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Joyas en custodia: rama 2B2 ‘Tarraco’

“Eso nunca será un tren”, le espeta un profesor de la Escuela de Caminos a Alejandro Goicoechea cuando conoce uno de los primeros esbozos de lo que después sería el Talgo. El docente está equivocado, como le demuestra poco tiempo después el ingeniero de Elorrio (Bizkaia). El proyecto del innovador vasco (como ahora sería conocido) supone un verdadero salto para el ferrocarril de la época: ejes guiados, ruedas independientes, integración de los coches entre sí formando un cuerpo único articulado, bajo centro de gravedad y liviandad de peso. En síntesis, los mismos conceptos que tienen hoy en día los modernos equipos de la empresa.

Con los escasos y rudimentarios recursos de la época, Goicoechea construye un sistema triangular inspirado en la idea del transporte de los triciclos. El técnico de Elorrio intenta desarrollar un sistema de articulación ligero. El prototipo se basa en una armadura metálica articulada formada por triángulos isósceles, en cuya base se apoya el vértice del siguiente triángulo y que sirve de soporte a unas ruedas independientes. Este vehículo depende de una locomotora acoplada por cabeza ya que el primer triángulo descansa sobre ella. De esta manera cada estructura triangular permanece perfectamente alineada respecto a la vía.

Después de tres cuartos de siglo largos, Talgo basa sus trenes en los mismos conceptos que desarrolla Goicoechea: reducción de peso, la idea de que el aligeramiento del vehículo es compatible con la seguridad contra el descarrilamiento y la comodidad; de que es posible tal resultado empleando material ligero (como el aluminio), descender el centro de gravedad y adaptar la rodadura a las inflexiones de la vía. Principios que permiten a sus ‘herederos’ aumentar el prestigio de una marca que aparece en el horizonte español en 1942.

Los años dorados de Renfe coinciden con la presencia en la vía del Talgo III, continuador del modelo que la familia Oriol consigue vender al ferrocarril español (Talgo II, en 1950) para atender los principales servicios de la red y que se convierten en referente de calidad y comodidad. La patente española entrega 104 remolques para formar con ellos 9 composiciones que entran en servicio en 1964. El primer servicio, Madrid a Barcelona, se inaugura el 15 de agosto de este año; le siguen Madrid-a Hendaya y Madrid-Sevilla-Cádiz, donde desplazan a los TER y TAF. En julio de 1965 las dos últimas ramas inauguran el servicio Madrid-Bilbao.

Cuatro años después, Talgo da el salto internacional. El 1 de junio de 1969 comienza la circulación comercial del primer servicio internacional directo por ferrocarril desde Barcelona hasta Ginebra, el ‘Catalán Talgo’, el primer y único tren español que forma parte del prestigioso club de trenes europeos de alta calidad Trans Europ Express (TEE), la red ferroviaria internacional europea creada en 1957 para el desarrollo de trenes de altas prestaciones que unan los distintos países del continente. Por este motivo, los furgones generadores del ‘Catalán’ llevan escrito “Trans Europ Express”; de ahí su denominación internacional TEE 83/84 y definido como el tren más original del club. Es, además, el primero que cruza la frontera sin transbordo, con cambio automático de ancho de vía en el cambiador de Portbou.

El ‘Catalán’, un Talgo III de Rodadura Desplazable, se presenta en 1967 como una versión evolucionada del Talgo II, que circula desde 1950, y como solución tecnológica que permita adaptarse a los diferentes anchos de vía y, por tanto, viajar desde Barcelona hasta Ginebra atravesando parte de Francia. Es un tren diurno de lujo, sólo con coches de 1ª clase, que cubre los 863 kilómetros a una velocidad máxima de 125 kilómetros en vías españolas y de 140 en las francesas, lo que supone una magnífica velocidad comercial para la época, de 88 kilómetros por hora.

