AC-201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda, a partir de antiguos chasis de vehículos ferroviarios. Adicionalmente se acostumbra a incorporar un vagón de ‘Jefe de Tren’ reconvertido en coche de pasajeros y procedente del ferrocarril Ponferrada-Villablino (PV).

Este venerable tren circula entre la estación de Poveda (Arganda del Rey) y el apeadero de la Laguna del Campillo (Rivas Vaciamadrid) todos los domingos de las temporadas de primavera y otoño, con salidas a las 11.00, 12.00 y 13:00 horas. El coste del billete es de solo cinco euros por viajero, salvo los niños menores de tres años que viajan gratis al no ocupar asiento. Durante el trayecto de ida y vuelta a la Laguna del Campillo, unos 45 minutos, el tren cruza el río Jarama por el mayor puente metálico de ferrocarril en la Comunidad de Madrid, y discurre paralelo a los riscos de El Piúl hasta llegar al Campillo. Toda ello dentro del ámbito del Parque Regional del Sureste.

En el apeadero, situado a orillas de la laguna, la locomotora efectúa la maniobra de cambio del sentido de la marcha y puede ser contemplada en vivo por los viajeros. En plena erupción de la primavera, los visitantes también podrán disfrutar de la observación de cientos de aves que anidan o realizan paradas migratorias, como zampullines, garzas reales o somormujos.

Para reservar plaza en el tren se puede hacer: Por correo electrónico a reservas@vapormadrid.com de lunes a sábado. Por el teléfono 630 33 68 40 de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas. O bien el mismo día en la taquilla de la estación de 10.30 a 12.55 horas (Más información en https://www.vapormadrid.org ).

Este centenario tren de vapor no es el único protagonista de nuestra vuelta al pasado, ya que toda esta línea ferroviaria y sus instalaciones, como la estación y el apeadero de La Poveda, la cabina de ‘enclavamientos y señales’, o los talleres en los que se restauran los vehículos, constituyen un auténtico museo vivo del ferrocarril. Además, en una nave anexa a los talleres, en el apeadero de La Poveda, los miembros de la Asociación Cultural Ferroviaria de Madrid (Asocufe) nos permiten disfrutar de una gran maqueta de tren a escala HO. Para hacer más cómoda la visita a esta maqueta, el CIFVM pone en circulación un pequeño tren lanzadera desde la estación al apeadero al término de cada viaje del Tren de Arganda, excepto el de las 13.00 horas. El precio de la visita a la maqueta, que incluye el traslado en el tren lanzadera es de dos euros.

En 1987, un grupo de aficionados al tren creó el Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor (CIFVM) para dar rienda suelta a sus hobbies ferroviarios, sobre todo, el modelismo tripulado de 5 pulgadas. Tres años más tarde, decidieron comprar la primera pieza de tamaño real, una máquina de vapor de ancho de vía métrico que iba a ser desguazada y que, una vez restaurada, recibiría el nombre de la localidad de adopción: ‘Arganda’.

Esta locomotora fue alojada en una nave industrial de Arganda del Rey muy próxima al trazado del antiguo Ferrocarril del Tajuña, la cual les fue cedida por el ayuntamiento de esta localidad madrileña. Inicialmente, los miembros del CIFVM, a la vez que empezaron la restauración de la locomotora, siguieron trabajando con sus trenes de 5 pulgadas pero, a medida que iban consiguiendo más vehículos de ‘escala real’, como dos cisternas del Ferrocarril del Tajuña o cuatro vagones dedicados al transporte de mercancías procedentes de los Ferrocarriles de la Generalitat Catalana, decidieron dedicarse en exclusiva a esta nueva tarea.

En noviembre de 1997 dejó de circular el último tren comercial del Ferrocarril del Tajuña en el tramo activo que quedaba (Alto de Morata-Vicálvaro) consiguiendo la asociación, en conversaciones con la cementera Portland-Valderrivas, propietaria del ferrocarril, como con la Comunidad Autónoma de Madrid, que no se desmantelase el pequeño tramo de 3,5 kilómetros por el que ahora circula el tren.

