Archivo diario: octubre 17, 2015

El tren ‘Gran Negro’ recorre una banda del estadio de fútbol del TJ Tatran Cierny Balog eslovaco

El TJ Tatran Cierny Balog de Eslovaquia ha saltado a la fama en estos últimos días, no tanto por sus acciones futbolísticas, ni por su césped inmaculado, ni por nada que esté vinculado al f´tbol. Sin embargo, piuede presumir de disponer de un equipamiento que ningún otro clube del mundo puede tener. En la banda inmediata a la única grada del estadio, hay una vía por la que pasa un tren a vapor. Y es habitual verlo en acción incluso en los días de partido, mientras el balón rueda por el césped.

Un vídeo en YouTube ha descubierto este tesoro eslovaco. No es habitual ver, en pleno partido y mientras los jugadores disputan el balón, un convoy que cruce el campo a todo vapor. La humareda impide, por momentos, que los espectadores puedan seguir el choque, pero el paso del tren causa el delirio de los aficionados. Sin embargo, los jugadores siguen indiferentes y corren para hacerse con el balón, mientras el maquinista saluda a la grada y hacer sonar el silbato de la locomotora.

El ‘Cierny Hron’, popularmente llamado el ‘Gran Negro’, transportaba desde 1898 a 1982 madera y a los empleados de los aserraderos de la comarca. Diez años después del cierre de la línea, en 1992, la presión popular obligó a declarar patrimonio cultural esta línea del ferrocarril. Se restauraron los 17 kilómetros del trazado que separa Chvatimech y Cierny Balog, para ofrecer un recorrido cultural a los visitantes de esta región montañosa al noreste de Bratislava.

Durante los años que la línea estuvo cerrada fue construido el estadio del TJ Tatran Cierny Balog. La rehabilitación de la vía no constituyó ningún problema ni para el club ni para la empresa ferroviaria. «Dicen que somos únicos en el mundo. En ninguna parte un tren cruza un campo de fútbol», reconoce al diario ‘Pluska’ la responsable del tren, María Bílkov. El tren , que pasa por el campo cuatro veces al día, «se ha convertido en toda una atracción turística», precisa Bílkov.