Las condiciones que impone la francesa SNCF para circular por sus vías son durísimas, ya que exige un rodaje de al menos 100.000 kilómetros antes de aceptar que recorra las líneas de su red. Para poder efectuar este kilometraje, durante el verano de 1968 el prototipo RD se engancha en cola del Talgo III Madrid-Cádiz, cuyo recorrido supera los 700 kilómetros ppor sentido. Tras el visto bueno de las autoridades ferroviarias, se concreta un viaje entre Madrid y París, un hecho histórico ya que se efectúaa sin transbordo alguno en la frontera, lo habitual hasta entonces. Las locomotoras 3001-T Virgen de Lourdes y 3002-T Virgen de Fátima remoolcan una rama de seis coches. Esta última, con bogies de ancho ibérico, lleva la composición desde Chamartín a Irún por el ‘directo’ (552 kilómetros) y la primera, con bogies de ancho internacional, la traslada vía Burdeos hasta París (816 kilómetros). Llega a la estación de Austerlitz con cinco minutos de adelanto sobre el horario previsto.

Inicialmente, los trenes muestran la siguiente composición: dos furgones generadores situados en cada extremo, ocho coches con pasillo central, cuatro coches de apoyo que se habilitan en función de la demanda, dos coches restaurantes y entre ambos un coche restaurante-cocina. En 1970 el número de coches habituales pasa de ocho a nueve y los facultativos se reducen a dos. En 1971 estos dos últimos coches pasan a formar parte de la composición habitual de la rama. En 1975 se suprime uno de los vehículos restaurantes y se sustituye por otro con pasillo central. Por regla general, el número de plazas ofertadas varía entre las 150 y 180.

El ‘Catalán Talgo’, todo un símbolo de una época y un icono de la industria ferroviaria española, recorre los 863 kilómetros de vías que separan Barcelona y Ginebra en 9 horas y 50 minutos. Durante los primeros quince meses de servicio, las locomotoras empleadas son las Diesel Talgo serie 3.000, de dos cabinas, para lo cual tres de ellas están montadas permanentemente sobre bogies de ancho internacional, para hacer el recorrido Port-Bou-Ginebra. A partir de septiembre de 1970, son las locomotoras francesas BB 67400 las que cubren el servicio sobre vías de 1.435 milímetros y las españolas pasan al servicio interior Madrid-Barcelona y Madrid-Irún. Un año después, también Renfe retira las locomotoras Diesel para sustituirlas por las eléctricas Alsthon rojas 7600, entre Barcelona y Port-Bou y posteriormente, la SNCF remolca el tren con las eléctricas BB 9300. En 1982 deja de ser TEE para convertirse en un servicio InterCity con plazas de 1ª y 2ª clase y vuelve a circular vía Grenoble.

Hasta 1994 circula diariamente entre Barcelona y Ginebra, y a partir de ese año limita su recorrido hasta Montpellier. El 18 de diciembre de 2010 realiza su último viaje entre Barcelona y Montpellier después de permanecer en servicio más de cuarenta años. Retirado del servicio comercial, permanece en las instalaciones de Barcelona Can Tunís de 2012 a 2014, aunque en periodo intermedio se estaciona en el Carpio (Córdoba), en un recinto cerrado y vigilado que no puedo evitar el ataque de los grafiteros, aunque no sufre el asalto y desvalijamiento como otras unidades. Regresa a Can Tunis (Barcelona), donde los Amigos del Ferrocarril de Badalona 5 zona inician pequeñas mejoras.

El tren se incorpora a los fondos del Museo del Ferrocarril de Vilanova en 2011, mediante convenio de cesión de Renfe a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Con ello se abre la posibilidad de que realice recorridos turísticos. Las negociaciones con empresas e instituciones para conseguir su recuperación y puesta en funcionamiento dan su fruto en 2014 con el proyecto “Tarraco Talgo”, una iniciativa de Renfe Viajeros, Patentes Talgo, el Ayuntamiento de Tarragona y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles que propicia la rehabilitación de diez vehículos según el diseño original (en el caso del coche de primera con sus asientos originales), su puesta en valor y el reconocimiento público de un patrimonio ferroviario excepcional.