Después de varios años de reconstrucción de la línea y del material ferroviario, el 4 de mayo de 2005 se inaugura el Museo del Tren de Arganda y se pone en marcha la circulación ‘regular’ del conocido tren. A partir de entonces, el CIFVM se ha dedicado a la compra y restauración de material móvil, al mantenimiento del antiguo y también de la línea por donde circula o a la promoción de los viajes en el Tren de Arganda, volviendo a poner en uso el viejo soniquete de “… que pita más que anda”, dada la reducida velocidad a la que se realiza el viaje, lo que permite un completo disfrute del paisaje.

Nueva temporada de Ferrocarriles Históricos

La Agrupación de los Ferrocarriles Históricos Españoles (AFCHE) inicia en breve la temporada de 2019 con las circulaciones habituales. En los próximos días harán sus presentaciones oficiales de cara a esta nueva etapa en la que se confía en que se consoliden los proyectos que persigue esta asociación formada en 2015, y que nació de la mano de varias entidades explotadoras o con proyectos de ferrocarriles históricos; museos ferroviarios existentes o propuestas para su creación, y empresas o personas que prestan apoyo a los anteriores

El ferrocarril histórico define a los proyectos de explotación ferroviaria sobre infraestructuras desligadas de la RFIG, y operadas con material preferentemente histórico, en combinación con las diversas modalidades de ciclodresinas o pequeños automotores de autoconstrucción, con finalidad turística, de recreación de la operación ferroviaria histórica, movidas de manera preferencias por asociaciones de voluntarios.

Son modelos de recuperación de material móvil y trazados que atraen cada años a miles de personas a bordo de los trenes, viajeros que abonan sus billetes (ingresos que financian los proyectos) y viajeros que hacen un gasto en el territorio en hostelería (alojamiento y restauración) y otros proyectos de ocio. Son planteamientos que recuperan espacios degradados, tanto de trazados como de estaciones, y los convierten en vectores de desarrollo, con unas expectativas de impacto global exponencialmente más alto que otros planes en otras zonas. Esto obedece que los ferrocarriles históricos suelen desenvolverse habitualmente en zonas rurales con procesos de regresión económica y abandono demográfico, por lo cual, proyectos de este tipo, por pequeña que fuera su dimensión, tienen un efecto destacado.

El 2 de marzo, comienza la temporada el Tren Minero de Utrillas, una iniciativa del Ayuntamiento de Utrillas y de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT), en un ampliado recorrido de 3.200 metros en el Parque Temático de la Minería y del Ferrocarril de esta localidad turolense. Como novedad para este año, sus convoyes van a circular todos los sábados cambiando la tracción entre la locomotora de vapor ‘Hulla’ y el motor de maniobras diésel Deutz. Los meses de marzo y abril y, a partir de mayo, los días y horas de circulación de estos trenes mineros serán el 2, 9, 16, 23 y 30 de marzo, y el 6, 13, 20 y 27 de abril, de 11:00 a 15:00 h. El 4, 11, 18 y 25 de mayo lo harán de 11.00 a 14.00 horas, por la mañana, y de 17.00 a 19.00, por la tarde.

También el sábado 2 de marzo, el Museo del Ferrocarril del Asturias comienza sus tradicionales Jornadas de Vapor en las que sus locomotoras de vapor y diésel arrastran varios antiguos coches de viajeros por sus vías internas. La próxima jornada se celebrará el 20 de abril, en plena Semana Santa.

Al día siguiente, el 3 de marzo será el inicio de las circulaciones del Tren de Arganda del Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid, arrastrado por las centenarias locomotoras de vapor Arganda o Áliva, las dos recién restauradas. En esta temporada, este convoy realizará un recorrido de 4 kilómetros todos los domingos hasta el 26 de mayo a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas. Los miércoles de primavera y otoño, también salen a la vía estos trenes para enseñar a los escolares, asociaciones y grupos cómo se viajaba en este medio de transporte hace un siglo.

