Son ya cuatro noches consecutivas, casi con total impunidad. De nuevo una actuación vandálica en metro Madrid. En esta ocasión un grupo de grafiteros paró la madrugada del sábado al domingo un tren de la línea 7B en la estación del Hospital del Henares para pintarlo. El incidente se produjo sobre las 1.20 horas de la madrugada del domingo. Los grafiteros, entre cuatro y cinco, pintaron unos 18 metros de un convoy del metropolitano madrileño.
Con el ataque producido en la madrugada de este domingo ya son cuatro las noches consecutivas en las que han actuado los grafiteros. La más sonada fue en Halloween, cuando obligaron a un maquinista de la línea 12 a desviar un tren a una zona con más luminosidad. El trabajador sufrió una crisis de ansiedad. Ese día también pintaron en la estación de Casa de Campo, donde rociaron a un vigilante de seguridad que grababa su actuación. Ya el viernes, otro grupo grafiteros se coló por la noche en el metro y pintó más de 700 metros de vehículos situados en el saco de trenes de la estación de Las Rosas. Los hechos ocurrieron sobre las 22.00 horas en la zona en la que estacionan los trenes. Un grupo de una docena de grafiteros accedió al lugar y ensució con aerosoles una gran cantidad de trenes. Como en otras ocasiones, actuaron muy rápido y huyeron precipitadamente del lugar. Esta vez no amenazaron ni agredieron a ningún vigilante, como sí ha pasado en actuaciones anteriores.
El jueves por la noche, una banda de más de 15 grafiteros pintaron cinco coches del Metro en la estación de Marqués de Vadillo tras colarse en la cabina de cola del convoy y parar los trenes accionando la alarma.
Los grafiteros más clásicos cuestionan en redes sociales las formas, los métodos y la creciente violencia ejercida por estos nuevos grupos. El Sindicato de Maquinistas y UGT piden a la empresa pública que gestiona el suburbano madrileño que aumente la seguridad en las estaciones. También solicitan que se cambien los sistemas de apertura de las cabinas y que los botones de llamadas de emergencia funcionen para garantizar la seguridad de trabajadores y pasajeros. «Hay que tomar medidas para que no entren en las cabinas», sostuvo el portavoz de UGT en Metro, Teo Piñuelas. Los sindicatos aseguran que Metro sacó plazas de técnico de seguridad hace meses y que después no les han llamado, por lo que piden que se incorporen «inmediatamente, pues la última broma puede costar hasta 30.000 euros».
El diputado socialista en la Asamblea de Madrid Daniel Viondi critica las nuevas acciones de los grafiteros, «que campan a sus anchas por las instalaciones» de Metro. «Otra muestra más de la pésima gestión que tiene la dirección actual», asegura Viondi. Podemos Transporte Comunidad de Madrid también pidió el jueves al consejero delegado de Metro que dimita.
Fuentes del metropolitano aseguran que la seguridad del servicio es «una preocupación importante». También señalan que los sucesos de esta semana han sido trasladados a la Delegación del Gobierno y a instituciones judiciales para valorar qué medidas tomar al respecto, al tiempo que precisar que la empresa del suburbano «ha reforzado» en un 20% su presupuesto en seguridad. Por su parte, la consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid, Rosalía Gonzalo, anunció el pasado jueves en Twitter que desde el Gobierno regional «seguirán trabajando para que no se repitan actos como estos».