Los vigilantes de seguridad del Metro de Barcelona han convocado una huelga el próximo 31 de diciembre para reclamar mejoras en sus condiciones laborale. Según los sindicatos, recurren a este paro por, «la pasividad del Ayuntamiento» antes las crecientes agresiones que este personal sufre por parte de los grafiteros. El paro está convocado de 6 de la mañana del día 31 hasta esa misma hora del 1 de enero ya que según Sergio Sánchez, de Adn Sindicat de Seguretat Privada de Catalunya, es el momento del año en que más agresiones se producen.
«El metro está plagado de carteristas, que acostumbran a trabajar de cuatro en cuatro», explica un portavoz sindical. «En ocasiones se ríen de nosotros porque saben que no somos suficientes para intervenir», asegura.
Los sindicatos reclaman que no haya agentes solos y que las rondas siempre sean en pareja. Además, alertan de que se encuentran en inferioridad ante los carteristas, que siempre van de cuatro en cuatro o ante los grafiteros. Asímismo, avisan de la ocupación que hacen los manteros de espacio en la estación de plaza de Catalunya. «Un día habrá una desgracia», avisa el mismo portavoz.
Tres agresiones con arma blanca en siete días han colmado la paciencia de los vigilantes de seguridad. Los sindicatos arrancaron esta semana las conversaciones preliminares para evitar la huelga en Nochevieja (31 de diciembre) y la noche de Reyes (5 de enero). Además de la línea de trabajo sindical, interpelarán esta semana a Ricardo Ortega -director de Seguridad de TMB- para que aporte soluciones urgentes o afronte paros en dos de los días con más validaciones del año.
El suburbano de Barcelona abrió durante 67 horas ininterrumpidamente en Fin de Año de 2017. Aunque no es el periodo con más validaciones del ejercicio, sí es una jornada clave para la moviidad en Barcelona. «No queremos perjudicar a los pasajeros, pero es que no nos queda otra. Estamos hartos de navajazos, peleas y cuchillazos. Y TMB sigue empeñado en reducir la seguridad al mínimo, impidiendo equipos de dos vigilantes, negándose a nombrar un policía de metro, como se ha hecho en otras ciudades, descartando operativos conjuntos con Mossos d’Esquadra o Guardia Urbana o ampliando recursos y personal», explican desde ADN Sindical.