El 10 de marzo, también comienzan a circular los ciclo-railes y los vehículos a motor ligero, llamados ‘Trenpat’, del Ecorail de la Mancomunidad del Cardener por un tramo de la línea de mercancías Súria-Manresa de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) con novedades y una oferta mejorada, como las nuevas bicicletas eléctricas o varios paquetes turísticos con visitas guiadas o menús en restaurantes de la zona.

Por su parte, el estreno de la temporada de trenes históricos del Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren será el 18 de abril (Jueves Santo), estableciéndose circulaciones especiales de mañana y tarde todos los días la Semana Santa, incluido el lunes de Pascua. Con posterioridad, se ofrecerán servicios regulares de trenes de vapor todos los sábados, domingos y festivos, salvo los lunes.

Todavía no sse conoce si el ‘Petit tren de les mines’ podrá comenzar a circular esta temporada por el antiguo trazado ferroviario minero de la Mina Nova de Coll de Pradell en el término municipal de Vallcebre (Barcelona), ya que ha sufrido varios desprendimientos después de los temporales de nieve de este y el anterior invierno. Deseamos que podamos ver circular pronto a este pequeño tren.

Vuelve el vapor al Tren de Arganda

Este domingo 7 de octubre, el Tren de Arganda, que realiza un recorrido de casi 4 kilómetros entre la estación de Poveda en Arganda del Rey y el apeadero de la laguna de El Campillo en Rivas, comienza su temporada de otoño arrastrado de nuevo por unas locomotoras de vapor con más de 90 años. En esta temporada, el tren será ‘arrastrado’ por las casi centenarias locomotoras de vapor ‘Arganda’, a la que se le ha sustituido la caldera, o por la ‘Áliva’, recién restaurada por los miembros de esta asociación. Estas máquinas han sido probadas satisfactoriamente para realizar el servicio este pasado sábado.

Este viaje al pasado del Tren de Arganda, que está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM), discurre por un tramo de la antigua línea del Ferrocarril del Tajuña en antiguos coches de madera con balconcillo: el AC201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda. Las salidas tienen lugar los domingos de primavera y otoño a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas.

La locomotora ‘Arganda’ fue fabricada en el año 1925 en Kassel (Alemania) y finalizó su ‘primera’ vida en 1967, en las obras de ampliación del puerto del Musel de Gijón (Asturias) bajo la matrícula TLC 3. En 1990, fue rescatada por esta asociación del almacén de un chatarrero de La Felguera (Asturias). Durante tres años, sus voluntarios la restauraron y, en el camino, perdió su apelativo de TLC 3 para pasar a llamarse como su pueblo de adopción. Pero esta restauración, no incluyó el cambio de caldera que ahora ha realizado la empresa Rios Supply Chain, en su planta de Valladolid.

Por su parte, la ‘Áliva’ fue fabricada por la empresa alemana Orenstein&Koppel en 1926 y perteneció a la Real Compañía Asturiana de Minas, que la utilizó para transportar el mineral desde la mina Reocín (Cantabría). A los años de darse baja, se hizo cargo de ella la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Torrelavega, que la traspasó en 1994 a CIFVM, cuyos voluntarios han estado restaurándola sacando tiempo de su ocio.

Pero este tren de vapor no es el único protagonista de esta vuelta al pasado, ya que toda esta línea y sus instalaciones, como la estación, apeadero, cabina de señales o talleres, constituyen el museo vivo del ferrocarril. Aquí también se puede disfrutar de la gran maqueta a escala HO que la Asociación Cultural Ferroviaria de Madrid (Asocufe) nos ofrece en el cercano apeadero de La Poveda. Para hacer más cómoda la visita, al término de cada viaje, excepto el de las 13.00 horas., se pone en circulación un tren lanzadera hasta el apeadero.

