El funicular de Artxanda conmemora su centenario con diversas actos que comienzan este viernes


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Un siglo de vida. El funicular de Artxanda cumple este año su centenario y comienzan ya las celebraciones. Aunque es en octubre cuando se cumplen los primeros cien años de vida, arrancan hoy los actos conmemorativos con diversas actividades. Una de las más llamativas es el servicio especial y gratuito que tendrá lugar este sábado, entre las 20.00 horas y las 04.00 del día siguiente, para acercar a la celebración a todas aquellas personas que se sumen a la fiesta.

El 7 de octubre de 1915 el entonces alcalde de la Villa, Benito Marco Gardoqui, realizó el primer viaje en el Funicular de Artxanda que, pese a interrupciones puntuales del servicio (el asedio de Bilbao en la Guerra Civil, un accidente en la década de los 70 que lo tuvo apartado hasta 1983), ha seguido funcionando «como un referente en la memoria y en las costumbres de los bilbaínos». Pocas cosas hay en la villa tan bilbaínas como el funicular de Artxanda.

El Ayuntamiento de Bilbao recuerda que, desde finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX, muchos bilbaínos utilizaban el monte Artxanda como lugar de esparcimiento y diversión, creándose en torno diversos ‘txakolis’ donde la gente disfrutaba de su tiempo de ocio. Desde 1901 y hasta 1912 se valoró un proyecto de un tren de cremallera para unir el centro de la Villa con el monte Artxanda que finalmente no prosperó. habría que esperar hasta 1913, cuando se creó la sociedad Funicular de Artxanda, para que el proyecta cuajara y se hiciera realidad cuatro años más tarde. Tibidabo (Barcelona) e Igeldo (Donostia) se adelantaron a la capital vizcaína en disponer de un sistema de funicular para alcanzar las partes más elevadas de las respectivas localidades.

La maquinaria fue diseñada por una empresa suiza, especialista en este tipo de trenes, y el importe de construcción fue de 488.407 pesetas de la época.

El proyecto bilbaíno contempló la construcción de un funicular que salvara los 770 metros que separan el casco antiguo de la cima del monte Artxanda. El desnivel alcanza el 45%. Pedro Guimón, uno de los arquitectos más afamados del Bilbao de principios de siglo, se encargó de la obra civil, en la que se planteaba también la construcción de un casino. El precio del billete en esos primeros años es de 0,50 pesetas (ida y vuelta). Personas mayores y niños tienn descuentos considerables.

El casino se convierte en el centro neurálgico de las fiestas del Bilbao de aquella época. Todos los grupos sociales hacen de sus locales el lugar de reunión para celebrar reuniones y actvidades importantes. La Guarra Civil acabó con esta construcción, que ya no se volvió a levantar. Sin embargo, el funicular sí recuperó su actividad tras la contienda y reinaugurado el 18 de julio de 1938. Sobrevivió con diversos altibahos hasta junio de 1976. Un fallo en los frenos provocó la caída libre del coche superior que acabó en astillas en el andén inferior. Recuperado en mayo de 1983, volvió a poner al alcance de los bilbaínos uno de los parajes más significativos de la Villa. En solo tres minutos es posible alcanzar la cima de Artxanda.

Dentro de los actos de conmemoración, que comienzan hoy, se enmarca la XI Euskal Jaia que se llevará a cabo los días 5, 6 y 7 de julio en el barrio de Castaños y está organizada por Salbatzaile Dantza Taldea. Este viernes, a las 19.00 horas, arranca el programa de actividades con Kastaños Kantari en la Plaza del Funicular, que funcionará como centro neurálgico de las fiestas. Están previstas charanga, conciertos, concursos gastronómicos, animación infantil talleres y verbenas. Las actividades se prolongarán hasta el domingo 7 con la celebración de una verbena familiar con Urtza.

El sábado 6, entre las 20.00 y las 04.00 horas, tendrá lugar la fiesta de clausura del Festival Internacional de Cortos y Videoclips Caostica 13 (organizado por Caostica) con la ‘Artxandageddon Voodoo Party’, en que la habrá proyecciones a concurso, performance, entrega de premios, instalaciones artísticas, disfraces y actuaciones de DJs y Video-Jockeys, en la pista de patinaje de Artxanda, junto al Funicular. Entre las 21.00 y las 23.00 horas del sábado tendrá lugar también un concierto acústico, en la terraza de El Txakoli Artxanda.

Durante la noche del sábado, el ‘funi’, como cariñosamente denominan los bilbaínos este transporte, dará un servicio especial y que será gratuito, entre las 20.00 horas del sábado y las 04.00 del día siguiente, para acercar a la celebración a todas aquellas personas que se sumen a la fiesta.

(Imagen cortesía Bernardo Corral)

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