El convoy, reducido respecto a la composición original del Talgo III RD, es una rama 2B2, formada por dos furgones generadores extremos, un preferente, un cafetería y seis remolques de clase turista de los que tira una locomotora serie 252 de Renfe Viajeros. Los vehículos de esta composición son los siguientes, según la clasificación de Listado Tren: TB2-202-001, TB2-202-005, TB2-202-011, TB2-202-013, TB2-202-016 y TB2-202-026. El tren se restaura en 2014, donde recupera el emblema de Trans Europ Express y recibe cuidadosos detalles; entre otros, los asientos de primera clase proceden de un avión Boeing.

Con su entrega a Vilanova, comienza a realizar salidas turísticas en un paquete que incluye el viaje de Barcelona a Tarragona y una ruta por el patrimonio romano de la ciudad. También protagoniza salidas ‘charter’ desde Barcelona a Puigcerdà, Mora y Portbou en 2015, 2016, 2018 y 2019. Ahora forma parte del Museu del Ferrocarril de Vilanova, aunque permanece en las instalaciones de Talgo en Sant Andreu. Es la única composición del museo preparada para circular y lo hace un par de veces al año, contratada por asociaciones de aficionados al ferrocarril. “La vocación de este tren es salir de viaje y que permita viajar al pasado a todos aquellos que se suban en él”, resume la directora del Museu del Ferrocarril, Pilar Muñoz. (Al parecer existe una rama 2B1 apartada en Barcelona Casa Antunez, pero desconozco su actual paradero y estado).

(Fuentes. Justo Arenillas, en «La tracción en los ferrocarriles españoles». Manuel Galán Eruste y Miguel Cano López-Luzzatti, en «Talgo, 1942-2010. De un sueño a la Alta Velocidad». Talgo. Listadotren. Vía Libre)

El turístico ‘Tarraco Talgo’ supera las expectativas y consigue sus primeros mil viajeros en tres meses

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Más de 1.000 viajeros han utilizado el tren turístico ‘Tarraco Talgo’ desde que empezó a funcionar el 31 de mayo, cuando la previsión inicial para toda la temporada es de 3.000 usuarios. El tren, que circula todos los sábados hasta el 4 de octubre entre Barcelona y Tarragona -con parada en Vilanova i la Geltrú- está formado por un convoy de los años 60, también acerca a los visitantes la Tarragona romana del siglo II a.C.

Este convoy histórico forma parte de la rama del Talgo III RD (‘Catalán’ 2B2) que el 1 de junio de 1969 cruzó la frontera francesa en su servicio Barcelona-Ginebra, haciéndolo por primera vez sin realizar transbordo en Portbou gracias al sistema de rodadura desplazable que le permite cambiar el ancho de vía de forma automática. Retirado del servicio comercial en 2010, fue trasladado dos años más tarde por la Fundación de Ferrocarriles Españoles a Barcelona-Can Tunis. En el periodo intermedio se estacionó en el Carpio (Córdoba),un recinto cerrado y vigilado que no pudo evitar el ataque de los grafiteros, aunque no sufrió el asalto y desvalijamiento como otras unidades. El depósito de Vilanova i la Geltrú fue su destino final. En estos años miembros de la Asociación de Amigos del Ferrocarril Quinta Zona, en colaboración con los talleres de Las Matas de Talgo, lo han devuelto casi a su estado original.

La restauración del tren se ha procurado ajustar lo más posible a la imagen original de aquel primer tren internacional que cruzó la frontera con viajeros a bordo, cambiando de ancho, en el año 1969. Se ha buscado también la fidelidad a la decoración original de aquel Catalán Talgo que formó parte de la prestigiosa oferta ferroviaria europa del Trans Europe Expres

El billete en Tarraco Talgo, de 36 euros en clase turista o 50 en preferente, incluye una visita guiada por la Tarraco Imperial para descubrir sus rincones más emblemáticos, como el Anfiteatro, Murallas, Foro della Colonia, Casa Castellarnau y Casa Canals. También permite la entrada gratuita en los museos y monumentos principales, como la Catedral y el claustro, el Museo Nacional Arqueológico, Necrópolis, Museo del Puerto y el Acueducto romano.