Un grupo de aficionados al tren creó en 1987 el Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM) para desarrollar su afición, sobre todo, el modelismo tripulado de 5 pulgadas. Tres años más tarde, decidieron comprar la primera pieza de tamaño real, una máquina de vapor de ancho métrico que iba a ser desguazada y que después recibiría el nombre de la localidad de adopción, la locomotora ‘Arganda’. Esta locomotora fue guardada en una nave industrial de Arganda del Rey muy próxima al antiguo Ferrocarril del Tajuña, que les había cedido el Ayuntamiento de esta localidad madrileña. Siguieron trabajando con sus maquetas pero, poco a poco fueron consiguiendo más vehículos de ‘escala real’: dos cisternas para transporte de cemento en polvo del Ferrocarril del Tajuña o cuatro vagones dedicados al transporte de mercancías procedentes de los Ferrocarriles de la Generalitat Catalana.

En noviembre de 1997, dejó de circular el último tren del Ferrocarril del Tajuña en su tramo entre la cementera de Morata de Tajuña y Vicálvaro, y la asociación consiguió de la Comunidad Autónoma de Madrid que no se desmantelase el pequeño tramo por el que ahora circula su tren. Después de varios años de reconstrucción de la línea y del material ferroviario, el 4 de mayo de 2003 se inaugura el Museo del Tren y se pone en marcha el primer viaje del Tren de Arganda. A partir de entonces, CIFVM se ha dedicado a la compra y restauración de material móvil, el mantenimiento del antiguo y de la línea por donde circula o a la promoción de los viajes en el Tren de Arganda que, desde luego, ahora sí que pita mas que anda.

(Imagen cortesía CIFVM)

El Tren de Arganda rememora la Guerra Civil

El Tren de Arganda abrirá sus puertas de forma gratuita el próximo 24 de marzo, donde los asistentes podrán presenciar una recreación histórica, que recuerda este enclave durante la Guerra Civil Española. Según ha informa el Ayuntamiento en un comunicado, esta iniciativa se lleva a cabo por la Concejalía de Turismo, con la colaboración del Centro de Iniciativas Ferroviarias ‘Vapor Madrid’.

Durante la jornada, la visita al Museo del Tren y el paseo en el ferrocarril serán totalmente gratuitos. A su llegada al Puente de Arganda los asistentes podrán presenciar una recreación histórica, que recuerda la «importancia» de este municipio durante la Guerra Civil. Las salidas del tren se efectuarán desde la estación de La Poveda a las 10, 11, 12 y 13 horas. Para poder acudir a la actividad es obligatorio reservar la plaza previamente en ‘turismo@ayto-arganda.es‘ o en el teléfono 918711344, ya que las plazas son limitadas. Además, habrá un servicio gratuito de autobuses para trasladar a los participantes hasta La Poveda, cuya salida se realizará media hora antes de cada viaje del tren desde la Plaza de la Constitución.

A la entrada de Arganda del Rey, en el sureste de Madrid, se ha conseguido sacar a la superficie una fortificación de trincheras ocultas por el olvido. Las fuerzas republicanas construyeron estos pasadizos y puestos de tiro a mediados de 1938 para tratar de repeler un nuevo avance de las tropas franquistas un año después de la batalla del Jarama, en la que hubo más de 16.000 víctimas a uno y otro lado; en poco más de 20 días. En total hay 38 puestos de ametralladora y 2 abrigos excavados en la tierra para una treintena de soldados y oficiales al mando.

El histórico Tren de Arganda circula los domingos de primavera y otoño por el único tramo preservado del Ferrocarril del Tajuña, el cual se inauguró en 1886. El tren actual recorre los 3.360 metros que hay entre la estación de La Poveda y la Laguna del Campillo. El tiempo del recorrido de ida y vuelta es de unos 35 minutos, a una velocidad media de 12 kilómetros por hora.

