Abre al público la nueva línea del metro de Río, vital para el desarrollo de los Juegos Olímpicos


estacion-metro-rio-janeiro

Más vale tarde que nunca. La nueva línea del metro de Río abre al público cuatro días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos. Y será crucial durante los 17 días de competición para trasladar a miles de espectadores entre los barrios de Ipanema y Barra de Tijuca, centro neurálgico del gran evento deportivo. Después de meses de atrasos, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, inauguró la Línea 4 este sábado junto a las autoridades de Río.

«A partir del 5 [de agosto] Río de Janeiro pasa a ser la capital del mundo y todo el mundo le dará un aplauso», indicó el mandatario interino en la ceremonia de inauguración, junto al presidente del COI, Thomas Bach, y la presidenta de la comisión de coordinación para los Juegos, Nawal El Moutawakel.

La movilidad era una de las principales preocupaciones de la organización de los Juegos. Y no era para menos. Río de Janeiro tuvo que modernizar su sistema de transporte, hasta hace poco desbordado, vetusto y obsoleto. Se creó un tranvía eléctrico en el centro y se pusieron en marcha varias líneas de autobuses articulados por carriles exclusivos (BRT).

A pesar de que la posibilidad de que el metro no estuviera listo era alta, finalmente operará y aunque el sistema no es perfecto, es suficiente para los Juegos Olímpicos. El «tramo olímpico» de la Línea 4, de 16 kilómetros de extensión y cinco estaciones, funcionará de forma parcial y sólo para la «familia olímpica»: atletas, delegaciones e hinchas con boleto de ingreso. Tendrá capacidad para transportar a 22.000 pasajeros por hora durante los Juegos Olímpicos (5-21 de agosto) y Paralímpicos (7-18 de septiembre).

La nueva línea se aborda en la estación General Osorio, la última de la línea 1 en Ipanema. De la parada final del metro, sin embargo, habrá que tomar un BRT hasta el Parque Olímpico, situado a unos 20 kilómetros. Con ese recorrido, el trayecto de Ipanema a Barra tomará una media hora. En auto, podría ser de hasta dos horas en el peor momento del tránsito.

«Es un milagro del estado [de Rio de Janeiro] haber conseguido terminar esta obra fantástica. Rio de Janeiro es otro», expresó por su parte el alcalde de Río, Eduardo Paes. El metro fue terminado con atraso -la fecha de entrega se postergó en varias oportunidades- debido a una severa crisis del gobierno regional, que necesitó del auxilio financiero del gobierno federal. «Yo ejerzo desde hace 70 días la presidencia pero ellos [el gobernador y alcalde de Río] llamaron, lo registré, cerca de 82 veces», destacó Temer entre risas.

Las autoridades desestimaron que los atrasos en la obra, una de las más importantes de los últimos años en América Latina, hubieran afectado los tests de seguridad necesarios para la operación. El costo total de la obra fue de 9.700 millones de reales (2.596 millones de euros al cambio actual).

El metro realizó un recorrido este sábado para la prensa, parando en cada una de las cinco estaciones, todas impecables y con numerosas obras de arte adornando los muros. En la estación Sao Conrado, que servirá a los habitantes de la gigantesca favela de Rocinha, destaca por ejemplo una obra del artista plástico Vik Muniz: un mosaico con reproducciones de niños de esa importante barriada.

Río de Janeiro recibe en estos días a medio millón de turistas para disfrutar de esta fiesta deportiva. Las autoridades aún deben preocuparse por la seguridad, en medio de la ola de atentados terroristas en el mundo y un aumento de la criminalidad en la ciudad, mientras apagan literalmente incendios -como el viernes en la Villa Olímpica- para garantizar la comodidad de los atletas.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.