(Imagen Pol Llopart Olivella)

El histórico ‘Catalán’ 2B2 se hace a la vía en un paquete turístico bautizado como ‘Tarraco Talgo’

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Otro histórico en la vía. La rama 2B2 de Talgo da vida a un nuevo proyecto turístico que hoy se estrena con un recorrido entre Barcelona y Tarragona y que hasta el 4 de octubre saldrá todos los sábados hasta completar dicienueve circulaciones. El convoy denominado ‘Tarraco Talgo’ partirá de la estación de Francia a las 10.13 horas en una iniciativa conjunta de Renfe, Ayuntamiento de Tarragona, Talgo y el Museo del Ferrocarril de Cataluña.

Este convoy histórico forma parte de la rama del Talgo III RD que el 1 de junio de 1969 cruzó la frontera francesa en su servicio Barcelona-Ginebra, haciéndolo por primera vez sin realizar transbordo en Portbou gracias al sistema de rodadura desplazable que le permite cambiar el ancho de vía de forma automática. Retirado del servicio comercial en 2010, fue trasladado dos años más tarde por la Fundación de Ferrocarriles Españoles a Barcelona-Can Tunis. En el periodo intermedio se estacionó en el Carpio (Córdoba),un recinto cerrado y vigilado que no pudo evitar el ataque de los grafiteros, aunque no sufrió el asalto y desvalijamiento como otras unidades. El depósito de Vilano i la Geltrú fue su destino final. Én estos años miembros de la Asociación de Amigos del Ferrocarril Quinta Zona, en colaboración con los talleres de Las Matas de Talgo, lo han devuelto casi a su estado original.

La restauración del tren se ha procurado ajustar lo más posible a la imagen original de aquel primer tren internacional que cruzó la frontera con viajeros a bordo, cambiando de ancho, en el año 1969. Se ha buscado también la fidelidad a la decoración original de aquel Catalán Talgo que formó parte de la prestigiosa oferta ferroviaria europa del Trans Europe Express.

En sus diecinueve circulaciones previstas el tren prevé llevar unos 3.000 viajeros. La actual composición, de diez coches con cafetería incluida, puede llevar hasta 167 viajeros. Los precios oscilan desde los 36 euros con salida desde Barcelona y 28 desde Vilanova, en Turista; y 50 y 39 euros respectivamente en Preferente. Hay descuentos para niños y grupos. Los billetes se pueden comprar en la web de Renfe. Los tickets también incluyen una completa visita guiada por la Tarraco Imperial y sus rincones romanos más emblemáticos, con entradas gratuitas a Museos y monumentos municipales, e incluso descuentos en algunos restaurantes.

El convoy, reducido respecto a la composición original del Talgo III RD, está formado por dos furgones generadores extremos, un Preferente, un Cafetería y seis remolques de Clase Turista de los que tirará una locomotora de Renfe Viajeros (serie 252). El viaje en este tren recrea hasta el último detalle los años 60, hasta el punto de que los asientos de primera clase provienen de un avión Boeing americano e incluso la megafonía es del conjunto de la época Fórmula V, explica el alcalde de Tarragona. Josep Fèlix Ballesteros (PSC) reclaca que no es casual el período de puesta en servicio, que enlaza con el final del festival de recreación histórica Tarraco Viva, clausurado el domingo pasado, hasta el 4 de octubre, día del concurso de ‘castells’, dos pilares turísticos de la ciudad.

Con la recuperación de la rama 2B2 se cumple uno de los hitos más esperados del año del Museo del Ferrocarril de Cataluña que en breve presentará también la restauración de la ‘locomotora del centenario’. desarrollada a través de un programa de mecenazgo en el que han particupado cientos de aficionados de toda la geografía española.

(Imagen Pol Llopart Olivella)

El Talgo catalán desaparece del mapa español casi en silencio

Sin ruido, casi en silencio, el último servicio de Talgo Barcelona-Montpellier salió el sábado, bien temprano por la mañana, para no volver a la vida activa. Se ponía fín así a una historia que comenzó en 1968, en un viaje que culminaba en Ginebra, y que permitía a la marca española salir por la frontera norte española sin necesidad de cambiar de tren o cambiar los ejes de los coches. A partir de ahora, el viaje hasta Francia se hará en la línea de alta velocidad que, de momento, combina el ancho convencional y el internacional, con transbordo en la nueva estación de Figueres-Vilafant (Girona), y que conecta las ciudades de Barcelona y París a través del túnel del Pertús.