El Tren de Arganda, que está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (Cifvm), está formado por centenarios coches de madera: el AC201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda. Durante el trayecto de ida y vuelta de unos 45 minutos, el tren cruza el río Jarama por el mayor puente metálico de ferrocarril en la Comunidad de Madrid, y discurre paralelo a los riscos de El Piúl en dirección a la laguna de El Campillo.

En el apeadero situado al borde de esta laguna, la locomotora efectúa la maniobra de cambio del sentido de la marcha, que puede ser contemplada en vivo por los viajeros. En este paraje natural, también se puede disfrutar de las aves que anidan en el Parque Regional del Sureste, como los zampullines, garzas reales, somormujos o patos cuchara.

Este centenario tren de vapor no es el único protagonista de esta vuelta al pasado, ya que toda esta línea ferroviaria y sus instalaciones, como la estación y el apeadero de La Poveda; la cabina de señales, o los talleres en los que se restauran los vehículos, constituyen un museo vivo del ferrocarril. Además, en una nave anexa a los talleres en el apeadero de La Poveda, los miembros de la Asociación Cultural Ferroviaria de Madrid (Asocufe) nos permiten disfrutar de una gran maqueta a escala HO. Para hacer más cómoda la visita a esta maqueta, Cifvu pone en circulación un pequeño tren lanzadera desde la estación al apeadero al término de cada viaje del Tren de Arganda, excepto el de las 13.00 horas.

(Imagen cortesía CIVFM)

El tren de Arganda regresa este domingo

Est domingo comienza la temporada de otoño del Tren de Arganda, el mítico convoy conocido por el dicho “el que pita más que anda”, que realiza un recorrido de cuatro kilómetros entre la antigua estación de La Poveda de Arganda del Rey y el apeadero de la laguna de El Campillo en Rivas-Vaciamadrid. El convoy está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM), que este año cumple 30 años de actividad. El viaje discurre por un tramo del antiguo Ferrocarril del Tajuña en vetustos coches de madera: el AC201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda.

El tren turístico histórico de vapor de Arganda comenzó a funcionar el 10 de febrero de 2001. Realiza su actividad cultural y de recuperación del patrimonio industrial en 4 de los más de 161 kilómetros de la antigua vía que explotaba la Compañía del Ferrocaril de Madrid a Arganda: el famoso tren de Arganda, que, como decía el dicho popular, “pita más que anda”. La red fue inaugurada el 30 de julio de 1886 y recorría el espacio comprendido entre la capital y Arganda. Sucesivas ampliaciones permitieron que tuviera 27 estaciones y alcanzase la ciudad de Alocén, en Guadalajara, y tuviera un ramal hasta Colmenar de Oreja. Inversores belgas intentaron, incluso, prolongar la vía hasta Caminreal, en Teruel, enlazando con el ferrocarril central de Aragón, el minero de Sierra Menera (Ojos Negros-Sagunto) y el de Utrillas-Zaragoza.

La construcción del pantano de Entrepeñas frustró el proyecto por que quedó anegada la explanada entre Alocén y Sacedón. A partir de este hito, la línea fue sufriendo un progresivo desmantelamiento en su trazado. En 1964, la cementera Portland Valderrivas salvó la línea de su desaparición al adquirir el tramo entre Morata de Tajuña y Vicálvaro para transportar ‘clinker portland’ desde las canteras de ‘El Alto’ hasta su fábrica de cemento, junto a la estación de ferrocarril vicalvareña. Este tramo fue clausurado el 27 de noviembre de 1997 y se procedió a su explanación para construir la ampliación de la línea 9 hacia Rivas Vaciamadrid y Arganda del Rey, explotada por la empresa Transportes Ferroviarios de Madrid (TFM). El Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid solicitó permiso entonces a la Comunidad de Madrid para utilizar el tramo no considerado y a la cementera para que no desmantelara la vía y se la cediera, con el fin de crear un ‘taller vivo’ y un Museo del Tren de Arganda, que fue ubicado en la antigua estación ferroviaria de la Poveda, restaurada por la escuela-taller Román Aparicio de Arganda del Rey.

