Tres personas han muerto y otras 110 han resultado heridas, 10 de ellas en estado muy grave, tras descarrilar un tren de pasajeros cuando circulaba por la provincia de Milán, en el norte de Italia. El último balance es de más de 100 heridos, de los cuales 10 están en estado muy grave, 20 tienen heridas moderadas y otros 80 presentan lesiones leves. El tren pertenece a la compañía Trenord y circulaba entre los municipios de Segrate y Pioltello cuando ha descarrilado. Hasta el lugar del siniestro se trasladaron varias ambulancias, efectivos de los bomberos y agentes del cuerpo de Carabinieri.
Las tres personas que han perdido la vida en el accidente son tres mujeres que han fallecido en el acto. Han sido identificadas como Peirangela Tadini, de 51 años; Giuseppina Pirri, de 39; e Ida Maddalena Milanesi, de 61. Según las primeras investigaciones, el siniestro habría tenido su origen en un desperfecto en uno de los raíles de la vía, lo que ha provocado que dos vagones descarrilen cuando el convoy circulaba a unos 100 kilómetros por hora. Varias personas quedaron atrapadas en el interior de los coches del tren, por lo que los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para intentar liberarlas.
Según ‘La Repubblica’, el tren ha descarrilado cuando pasaba por un cambio de vía. Los dos primeros coches han pasado por el cambio pero los siguientes no lo han logrado, lo que ha provocado la salida de la vía. Esta es la causa más probable del descarrilamiento, en una de las vías más transitadas de Italia -530 trenes al día- que ya investiga la fiscalía de Milán. Todo apunta a que un trozo de la vía ha cedido con el paso del convoy y ha provocado el descarrilamiento de un tren «que no era particularmente viejo», según el asesor del Gobierno de Lombardía». El comisario jefe de Milán, que se ha acercado al lugar del accidente, ha anunciado que «hay una investigación en curso por desastre ferroviario». «Se están haciendo las pesquisas. Es una situación de confusión, están los jueces en el terreno y toda la máquina de socorro está funcionando en un contexto muy complicado. Hay que proceder con calma, pero hemos encontrado un pedazao de la vía que ha cedido un par de kilómetros antes de donde ha descarrilado». El tren habría circulado toda esta distancia con una parte de los coches fuera de los raíles hasta que uno de los vehículos ha impactado con un poste de la luz y se ha doblado 90 grados sobre la vía. La parte central del convoy ha sido la que se ha llevado la peor parte.
«En un accidente como este puede haber de 20 a 30 razones diferentes«, agrega. «El rescate fue rápido y eficiente, estamos haciendo un trabajo para dar una respuesta inmediata a los heridos. No se puede descartar ninguna causa hasta que se termine la investigación», aclara un responsable de la fiscalía.
Gianmarco, un joven de 25 años que viajaba a bordo del tren, ha contado que han sentido que el convoy temblada durante unos minutos hasta que ha terminado descarrilando. «Poco antes de Pioltello el tren ha comenzado a temblar. Hemos entendido que iba a pasar algo», señala. El convoy llevaba seis coches, con cientos de viajeros en su interior. «El tren estaba lleno porque en Treviglio entran muchas personas. Ha temblado durante unos tres o cuatro minutos y después ha sufrido un golpe. Un vagón se había soltado», relata. La compañía operadora del tren, Trenord, informa de que se ha suspendido el servicio en la zona por «un incidente» técnico y su mensaje ha provocado indignación a muchos usuarios en las redes sociales por la gravedad de lo ocurrido.
El accidente ha conllevado retrasos en la línea ferroviaria que une Milán con Venecia. El siniestro ha tenido lugar a las 6.57 horas y el tren siniestrado es un convoy que hacía el trayecto desde Cremona hasta la estación Porta Garibaldi en Milán. Algunas fuentes apuntan el accidente al mal estado de los vehículos, pero la compañía lo niega.
El último accidente ferroviario importante en Italia se produjo en julio de 2016, cuando la colisión frontal de dos trenes que circulaban entre las localidades de Corato y Andria, en la provincia de Bari (región de Apulia, sur de Italia), provocó la muerte de 23 personas y 50 heridos. En aquella ocasión, el accidente se produjo en una vía única, que soporta más de 200 convoyes diarios y que debía haber sido desdoblada con fondos concedidos por la Unión Europea en 2012, pero cuyos trabajos se habían ido retrasando durante cuatro años. En esta ocasión, también empiezan a oírse ya las voces que critican la falta de inversión en la vía donde ha ocurrido el siniestro.