Adif Alta Velocidad ha lanzado una nueva emisión de ‘bonos verdes’ por importe de 600 millones de euros y con vencimiento a ocho años. Se trata de la segunda colocación de este tipo que realiza la compañía, tras la cerrada en junio de 2017 también por 600 millones de euros, con la que se convirtió en la primera empresa pública en operar en este mercado. La compañía que preside Juan Bravo destinará los fondos levantados con la operación a financiar o refinanciar proyectos que generen beneficios ambientales o climáticos.
Con esta emisión, Adif regresa además al mercado de capitales, donde también ha lanzado emisiones convencionales. En 2014 se estrenó al colocar bonos por 1.000 millones y en 2015 cerró dos emisiones por un total de 1.600 millones. En el caso de las emisiones ‘verdes’, la compañía encargada de la promoción y gestión de las infraestructuras ferroviarias las enmarca en su compromiso de convertirse en una firma «medioambientalmente sostenible», en línea con su nueva política de reputación corporativa.
La titulación de deuda constituye una de las vías de financiación alternativa de Adif para costear sus inversiones en ferrocarril, principalmente el de Alta Velocidad, además de los presupuestos públicos, los fondos europeos y lo que cobra por canon por uso de las infraestructuras.
Según los Presupuestos de 2018, actualmente en tramitación, Adif y Adif Alta Velocidad prevén acometer una inversión de 3.561 millones de euros en este ejercicio, en el que, además de «continuar trabajando para consolidar la red AVE», pretenden prestar especial atención al mantenimiento de la red ferroviaria convencional. En cuanto al AVE, está previsto que este año concluyan o se pongan en marcha una media docena de tramos, como son las conexiones por Alta Velocidad con Murcia, Burgos y Granada, el trazado entre Vandellós y Castellón, el tramo entre Zamora y Pedralba de la Pradería y el túnel AVE entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín.
Este año está previsto que continúen las obras en marcha en distintos corredores, como el Mediterráneo, el extremeño, el del AVE a Galicia y la ‘Y vasca’. Además, antes del verano se esperan licitar nuevas obras de construcción de ferrocarril de Alta Velocidad entre las que figuran los siete tramos que componen la línea Almería-Murcia, que supondrán una inversión de unos 1.500 millones de euros.
Adif Alta Velocidad concluyó 2017 con pérdidas cercanas a los 200 millones de euros, lo que supone un recorte del 39% en relación a los números rojos registrados el año anterior. Las cuentas de la sociedad presentan una notable mejoría respecto a las de 2006, hasta el punto de que el resultado operativo se disparó un 174%, con un beneficio cercano a los 39 millones de euros. No obstante, el endeudamiento volvió a incrementarse y supera ya los 15.000 millones de euros. La compañía ha conseguido bajar el coste medio de la deuda por debajo del 2%, pese a lo cual Adif Alta Velocidad tiene que destinar cerca de un 60% de sus ingresos a afrontar pagos de intereses.