‘Séneca’ comprueba el trazado de alta velocidad catalana. Los trenes laboratorio para validación técnica de infraestructura y superestructura circulan ya por la línea de tren de alta velocidad AVE entre Barcelona y Figueres. Esta fase contempla la auscultación de la vía y la catenaria, así como un análisis de los sistemas de comunicación GSM-R y ERTMS o de la señalización lateral.
Uno de los vehículos que circulan durante estas pruebas es el tren laboratorio ‘Séneca’, que comprueba el comportamiento y los parámetros de la nueva infraestructura a alta velocidad. El objetivo es que la señalización y las comunicaciones entre la vía y los equipos de a bordo sean compatibles en toda Europa para posibilitar la conexión.
Casi todo el recorrido de la línea de alta velocidad Barcelona–Frontera Francesa ya se encuentra en explotación. A lo largo de este mes, empezará a circular el primer Tren de Alta Velocidad (AVE) entre Figueres (Girona) y París. Se trata de una línea de 131 km de longitud que nace en la cabecera noreste de la estación de Barcelona Sants, dando continuación así a la LAV Madrid-Zaragoza-Barcelona y que termina en la estación de Figueres- Vilafant, donde enlaza con la LAV mixta internacional Figueres-Perpignan. Parte de su trazado atraviesa zona montañosa, por lo que 11,3 km de plataforma se asienta sobre viaductos y otros 32,9 km de túneles (ver Ferropedia).
Entre las funciones que tiene asignadas el tren laboratorio ‘Séneca’, un automotor eléctrico serie 330, se encuentran las de auscultar la vía y la catenaria, el análisis de la demanda energética, y el control y análisis de la presión al paso de túneles de alta velocidad. A excepción del coche con cabina de conducción y el coche extremo turista, ambos de nueva fabricación, el resto de vehículos del serie 330 de Adif o A330 pertenecieron a la composición del prototipo Talgo 350, antecedente de la serie 102 de Renfe. Fue desarrollado en colaboración con Adtranz (más tarde Bombardier) y Talgo. El tren laboratorio cuenta con una motriz de 4.000 kW de potencia y un remolque con cabina de conducción con bojes. Estos dos vehículos encuadran tres remolques: un coche laboratorio extremo de un eje; un segundo laboratorio intermedio de dos ejes y un remolque extremo de un eje para distintos equipos y servicios auxiliares, además de diecicocho asientos. Su longitud es de 80,92 metros y su tara de 190 toneladas.
‘Séneca’ fue construido en 2003. Un año más tarde se definió y desarrolló su definitiva configuración, para lo que se construyeron dos nuevos remolques y se reformaron los antiguos. En 2005 se iniciaron los procesos de autorización para su circulación y el análisis de su equipamiento disponible y necesario. En su actual configuración, tras su adscripción a la Dirección de Innovación Tecnológica en 2006, comenzó sus pruebas y trabajos en todas las líneas de alta velocidad, llegando a alcanzar los 363 kilómetros a la hora.
El convoy de Adif forma parte de un selecto club de trenes laboratorio, que otras operadoras internacionales disponen para auscultar las instalaciones y las nuevas tecnologías que exigen las redes de alta velocidad. Algunos de esos vehículos también tienen nombres propios, como es el caso del japonés ‘Dr. Yellow’, el ‘Iris 320’ de los ferrocarriles franceses o el ‘Archimede’ italiano.