Víctimas del nazismo reclaman una compensación a los ferrocariles alemanes


Tristes recuerdos. Los últimos supervivientes siguen sufriendo. Sobrevivieron a los campos de exterminio, y aún mantienen la lucha para mantener su dignidad. Las víctimas de los campos de concentración del III Reich exigen indemnizaciones a la compañía alemana de trenes por su responsabilidad en el traslado de los detenidos. Aún confían en encontrar eco para sus reclamaciones que, al menos, amortiguen los pensamientos que todavía les persiguen. Son las últimas reivindicaciones.

Las víctimas polacas de la Alemania nazi que fueron detenidas y deportadas a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial no se rinden. Unos 7.000 supervivientes de la barbarie del III Reich exigen compensaciones económicas y piden responsabilidades morales a la compañía pública de los ferrocarriles alemanes (Deutsche Bahn) por su participación en el traslado de centenares de miles de prisioneros durante la ocupación nazi de Polonia. Este colectivo de supervivientes acusa a la compañía alemana de haberse beneficiado económicamente del nazismo y considera que es una «cuestión de justicia» pedir compensaciones.

Los trenes de la muerte siguen en la memoria de estos supervivientes. Dariusz W., un anciano de 86 años que estuvo preso en un campo de exterminio nazi en Polonia y reside en el distrito varsoviano de Praga, cree que la «Alemania democrática, a la que yo no confundo con la de Hitler, porque sería injusto, debe hacer frente a sus responsabilidades morales y humanitarias. La mayoría de los supervivientes somos gente modesta, jubilados que vivimos de forma austera, y necesitamos este dinero para pagar nuestras facturas de medicamentos y hacer frente a otros gastos».

La Asociación polaca de ex Presos Políticos de las Cárceles Nazis y los Campos de Concentración y la Asociación polaca de las Víctimas de la Alemania nazi no descarta iniciar acciones judiciales contra la compañía alemana de ferrocarriles para lograr esta compensación, según informó el diario conservador polaco ‘Rzeszpospolita’. «Sin el ferrocarril no habrían sido posible» estos crímenes, dice Herbert Shenkman, que fue deportado cuando era un adolescente. Piensa Shenkman que «no se trata sólo de una retribución material, sino de que Alemania asuma su responsabilidad moral».

Los responsables de ambas asociaciones, que cuentan con el apoyo de diversos colectivos polacos y de países como Alemania, admiten que han planteado su demanda al enterarse por los medios de comunicación que esta empresa alemana podrá operar en el mercado polaco en los próximos meses. «Los ferrocarriles alemanes tienen la intención de ganar dinero con nosotros los polacos, pero nosotros, las víctimas del nazismo, consideramos que ya ganaron mucho dinero durante la ocupación de Polonia», advierte el presidente de la Asociación polaca de ex Presos Políticos de las Cárceles Nazis y los Campos de Concentración. Stanislaw Zalewski, que tiene 85 años y estuvo internado en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, explica que su colectivo de represaliados quiere que la Deutsche Bahn «aporte una cuota como ayuda humanitaria a los ex prisioneros y trabajadores forzados polacos».

Según diversas investigaciones históricas, los ferrocarriles alemanes ganaron el equivalente actual a 500 millones de euros con el transporte de prisioneros y deportados polacos. Deutsche Bahn, que es propiedad del Estado alemán, es la empresa sucesora de la compañía Deutsche Reichsbahn en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

En la página web de la actual compañía estatal de los ferrocarriles, sus autores reconocen que «Deutsche Reichsbahn estuvo involucrada directamente en el Holocausto, ya que organizó la deportación de numerosas personas. Sin el ferrocarril, el asesinato sistemático de judíos europeos o de gitanos no hubiera sido posible». Sin embargo, hasta ahora, los responsables de la compañía se han negado a contemplar las peticiones de indemnización planteadas por víctimas polacas del nazismo», aunque han apoyado la creación de algunas fundaciones y proyectos. La dirección de esta compañía considera que «Deutsche Bahn no es el sucesor legal de la Deutsche Reichsbahn».

Cuando escribí el post ‘El último tren a Auschwitz’ ya narré las circunstancias en las que se producían los viajes en ‘los trenes de la muerte’ y la implicación de los ferrocarriles alemanes en esta operación. También en otros países la complicidad de las compañías ferroviarias en el traslado de las víctimas ocupó durante años a las asociaciones de víctimas. Francia, sin ir más lejos, resolvió no hace mucho la complicada situación, como narraba en la entrada ya comentada.

En 2006 un tribunal de Toulouse (Francia) condenó al estado francés y a SNCF al pago de una serie de indemnizaciones por la colaboración de buen grado con las fuerzas invasoras nazis en la aportación de vagones y locomotoras que sirvieron para el traslado de miles y miles de judíos hacia los campos de exterminio. Los jueces remarcaron que en ningún momento la empresa de ferrocarriles franceses se opuso a los convoyes de deportaciones ni emitió opinión alguna, aún sabiendo que las familias hacían ese siniestro viaje privados de alimentos y de las más elementales medidas de higiene. Que ambos responsables se distinguieron por el exceso de celo que pusieron en realizar el trabajo sucio, incluso más allá de lo exigido por la ocupación. Y recordó que la empresa ferroviaria consideraba esos convoyes como transporte de tercera clase, mientras que las desgraciadas víctimas eran apiladas en vagones de ganado. Los jueces puntualizaron que la empresa no sólo no objetó ni protestó, sino que siguió reclamando el pago de las facturas aún después de la liberación. Destaca el fiscal de la causa que los ferrocarriles franceses facturaron al estado el transporte de los deportados, por lo que la empresa no podría argumentar que había sido confiscada por el régimen nazi.

2 Respuestas a “Víctimas del nazismo reclaman una compensación a los ferrocariles alemanes

  1. Anglovasconavarro

    Mikel, yendo un poco antes por la Historia de nuestra querida Europa, cuentanos como fue la renuncia al trono del zar Nicolas en 1917 a bordo del ferrocarril imperial y su detención por los bolcheviques… qué hay de cierto y de leyenda en ello… Boyne lo recrea ahora en su último libro «La casa del propósito especial» pero sin kucha técnica ferroviaria…

  2. Pingback: El primer ‘convoy especial’ de judíos franceses partía hace 70 años de Compiègne a Auschwitz | treneando

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