Llega el examen. El AVE La Meca-Medina prevé comenzar a circular antes de fin de año, si bien lo hará con los que se han denominado «viajes de demostración». Los gestores saudíes prevén poner en circulación dos viajes por sentido cada viernes y cada sábado, desde las ciudades de La Meca y Medina, que transportarán a distintos tipos de invitados para mostrarles la infraestructura y el servicio. Será el momento en el que Renfe se juegue su prestigio. El operador español se encargará de comercializar la línea de alta velocidad saudí durante los próximos doce años, hasta 2030.
Los viajes de «demostración» secundarán a las pruebas con trenes que ya se llevan a cabo en la línea desde hace meses. Estas pruebas, que forman parte del proceso de homologación de los vehículos, se desarrollan de «forma satisfactoria», según informa el consorcio que dirige el proyecto. En el marco de estas pruebas, el pasado mes de julio ya se realizó un primer viaje completo entre Jeddah y Medina de un tren que alcanzó una velocidad comercial máxima de 300 kilómetros a la hora. En cuanto a la marcha de los trabajos, en la actualidad, las obras de construcción del denominado ‘Ave del Desierto’ ya se han ejecutado en «más de un 80% del total».
También se ha completado la conexión por vía entre las dos ciudades santas que unirá la línea de Alta Velocidad, lo que, según el consorcio, permitirá que próximamente un tren recorra ya todo el corredor completo. En paralelo, el consorcio trabaja en todas las tareas preparativas relacionadas con la posterior fase de operación y explotación comercial del corredor a partir del próximo año, que correrá a cargo de Renfe.
Los cálculos sobre el tráfico diario de pasajeros de la línea de 444 kilómetros entre La Meca y Medina, previstos inicialmentre para 160.000 personas (60 millones de pasajeros al año) no parece que se sostienen ahora. Renfe teme que no se alcanzarán los ingresos necesarios para hacer frente a los gastos; según cálculos internos, debería afrontar un posible agujero de 1.000 millones de euros a lo largo del contrato. De hecho trata de reducir el número de trenes Talgo (35) e intenta convencer al gobierno saudí para reducir los talleres especificados en el contrato inicial.
El grupo de empresas españolas que acomete el proyecto indica que una vez que en mayo se cerró el acuerdo con el Gobierno de Arabia Saudí con el que se solventaron los problemas de retrasos y sobrecostes que surgieron en el proyecto, las autoridades del país «han manifestado en varias ocasiones su satisfacción con el desarrollo de los trabajos«. Según las fuentes consultadas, las pruebas dinámicas de los trenes se están realizando de forma satisfactoria como parte de su proceso de homologación.
El AVE La Meca-Medina constituye uno de los mayores contratos logrados en el exterior por empresas españolas. El proyecto, estimado en unos 6.700 millones de euros, ha supuesto la colocación de las vías en los casi 450 kilómetros de longitud de la línea entre las dos ciudades santas, así como de la superestructura (la electrificación, y los sistemas de seguridad y comunicación), y su posterior explotación. El consorcio que a finales de 2011 se hizo con el contrato está integrado por las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco, y las privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia e Inabensa. Talgo completa el grupo como suministrador de los trenes, un total de 35 trenes AVE, además de uno especial para la familia real árabe, con capacidad para 400 personas, además de su mantenimiento durante doce años.