El ferrocarril español sigue bajo amenaza. Ahora peligra la continuidad de algunas líneas. El Ministerio de Fomento se plantea la posibilidad de cerrar algunos trazados del ferrocarril convencional, bien por la escasa circulación que hay en algunos de ellos (menos de 300 al mes), bien porque sean deficitarios o aquellos que no entren en la configuración de tráficos considerados de «servicio público». Es un primer avance sobre el proyecto de racionalización de la oferta ferroviaria que el Departamento que dirige Ana Pastor incluye en su Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) para el periodo 2012-2024.
La red ferroviaria presenta un nivel de aprovechamiento «medio o bajo». Por ello, es necesario «identificar a las infraestructuras que permitan reestructurar y mantener una red pública viable, pasando a cerrar las líneas deficitarias que no estén vinculadas a obligaciones de servicio público». El objetivo de Fomento pasa por tanto por «satisfacer las necesidades de transporte de la forma más eficiente y sostenible, y con los recursos adecuados» para, en último término, «garantizar una red ferroviaria pública viable».
La racionalización del servicio ferroviario tendrá tres partes: la revisión de los servicios de transporte en tren que se prestan, la de los trenes que se utilizan y la de la red de líneas de tren.
Fomento prevé someter a un «análisis de viabilidad» a todas las líneas de ferrocarril convencional (aquellas que no son de Alta Velocidad) que tengan poco tráfico y no estén vinculadas a la prestación de servicios públicos. «En función del resultado del análisis se establecerá un plan para cada línea que puede incluir su cierre inmediato o una nueva estrategia de gestión», indica el PITVI.
Este plan detalla que serán susceptibles de cierre aquellas líneas que registren menos de 300 circulaciones de trenes mensuales, que no permitan circular a más de 75 kilómetros por hora o que cuenten con una línea AVE paralela que cubra la misma conexión. También se tendrá en cuenta el grado de accesibilidad al territorio que proporcionen en relación a otros modos de transporte como el autobús, y se sopesará la «potencialidad» que ofrezcan para el transporte de mercancías.
El eventual cierre de líneas será el último eslabón de un proceso que, en primer término, pasa por fijar el listado de servicios de transporte en tren que se considerarán de obligación de servicio público (OSP).
El Ministerio prevé presentar antes de que concluya el año esta relación de servicios, que también puede conllevar el cierre de algunas de las actuales conexiones. Se considera de interés general el transporte en tren que los ciudadanos utilicen «de manera habitual e intensiva» y que sea «eficiente desde el punto de vista social, económico y medioambiental».
En segundo término, Renfe adaptará su oferta de servicios y su parque de trenes a dicho listado y «a sus necesidades actuales y futuras». El material móvil que resulte excedentario se traspasará a una sociedad filial de la compañía que se dedicará a alquilarlo a otros operadores.
(Imagen Pablo de turismoytren)
treneando 
Que vergüenza, pasa lo de siempre, no arreglan las líneas, las van abandonando, luego dicen que no tienen uso y las cierran. Y de esta forman dejan sin servicio a la gente más pobre y que más necesitan el transporte público. Qué curioso!, de esta forman sólo se van a salvar las Cercanías y los AVES. Y para esto necesitamos a los políticos?. Es urge tísico que se vayan todo, comenzando por la inútil de la ministra que no sabe lo que lleva entre manos. Sra. Ministra váyanse con todos sus compañeros para siempre. Ya loó gestionaremos nosotros, los ciudadanos, y sin cobrar.
Alfonso
De la subida de un 70% (para expulsar viajeros) en 5 años no dicen nada.
De la alta velocidad tampoco dicen nada.
Del despilfarro en renovar la flota tampoco dicen nada.
De los coches oficiales tampoco dicen nada.
De las botellas de agua pequeñas a 5€ cada una tampoco dicen nada.
Si la que tuviera que tomar las decisiones, se molestaría en estudiar la historia de cada una de esas líneas que pretende cerrar y viese los esfuerzos que costó construirlas y el cambio que supuso para las gentes de los lugares por donde transitan.
Seguramente se le haría mucho más costoso dejar a esa gente sin sus trenes.
Sin mencionar que el personal ferroviario es sin ninguna duda el activo más valioso que poseen esas líneas ferroviarias. Pienso que como dicen que algunas profesiones imprimen carácter. Esta es una de ellas.
Estudiando a las gentes de “mi Trenico” Ferrocarril Vasco-Navarro. Pude comprobar que añoran su ferrocarril y siempre se sintieron como una familia y no como empleados de un ferrocarril.
Señores responsables, miren un poco el pasado y no sean tan estúpidos de cometer otra vez el mismo error.
Desde un frío despacho, las frías cifras, no son buenas consejeras.
En un día de descanso viajen por esos ferrocarriles y dejen que sus gentes les cuentes su experiencia vital y verán como no son capaces de clausurarlas.
Si por rentabilidad se entiende beneficios y recuperacion de la inversion, mas vale que el ave a Extremadura y a Galicia los paren ahora mismo, no seran rentables en la vida, asi que mejor no los ponga en marcha sra ministra, se ahorrara tener que justificar tal despilfarro, dedique un veinte por ciento de estas inversiones en mejorar las infraestructuras existentes, aumentar la velocidad comercial y mejorar los servicios (horarios, frecuencias, vehiculos mas reducidos etc) vera como mas de una de las que quiere cerrar si son rentables
Craso error. La infrestructura ferroviaria básica debería emplearse de forma complementaria a la alta velocidad en un modelo parecido al transporte aéreo a escala mundial: una serie de nodos (hubs) se nutren de pasaje de aeropuertos menores para poder sustentar grandes líneas. Así, estas líneas «deficitarias» proveerán de pasajeros a los grandes recorridos AVE.