Una empresa ferroviaria japonesa ha pedido disculpas de forma pública después de que uno de sus trenes saliera el pasado viernes de la estación con 25 segundos de adelanto. «Este gran inconveniente que hemos causado a nuestros clientes es inexcusable», señaló la empresa JR West, después de que uno de sus trenes saliera a las 7.11.35 y no a las 7.12.00, tal y como tenía previsto el pasado viernes, según detallan en un comunicado.
El incidente, que se produjo en la línea Biwako (entre Maibara y Kioto, al oeste de Japón), se dio a conocer tras la queja de uno de los clientes, que llamó a la oficina central diciendo que había perdido el tren porque este había salido antes, concretamente 25 segundos. Esta es la segunda vez en seis meses que un tren japonés sale de la estación antes de hora, después de que el pasado noviembre un shinkansen -tren bala- que se dirigía a la ciudad de Tsukuba (norte de Tokio) emprendiera el viaje con 20 segundos de adelanto, una noticia que generó un gran impacto mediático fuera de Japón.
En esta ocasión, el conductor del tren, que viajaba con 1.200 pasajeros a bordo, cerró las puertas un minuto antes de la hora estipulada y a pesar de darse cuenta de su error, decidió no volver a abrirlas ya que no pudo ver a ningún pasajero en la estación.
Los trenes japoneses son conocidos por su puntualidad extrema, a pesar de tratarse del país que más número de pasajeros mueve en este medio de transporte al año, según la Unión Internacional de Ferrocarriles. En el incidente del pasado noviembre, la compañía «pidió sinceras disculpas» por su retraso, que se debió a una confusión del conductor en cuanto a la hora de salida, aunque en esa ocasión ningún pasajero se quedó en tierra.
Japón puede presumir de tener unos de los servicios de trenes más modernos. Para el país, la fiabilidad –y la limpieza– de sus trenes son motivo de orgullo. Según cuenta Takeshi Hara, profesor de la Open University of Japan, “la tradición de cumplir escrupulosamente con los horarios se remonta a los antiguos trenes especiales en los que viajaba la pareja imperial”. Así, recordaba en el diario Asahi Shimbun, el tren que llevó al emperador de Kioto a Tokio en 1928 cumplió con su horario al segundo.
Salvo en caso de catástrofes naturales como terremotos, el tren apenas sufre retrasos: en 2011, la media fue de 36 segundos, aunque en 2015, el Tokaido-Shinkansen se retrasó de media 54 segundos. Además de su puntera tecnología y su excelente mantenimiento, los japoneses deben agradecer la puntualidad del Shinkansen a que su red está separada de las de cercanías y de transporte de mercancías. Las salidas, llegadas y transbordos se planfican en unidades de 15 segundos.
La puntualidad de los trenes también está relacionada con el sentido del deber y la disciplina del personal que trabaja en el sector. Nadie quiere quedar por detrás de su rival, ni siquiera cuando se trata de pedir disculpas por cualquier minúscula variación de los horarios de los trayectos, explica el profesor Hara, algo impensable en muchos países de occcidente. «La disculpa forma parte de nuestros estándares de funcionamiento, y seguiremos actuando así en el futuro en casos similares”.