El tren solo circula los domingos de los meses de marzo, abril, mayo, octubre, noviembre y diciembre. Hay dos formas de reservar plaza (para viajes de ida y vuelta con salida de la estación de La Poveda; no se admiten reservas en la laguna del Campillo) en el convoy: por correo electrónico en la dirección reservas@vapormadrid.com y en el número de teléfono 630 336 840 (de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas). Las reservas se cierran a las 19.00 horas del sábado y todos los correos posteriores se atienden a partir del lunes siguiente. Las reservas por Internet requieren confirmación para ser válidas.

Las reservas se mantienen hasta quince minutos antes de la salida del tren para el público en general y grupos de hasta 22 personas. Para grupos de 22 personas o más, la validez de la reserva expira treinta minutos antes de la salida del convoy. En cada reserva hay que indicar el día y la hora elegidos, y el número de viajeros. También pueden obtenerse los billetes en la taquilla de la estación (Museo del Tren de Arganda- Estación de La Poveda, avenida de la Azucarera, número 4, en La Poveda–Arganda del Rey), en horario de apertura entre 10.30 y 12.55 horas. Para estos pasajeros sin reserva, se recomienda llegar a la estación, al menos, 20 minutos antes de la salida del tren.

El precio del trayecto es de 5 euros por persona para todos los viajeros mayores de 3 años (los menores no pagan pero no pueden ocupar plaza de asiento, en caso de que el tren se complete). También se organizan visitas para colegios y grupos todos los miércoles lectivos de las temporadas de primavera y otoño. Los pasajeros que inicien el viaje en la estación de la Poveda en los trenes de las 11.00 o las 12.00 horas, y quieran descender en el apeadero de la laguna del Campillo y regresar en un tren posterior, deberán preguntar al jefe de tren antes de iniciar el viaje si hay posibilidad de hacerlo, porque ello conlleva la pérdida de la reserva de asiento al regreso y puede significar que no tengan plaza para regresar. Teniendo en cuenta que el último tren que regresa a la estación de la Poveda es a las 13.25 horas.

El casi centenario tren de vapor no es el único protagonista de esta vuelta al pasado, ya que toda esta línea ferroviaria y sus instalaciones, como la estación y el apeadero de La Poveda; la cabina de señales, o los talleres en los que se restauran los vehículos, constituyen un museo vivo del ferrocarril. Además, en una nave anexa a los talleres en el apeadero de La Poveda, los miembros de la Asociación Cultural Ferroviaria de Madrid (ASOCUFE) nos permiten disfrutar de una gran maqueta a escala HO. Para hacer más cómoda la visita a esta maqueta, CIFVU pone en circulación un pequeño tren lanzadera desde la estación al apeadero al término de cada viaje del Tren de Arganda, excepto el de las 13:00 h.

Antes o después del viaje pueden visitarse el museo del Tren de Arganda y la maqueta. La organización habilita un tren diesel lanzadera (dos euros por viajero mayor de tres años, la venta se realiza en el propio tren por el maquinista y no requiere reserva) de la estación de La Poveda al apeadero del mismo nombre, situado en frente del edificio de la maqueta, con el objetivo de evitar peligros en la ruta peatonal junto a la carretera que lleva hacia la maqueta. Los horarios de dicho tren son a las 11.10 y a las 12.10 horas. En caso de que se viaje a las 13.00 horas y se desee visitar la maqueta, es necesario hacerlo antes del viaje en el tren de vapor, cogiendo la lanzadera de las 11.50 horas, que, después de la visita, sale del apeadero a las 12.30 horas, llegando a la estación a las 12.35 horas, con margen para enlazar con el tren de vapor de las 13.00 horas.

El tren de Arganda abre temporada con la Áliva

locomotora-de-vapor-aliva-foto-civfm

Este domingo 5 de marzo el Tren de Arganda comienza su temporada de primavera arrastrado de nuevo por una locomotora de vapor, una recién restaurada máquina de 1926 llamada Áliva. Este antiguo convoy realiza los domingos de primavera y otoño a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas un recorrido de casi 4 kilómetros desde la estación de La Poveda en Arganda del Rey al apeadero de la laguna de El Campillo en Rivas.

