Es uno de los accidentes más grave de su historia. Por razones que aún se desconocen, un tren del metro de Moscú descarriló en la mañana de ayer y provocó la muerte de al menos veinte pasajeros y otros 160 resultaron heridos, de los que más de la mitad necesitaron tratamiento hopitalario.
El accidente se produjo en plena hora punta, sobre las 8.40 horas (dos horas menos en España) entre las estaciones de Park Park Pobedi y Slavianski Bulvar, en la parte oeste de la capital rusa. Tres coches se salieron de la vía y uno de ellos quedó seriamente deformado hasta el punto de que emplear equipamiento hidráulico para rescatar a los pasajeros atrapados.
El tráfico en la avenida Kutuzovski fue cortado para facilitar el acceso de las ambulancias, lo que agravó los habituales atascos. Fueron también empleados ocho helicópteros para evacuar a los heridos más graves.
Según el responsable de Transporte del Ayuntamiento moscovita, Maxim Liksutov, se barajan tres causas probables del siniestro: una caída brusca del fluido eléctrico, lo que desestabilizó la marcha del convoy, la utilización por parte de alguien del sistema de parada de emergencia o algún objeto tirado a la vía.
Debido al intenso tráfico que registra la capital rusa desde hace años, el metro es el medio de transporte más utilizado por los moscovitas. Cada día lo utilizan siete millones de personas, sobre una población total de doce millones. Tiene una red de más de 300 kilómetros y 188 estaciones, gran parte de las cuales son verdaderos monumentos por la magnificencia de su decoración en mármol. El suburbano de Moscú es por eso una de sus principales atracciones turísticas.
El accidente es uno de los más graves de los últimos años sufridos por el metro moscovita. Hace dos años, un incendio entre las céntricas estaciones de Biblioteka Lenin y Ojotni Riad obligó a evacuar a casi 5.000 pasajeros, pero afortunadamente no hubo que lamentar víctimas mortales.
Todas las líneas de investigación están abiertas, aseguran las autoridades, que explican que en el momento del descarrilamiento, que se produjo a unos centenares de metros de la estación de Slavianski Bulvar, el tren circulaba a 70 kilómetros por hora.
La mayoría de las víctimas mortales son moscovitas que se dirigían al trabajo, indicaron fuentes municipales a la agencia Interfax. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, decretó día de duelo en la capital, prometió una investigación exhaustiva para establecer las causas del accidente y advirtió de que se aplicará todo el rigor de la ley a quienes resulten responsables.