Mientras toda la atención se concentraba en los 95 minutos del viaje inaugural del AVE Madrid-Valencia, adonde habían acudido todas las autoridades del país, uno de los últimos talgos III RD que quedan en España salía de la estación de Francia de la capital catalana bajo la mirada de algunos curiosos y aficionados que no querían perderse el acontecimiento. Atrás quedan cuatro décadas de historia que de un plumazo se borran con la llegada de la alta velocidad.

También ha pasado casi desapercibida la puesta en marcha el domingo del nuevo servicio entre Barcelona y Perpinyà-París, a la que sólo asistieron representantes de Renfe, Adif y la compañía francesa de ferrocarril SNCF. Algunos viajeros achacaban la falta de representación la la provisionalidad que supone el que entre Barcelona y Figueres el trayecto funcione en ancho convencional, a la espera de que Adif finalice las obras, previstas para el 2012, de la línea del tren de alta velocidad.

En la estación de Figueres-Vilafant, los pasajeros deben hacer transbordo y continuar el viaje en un tren de alta velocidad francesa hasta Perpinyà, desde donde el viaje se realiza a una velocidad de unos 160 kilómetros por hora hasta la ciudad de Nimes, ya que no está finalizado tampoco este tramo de la línea del TGV. Desde Nimes, se recupera la velocidad de unos 300 kilómetros por hora, que no abandona hasta llegar a la capital francesa.

Renfe espera que esta nueva línea que une Barcelona y París tenga una afluencia de unos 235.000 viajeros durante su primer año, un 20% más que con el Talgo.

Con este servicio de alta velocidad se pone fin a una historia que comenzó en 1968. Talgo aprovechó su peculiar arquitectura de ruedas independientes para construir trenes de ancho variable, que fue denomidao como el Talgo III RD (‘Rodadura Desplazable’), tal y como se describe en la página de Ferropedia. Fue el primer tren capaz de circular por vías de diferente ancho, sin cambiar de ejes y sin perder largos periodos de tiempo en la adaptación al nuevo ancho, tan solo con pasar por una instalación totalmente mecánica, en la que se liberan los cerrojos retenedores de las ruedas, se empuja la rueda hasta el nuevo ancho de vía y se vuelven a colocar los cerrojos. Durante ese periodo la rueda está suspendida pues la masa del tren descansa sobre unos patines que se deslizan sobre un carril regado con agua. Este tren, a diferencia del Talgo III, es totalmente independiente de la locomotora a excepción del guiado del primer rodal. Esta independencia se consiguió convirtiendo los coches extremos en furgones generadores, los cuales proporcionan la energía necesaria para toda la composición. También adoptó el enganche estándar de ‘gancho y husillo’. La primera aplicación del Talgo III RD fue para el Catalán – Talgo, que cubría la relación Barcelona-Ginebra y que permitió por primera vez salir por la frontera norte española sin necesidad de cambiar de tren o cambiar los ejes de los coches. El Catalán – Talgo fue uno de los trenes elegidos para el selecto club TEE Trans Europe Express, que enlazaban las principales capitales europeas. Este tren, en su inicio y mientras servia al club TEE, no poseía plazas de segunda clase, estando todo el tren conformado por plazas de primera clase. El Talgo III RD fue el primer tren Talgo en poseer plazas de camas.

Y ahora, de nuevo, se repite la historia. El destino de los trenes (2B1 y 2B2) permanece aún en el aire, al igual que sus casi coetáneos Talgo III (tres ramas siguen en el puerto de Raos de Santander y otra está apartada en Bilbao). Los aficionados reclaman su imperiosa conservación antes de que el tiempo y los vándalos se las lleven por delante, aunque quizá acaben cruzando el charco.

(Imagen Josué Ferrero Torres)