La locomotora oficial del tren de esta temporada será la Áliva, recién restaurada por los miembros de esta asociación. Esta máquina fue fabricada por la empresa alemana Orenstein&Koppel en 1926 y perteneció a la Real Compañía Asturiana de Minas, que la utilizó para transportar el mineral desde la Mina Reocín (Cantabría). A los años de darse baja, se hizo cargo de ella la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Torrelavega, que la traspasó en 1994 a CIFVM, cuyos voluntarios han estado restaurándola sacando tiempo de su ocio.

Hasta ahora el tren corría cargo de la locomotora Arganda. Esta máquina -Henschel Arganda-, era la joya de la asociación con la que se efectuaban los recorridos turísticos. Una máquina de vapor-carbón que fue fabricada en el año 1925 en Kassel (Alemania) y de diseño especial para industrias y haciendas, con capacidad para arrastrar cargas considerables, aunque a velocidad reducida, con sus ruedas de pequeño diámetro. Trabajó en unas obras del puerto del Musel (Gijón, Asturias). Su velocidad máxima se estima que es de 20 kilómetros a la hora. Es decir, no era la máquina ideal para trenes de viajeros, por su limitada velocidad. Es una locomotora-ténder, con rodaje de tres ejes acoplados, sin ejes libres, clasificada como 0-3-0T. Muy apropiada para el servicio turístico.

Aunque madrileño de nacimiento, el Tren de Arganda recorría 70 de los 148 kilómetros de su trayecto por tierras alcarreñas de Guadalajara. Sus orígenes datan de 1883, cuando se concedió a Juan Carlos Morillo la licencia para la construcción de un ferrocarril que uniría la capital de España con la población de Vaciamadrid y posteriormente con la de Arganda, con la finalidad de transportar los materiales de construcción que abundaban en estos lugares. La empresa se llamó ‘Compañía del Ferrocarril Madrid-Arganda’, que en 1892 se cambió por el de ‘Compañía del Ferrocarril del Tajuña’, al tener en previsión el paso de la línea férrea por la vega de este río.

El Tren de Arganda está gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM), que este 2017 cumple 30 años de actividad. Su viaje discurre por un tramo de la antigua línea del Ferrocarril del Tajuña en antiguos coches de madera con balconcillo: el AC201 fabricado por Carde y Escoriaza en 1916 y los coches C-1 y C-2, reconstruidos por la Escuela Taller Román Aparicio de Arganda.

La asociación Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM) es la encargada de operar el servicio turístico. Entre otros cometidos se dedica a la restauración de toda clase de vehículos ferroviarios antiguos. Fundada en 1987, adquiere cierto renombre tres años más tarde cuando deciden adquirir y recuperar una locomotora de vapor de ancho de vía métrica que adquieren en un estado lamentable a un chatarrero de La Felguera (Asturias) a escasos días de ser troceada y destinada a ser fundida en unos altos hornos. La asociación decide entonces radicarse en Arganda del Rey, que aún disponía de las vías del antiguo Ferrocarril del Tajuña. Después de tres años de trabajos de despiece, saneado y reconstrucción, se efectúan las primeras pruebas de funcionamiento, primero en la nave adquirida en el barrio de La Poveda, y poco después por las vías de la estación. La locomotora fue rebautizada como ‘Arganda’, como agradecimiento al municipio que les vio nacer.

Impulso al ‘tren de Arganda’

010-1905-arganda-locomotora-belga-030t-n-9-narciso-zubizarreta

El ‘tren de Arganda’ tiene futuro. El Ayuntamiento acaba de dar un impulso a esta iniciativa del Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (Cifvm) con el que firma un convencio de colaboración para promover la oferta turística y cultural de la zona, desarrollando especialmente actividades «singulares» relacionadas con su histórico tren de vapor. El acuerdo ha sido suscrito por el alcalde de Arganda, Guillermo Hita; el concejal de Turismo, Irenio Vara, y el presidente del Cifvm, Rafael Martínez, quienes han coincidido en que se debe «potenciar» las opciones culturales del municipio para favorecer y fomentar el turismo en la zona.

A través de este convenio se tratará de promover y apoyar las actividades que actualmente desarrollan ambos organismos en referencia al histórico ‘tren de Arganda’, que recorre los cuatro kilómetros que separan el municipio de Rivas. Para ello se intensificarán las actividades en este tren con conmemoraciones, rutas como el Camino de Uclés y jornadas de puertas abiertas.

El ‘tren de Arganda’ circula todos los domingos de las temporadas de primavera y otoño gracias al Centro de Iniciativas Ferroviarias, recorriendo el único tramo preservado del Ferrocarril del Tajuña, el cual se inauguró en 1886. El tren recorre los 3.360 metros que hay entre la estación de La Poveda y la Laguna del Campillo en un viaje que dura unos 35 minutos, a una velocidad media de 12 kilómetros por hora.

La locomotora ‘Arganda’, o locomotora Henschel Arganda, es la joya con la que se efectúan los recorridos turísticos. Una máquina de vapor-carbón que fue fabricada en el año 1925 en Kassel (Alemania) y de diseño especial para industrias y haciendas, con capacidad para arrastrar cargas considerables, aunque a velocidad reducida, con sus ruedas de pequeño diámetro. Trabajó en unas obras del puerto del Musel (Gijón, Asturias). Su velocidad máxima se estima que es de 20 kilómetros a la hora. Es decir, no era la máquina ideal para trenes de viajeros, por su limitada velocidad. Es una locomotora-ténder, con rodaje de tres ejes acoplados, sin ejes libres, clasificada como 0-3-0T. Muy apropiada para el servicio turístico.

Aunque madrileño de nacimiento, ‘el tren de Arganda’ recorría 70 de los 148 kilómetros de su trayecto por tierras alcarreñas de Guadalajara. Sus orígenes datan de 1883, cuando se concedió a Juan Carlos Morillo la licencia para la construcción de un ferrocarril que uniría la capital de España con la población de Vaciamadrid y posteriormente con la de Arganda, con la finalidad de transportar los materiales de construcción que abundaban en estos lugares. La empresa se llamó ‘Compañía del Ferrocarril Madrid-Arganda’, que en 1892 se cambió por el de ‘Compañía del Ferrocarril del Tajuña’, al tener en previsión el paso de la línea férrea por la vega de este río.

La velocidad de este tren era bastante baja, ya que no pasaba de los 50 kilómetros a la hora dándose las mejores condiciones, siendo lo normal que circulase a gran lentitud, circustancia que aprovechaban los viajeros para estirar las piernas por el campo mientras el tren marchaba o para echarse unas uvas a la boca al pasar junto a un majuelo; así se entiende el dicho: “el tren de Arganda, que pita más que anda”.

La asociación Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (CIFVM) es la encargada de operar el servicio turístico. Entre otros cometidos se dedica a la restauración de toda clase de vehículos ferroviarios antiguos. Fundada en 1987, adquiere cierto renombre tres años más tarde cuando deciden adquirir y recuperar una locomotora de vapor de ancho de vía métrica que adquieren en un estado lamentable a un chatarrero de La Felguera (Asturias) a escasos días de ser troceada y destinada a ser fundida en unos altos hornos. La asociación decide entonces radicarse en Arganda del Rey, que aún disponía de las vías del antiguo Ferrocarril del Tajuña. Después de tres años de trabajos de despiece, saneado y reconstrucción, se efectúan las primeras pruebas de funcionamiento, primero en la nave adquirida en el barrio de La Poveda, y poco después por las vías de la estación. La locomotora fue rebautizada como ‘Arganda’, como agradecimiento al municipio que les vio nacer.